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Política
La otra semana se define suerte de la zona veredal de Caño Indio
El punto de concentración de las Farc en este sector de Tibú podría ser cambiado.
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Viernes, 6 de Enero de 2017

La falta de concertación con las comunidades sobre la sustitución de los cultivos ilícitos que rodean el sitio escogido para el funcionamiento de la zona veredal en Caño Indio (Tibú), tiene en veremos la continuidad del proceso de desarme y desmovilización en este lugar de Norte de Santander.

Carlos Córdoba, gerente de las zonas veredales, aseguró que el presidente Juan Manuel Santos les dio la instrucción de que si de aquí a la próxima semana el asunto no está resuelto con las Farc, se debe tomar la decisión de trasladar el punto de concentración.

El punto es que allá hay cultivos de uso ilícito y necesitamos unas condiciones mínimas para establecer el campamento y no se puede instalar así en medio de esos cultivos. Estamos en unas conversaciones, se está concertando el asunto”, explicó el funcionario.

Córdoba dijo que en los diálogos que han sostenido con los representantes de la comunidad se presentaron propuestas que el Gobierno no puede cumplir y por esa razón se vienen adelantando ejercicios de negociación para llegar a un acuerdo lo más pronto posible.

En diciembre pasado, los habitantes de la zona plantearon varias alternativas para lograr un acuerdo frente al proceso de sustitución de los cultivos de uso ilícito.

Una primera propuesta era la sustitución gradual y concertada, que debería llegar con proyectos productivos. Con esta alternativa se mantendría temporalmente la coca y sería erradicada en cuanto los proyectos sean rentables. Sin embargo, esta idea no le convence al Gobierno

La segunda consiste en ‘vender’ los cultivos, es decir, acordar con el Gobierno la compra de lo que vale sostener la coca y hacer una especie de liquidación de la actividad. Según cálculos de algunos dueños de la tierra, por hectárea se pedirían entre 7 y 14 millones de pesos, que es la cantidad de dinero invertida en obreros, plaguicidas, insumos, abonos y, en general, el mantenimiento de la siembra de la coca.

Estas y otras propuestas fueron discutidas durante dos días con los delegados del Gobierno y las Farc que hicieron presencia en Caño Indio, pero no fue posible llegar a un acuerdo.

Una nueva reunión que había sido programada para el 16 de diciembre, con el fin de definir el asunto, finalmente no se llevó a cabo y desde entonces en la vereda todo sigue quieto y a la expectativa de lo que pueda suceder.

Por lo pronto, los integrantes de las Farc que hacen presencia en Norte de Santander seguirán preagrupados en Caño Tomás (Teorama), San Isidro (Tibú) y La Esperanza (El Tarra), mientras se define su desplazamiento hacia la zona veredal que se defina.

Una tarea difícil

El gerente de las zonas veredales, Carlos Córdoba, reconoció que la tarea de adecuar los 26 puntos en los que se concentrarán las Farc para su proceso de desmovilización no ha sido fácil, pero se está avanzando para cumplir con el cronograma.

“Cada zona tiene en promedio 11 kilómetros cuadrados y dentro de esa zona ubicamos un predio de unas cinco hectáreas para construir el campamento. Estos predios hay que ubicarlos en unas condiciones mínimas, negociar con arrendatarios y eso no ha sido fácil”, sostuvo.

Dijo que se han encontrado con muchos terrenos sin títulos en los que se presentan complicaciones para arrendar y algunas personas quieren aprovechar la oportunidad y cobran cinco veces lo que en verdad cuesta el predio.

También señaló que hay zonas que no cuentan con vías, hay que llevar agua potable, plantas eléctricas y cumplir con unos estándares de asistencia sanitaria de emergencia.

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