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La propuesta del candidato Jorge Acevedo que evoca al ramirismo
Se trata de ‘Mi Plante’, una iniciativa para fortalecer proyectos de emprendimiento en familias cucuteñas de bajos recursos.
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Miércoles, 25 de Septiembre de 2019

El pasado 11 de septiembre, el candidato a la Alcaldía de Cúcuta, Jorge Acevedo Peñaloza, presentó una ambiciosa propuesta de su plan de gobierno, que evocó el legado político del condenado exalcalde Ramiro Suárez Corzo, quien se ha convertido en uno de sus principales promotores.

La iniciativa se llama ‘Mi Plante’ y se perfila como una plataforma de incentivos de capital semilla, para fortalecer proyectos de emprendimiento en familias cucuteñas de bajos recursos.

“El programa va a permitir que 10.000 habitantes logren acceder a un recurso para hacer realidad su empresa. Nosotros vamos a hacer este proyecto respaldados con la academia y con pertinencia de inversión de los recursos (…) Entendemos también que cuando uno hace una apuesta de generación de empleo, eso busca disminuir los índices de inseguridad “, indicó el aspirante por el movimiento ciudadano Todos por Cúcuta.

De acuerdo con la campaña de Acevedo, la apuesta, que se enmarca en el eje sobre desarrollo económico que promueve el candidato, se enfila a continuar con la gestión adelantada por la Secretaría del Banco del Progreso, cuyo programa llamado ‘Cúcuta Emprende’, ha beneficiado a 2.500 emprendedores, con una inversión cercana a los $6.000 millones, en lo corrido de este año.

“Nosotros creemos que lo bueno hay que seguirlo haciendo y darle mayor cobertura. Hoy, la Alcaldía viene desarrollando un programa liderado por el Banco del Progreso y lo está articulando con la Universidad Francisco de Paula Santander”, señaló uno de los asesores del aspirante, quien agregó que la fuente de financiación del proyecto serán los recursos provenientes de los impuestos que percibe anualmente el municipio.

Aunque ese despacho ha funcionado gracias a una jugosa partida presupuestal en el último cuatrienio, que supera los $7.400 millones, su trabajo no empezó en la administración de César Rojas.

La promesa de crear dicho Banco fue una de las banderas electorales que catapultó la elección de Ramiro Suárez Corzo como alcalde de la ciudad durante la campaña de 2003.

De hecho, la creación de este despacho se consolidó durante la ejecución del programa de gobierno, denominado ‘Progreso para Todos’, del detenido exmandatario, quien se desempeñó como primera autoridad del municipio hasta el 7 de septiembre de 2007, cuando fue capturado en el marco de una investigación adelantada por la Fiscalía, por su participación en el homicidio del exasesor jurídico, Alfredo Enrique Flórez, perpetrado el 6 de octubre de 2003, a manos de los paramilitares. 

Durante 2004 y 2007, el Banco del Progreso logró beneficiar a un total de 2.288 micros y pequeños empresarios de la ciudad, por medio de una inversión de $8.455 millones, que fueron desembolsados por la administración municipal.

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Una iniciativa que hay que vigilar

Académicos y dirigentes gremiales coincidieron en que la propuesta, cuyo resultado contempla la generación de 10.000 ideas de negocio y 30.000 empleos formales -según se lee en la página web del aspirante-, tiene el riesgo de quedar reducida al papel, porque en el plan de gobierno no se precisan los mecanismos de selección de los beneficiarios del programa, ni tampoco las fuentes de financiamiento.

Mario Zambrano, economista y docente de la Universidad Libre, advirtió que la iniciativa debería contemplar unos criterios específicos de selección, para evitar una mala destinación de recursos. Dijo que el seguimiento por parte del ente territorial es primordial, para reducir algún índice de mortalidad entre estas nuevas unidades de negocio.

“La idea no es original, pero puede ser viable mientras que tengan en cuenta varias cosas (…) Hay que buscarle su articulación con la política nacional y a la red de emprendimiento de la ciudad. Asimismo, la iniciativa debe apostarle a una reingeniería del Banco del Progreso, que busque un criterio de selección, porque todo el mundo ahora habla del emprendimiento como un lugar común y en Colombia estos nuevos proyectos son difíciles de sacarlos adelante”, explicó este analista.

Por su parte, el presidente del Comité Intergremial de Norte de Santander, Ciro Ramírez, fue enfático en precisar que el margen de maniobra de la propuesta es tan amplio que podría quedar reducido a un cargo para pagar favores.
 

“El Banco del Progreso, que popularmente se llamaba el Banco de los Pobres, se veía con muy poquitos recursos y entonces eran microcréditos, con los cuales una persona con iniciativa productiva podría tener un plante para desarrollar una micro o pequeña empresa. Me parece que este candidato nunca ha sido amigo de este Banco del Progreso y ha intentado acabarlo. En todo caso, no creo que se vaya a acabar, lo que sí es que hay que dotarlo de un equipo muy dinámico para que ese cargo no esté ocupado por un amigo del mandatario que esté ahí, para cumplir favores y ya”, puntualizó este dirigente gremial.

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