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Política
La suspendida elección de contralor seguirá en veremos
Las acciones judiciales siguen haciendo eterno el proceso.
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Miércoles, 26 de Octubre de 2016

La advertencia hecha en febrero de este año por el concejal del Centro Democrático, Juan Carlos Capacho, uno de los pocos que respaldaba la idea de elegir a Alix Yirley Vargas Torrado como contralora municipal, de que el desenlace del proceso que empezó en 2015 no sería fácil y se prolongaría un buen rato, se convirtió en una realidad.

Aunque por ley, hace nueve meses los integrantes del cabildo debieron elegir al sucesor de Carlos Eduardo Coronel, la lluvia de demandas y el amplio debate jurídico que se desató en torno a  si se podía o no avanzar en la escogencia del  nuevo titular del cargo teniendo en cuenta que había una sola candidata, terminó relegando el proceso a los estrados.

Desde mediados de febrero este quedó congelado por orden del Juzgado Noveno Administrativo, que admitió una demanda de nulidad con la que se ordenó suspender varias resoluciones expedidas por la anterior mesa directiva del Concejo, entre ellas la que reglamentó la convocatoria pública para los aspirantes a contralor y la que emite la lista de seleccionados para proveer el cargo. 

Esto dejó sin posibilidades a la corporación de una nueva votación, como lo había ordenado anteriormente un  fallo de tutela  que amparó los derechos de Vargas Torrado.

Hoy, la acción sigue en manos de los jueces, toda vez que la única aspirante a dirigir el órgano de control presentó varios recursos con los que busca levantar la medida cautelar y lograr así que el Concejo convoque nuevamente la elección.

En primera instancia radicó un recurso de apelación  ante el Tribunal Administrativo de Norte de Santander, quien le concedió cinco días para que presentara un paquete de piezas procesales.

En vista de que Vargas no presentó este material, la apelación fue declarada desierta. Sin embargo, la ingeniera, quien es esposa del excandidato a la Alcaldía de Cúcuta, Jorge Acevedo, volvió a apelar esta decisión y como esta no le fue concedida, interpuso un recurso de queja.

En agosto pasado, el abogado Álvaro Janner Gélvez decidió sumarse al proceso y solicitó ser aceptado como coadyuvante.

El último movimiento que tuvo esta acción de nulidad fue el pasado 14 de octubre, cuando el Tribunal devolvió el proceso al Juzgado Noveno.

Una acción de tutela que también fue fallada en contra del Concejo y que ordenó la suspensión, durante dos meses, de los actos administrativos que le dieron vía libre a la convocatoria para la elección de contralor, fue revocada por el Juzgado Cuarto Civil del Circuito. 

Allegados al proceso aseguran que este se encuentra casi que en un punto muerto y por lo tanto auguran que la elección seguirá en veremos un largo tiempo más.

El presidente del Concejo, Víctor Suárez, manifestó que la corporación está a la espera de que el juzgado se pronuncie, pues antes no podrán actuar.

Demanda administrativa

Además de la acción de nulidad que está en curso en el Juzgado Noveno Administrativo, existe otra demanda interpuesta en julio pasado por la única candidata a la Contraloría Municipal, Alix Yirley Vargas Torrado, ante el Tribunal Administrativo de Norte de Santander.

Con este recurso, la aspirante busca que se ordene la nulidad del acta de la sesión en la que el Concejo declaró desierta la convocatoria pública para la elección de contralor municipal.

La acción, en la que se demanda al municipio de Cúcuta, fue admitida el 11 de agosto y apenas el 6 de octubre pasado se le corrió traslado a la administración.

La nulidad y el restablecimiento del derecho fue el camino al que decidió apostarle Vargas Torrado, después de que el Juzgado Tercero Penal del Circuito revocó la tutela que había amparado sus derechos y obligado al cabildo a convocar nuevamente la elección, al considerar que ella tenía  a su disposición otros mecanismos para reclamar, antes que la acción constitucional.

Previamente, sus abogados le habían solicitado a la Procuraduría en Asuntos Administrativos practicar una diligencia de “conciliación prejudicial, como requisito de procedibilidad para posterior demanda administrativa en el ejercicio del medio de control de nulidad y restablecimiento del derecho”, pero esta no prosperó.

La novela en que terminó convertida la elección de contralor municipal comenzó en enero, cuando el Concejo declaró desierta la convocatoria, por cuanto solo una candidata terminó el proceso de selección.

Por cuenta de una tutela que amparó los derechos de Alix Yirley Vargas, el Concejo tuvo que votar nuevamente, pero en esa segunda oportunidad se impuso el voto en blanco. Desde entonces, la lluvia de demandas, tutelas, acciones de nulidad y hasta un desacato no ha permitido que el proceso avance.

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