La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Política
Iván Duque, un año a ritmo de opositores e independientes
Una de las principales críticas que ha recibido el presidente es la pésima relación de varios ministros con senadores y representantes.
Image
La opinión
La Opinión
Sábado, 3 de Agosto de 2019

El controvertido acuerdo de paz que llevó a la desmovilización de la otrora fuerte guerrilla de las Farc, no solo trajo consigo su desaparición del conflicto armado y una fuerte polarización entre amigos y críticos de ese proceso, sino que también puso en vigencia una iniciativa que había sido reclamada por años: el Estatuto de la Oposición.

Esta figura, que otorga una serie de derechos  a las minorías políticas, dejó ver, por primera vez, cómo opera en Colombia un poder legislativo distribuido entre oficialistas, independientes y opositores al gobierno de turno. 

La ley se estrenó de lleno hace un año, luego de que asumiera como presidente de la República, Iván Duque Márquez. En septiembre, un mes después, quedó claro quién era quién. Como parte del oficialismo se declararon el Centro Democrático, el Partido de la U, el Partido Conservador y los movimientos cristianos, Mira y Colombia Justa Libres.

En la orilla de los independientes quedaron el Partido Liberal y Cambio Radical, mientras que por la línea de la oposición se fueron el Polo Democrático, FARC, la Alianza Verde, Colombia Humana (Decentes) y los indígenas.

No obstante que estas tres grandes fuerzas deberían tener sus posturas bien marcadas, en el Congreso pareciera que son muchos más los que están en la oposición, pues hasta los propios miembros del partido de Gobierno no han tenido las mejores relaciones ni con Duque, ni con su gabinete, lo que le ha llevado a tener serios problemas para el avance de su agenda legislativa.

La representante Juanita Goebertus, de la Alianza Verde, es una de las congresistas de la oposición más representativas y dice que en este primer año la relación ha sido muy mala. Ella fue quien, literalmente, estrenó la figura de la réplica a una alocución presidencial, para controvertir al Gobierno en su petición de objetar la ley estatutaria de la JEP.

“El primer año del gobierno del presidente Duque se ha destacado porque su relación con la oposición ha sido muy mala”, manifiesta la representante, al destacar que hubo un incumplimiento notorio cuando se intentó tramitar la agenda legislativa anticorrupción.

“El Gobierno nos llamó a una mesa de concertación, se comprometió a sacar adelante los proyectos, hicimos unas mesas de trabajo, pero cuando llegamos con los proyectos al Congreso, sistemáticamente cada uno se fue hundiendo. El Gobierno, que había empeñado su palabra, defraudó unas expectativas de poder trabajar conjuntamente”, recuerda la congresista verde.

Un gabinete desconectado con el Congreso

Para el analista Fernando Sanín, hay dos momentos que se deben mirar en este año de relación Gobierno-Congreso. “A los ministros les fue mal; pocos llegaron a tener una identidad con los congresistas, el desconocimiento de los temas fue muy notorio y eso se evidenció en el trámite de los proyectos”, indica.

Pese a esta falencia en el trámite de los proyectos, el Gobierno pudo superar las dos mociones de censura que lideró la oposición, la primera al ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, a quien se le intentó separar de su cargo por la responsabilidad en la quiebra financiera de más de 100 municipios que compraron los llamados bonos del agua. 

El otro que también superó la prueba de fuego en el Congreso fue el ministro de la Defensa, Guillermo Botero, a quien se le negó la moción que pedía la oposición por su presunta responsabilidad en falsos positivos que habrían ocurrido recientemente.

El segundo momento que recuerda Sanín fue el trámite de las objeciones presidenciales a la ley estatutaria de la Justicia Especial de Paz, las cuales acapararon toda la atención del Legislativo durante el semestre pasado, al punto que llevaron nuevamente al país a una dura polarización frente al acuerdo de paz.

La representante Goebertus así coincide: “En la discusión de las objeciones, el Gobierno se vino en contra de la implementación de los acuerdos, el incumplimiento a los excombatientes, pero en especial a las víctimas”, dijo la congresista.

Entre tanto, el expresidente de la Cámara de Representantes, Alejandro Carlos Chacón, quien incluso llegó a ser considerado como un opositor al Ejecutivo, sostiene que “las obsesiones, más no las objeciones, llevaron a que la relación con el Congreso fuera más compleja y distante”. Chacón cuestionó que desde el Gobierno se haya tomado la postura de que los funcionarios no hablaran con los congresistas.

En cuanto a los proyectos claves, el Gobierno no logró el respaldo de las reformas constitucionales a la justicia y la política, las cuales terminaron hundidas. La Reforma Tributaria o Ley de Financiamiento salió, pero se convirtió en el primer tropiezo legislativo, en la medida que la norma fue aprobada, pero con una amplia ‘peluqueada’.

La ley de Punto Final, relacionada con las deudas de la salud y que le otorgó mecanismos sancionatorios a la Superintendencia de Salud, e incluso el Plan Nacional de Desarrollo y la Ley de las TIC, son las pocas normas que el Gobierno logró sacar adelante, tras una importante concertación con el oficialismo y los independientes.

El pasado 20 de julio la carrera empezó de nuevo y si bien todavía algunos partidos no han definido si se mantienen en la orilla que han estado hasta el momento, el Gobierno Nacional confía en que en este segundo año de Iván Duque las relaciones con el Congreso mejoren y el balance sea mucho mejor que el que presenta hoy.

algunos momentos claves

1. Buena parte de los distanciamientos que se han dado entre Duque y la oposición han sido en cuerpo ajeno, es decir, varios de ellos los lideró el expresidente del Senado, Ernesto Macías. El primero de ellos fue el discurso que ofreció el día de la posesión del presidente, el 7 de agosto de 2018. Mientras que el mandatario entrante daba un mensaje de concertación, Macías cargó sus palabras de duras críticas al saliente presidente, Juan Manuel Santos, y al proceso de paz que se firmó con las Farc.

2. La moción de censura contra el ministro de  Hacienda, Alberto Carrasquilla, Macías no permitió tramitarla en el Senado, aduciendo que legalmente no se podía. Eso conllevó un primer enfrentamiento con la segunda vicepresidenta de la corporación, Angélica Lozano, quien alegó que la oposición había tramitado correctamente la moción.

3. La firma de la ley estatutaria de la JEP suscitó el mayor epicentro de los problemas. Aunque la misma estuvo lista desde diciembre en el despacho de la Presidencia del Senado, tan solo hasta febrero se envió a sanción presidencial. Congresistas de la oposición e independientes reiteradamente le pidieron que la remitiera.

4. Ya en el trámite de las objeciones, los enfrentamientos de la oposición con Macías fueron mayores. Dilató el estudio de las mismas con la discusión de los impedimentos, tuvo duros roces durante la votación y hasta entuteló a la Cámara porque votaron los cuestionamientos presidenciales a la ley antes que el Senado.

5. Al cierre de la legislatura pasada, otro enfrentamiento que hubo se dio frente a la votación de la ley anticorrupción que prohibía la casa por cárcel para los corruptos. Esta norma se hundió en la conciliación.

6. El más reciente enfrentamiento entre el oficialismo y la oposición se dio el pasado 20 de julio, después de la llamada “última jugadita” en la cual Macías dijo que esperaba sabotear la réplica de la oposición al discurso del presidente Duque. El senador del Polo Democrático, Jorge Robledo, quien ese día llevó la vocería de la oposición, señaló que sacar del recinto al jefe del Estado para que no escuchara la réplica fue programado de forma conjunta entre Macías y la Casa de Nariño.

Temas del Día