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La Unipamplona y la política local, una relación que no es nueva
Hay señalamientos sobre presuntos favores a candidatos a la Alcaldía por parte de las directivas de la universidad.
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Viernes, 25 de Octubre de 2019

La Universidad de Pamplona se convirtió en una de las protagonistas de la campaña política que está por terminar y no precisamente porque haya prestado sus servicios a la organización electoral.

Los señalamientos sobre presuntos favores a candidatos a la Alcaldía por parte de las directivas del centro de educación superior y la aparente injerencia de la institución en la dinámica proselitista, se volvieron el tema de conversación y hasta el motivo de controversias judiciales.

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Sin embargo, al activar el espejo retrovisor sobre la relación que ha existido entre la Unipamplona y la política, los resultados indican que este no es un asunto de hoy.

Pamplona, ubicada a unos 76 kilómetros de Cúcuta, es considerada el tercer centro electoral del departamento, porque su potencial de sufragantes asciende a los 41.000 ciudadanos. Gran parte de estas personas son los mismos 13.600 estudiantes que se forman en la institución, los 1.500 docentes que los preparan y los 54 empleados que allí laboran en la parte administrativa.

Por otro lado, en sus 58 años de existencia, este claustro se ha convertido en el espacio de formación de la clase dirigente de este municipio, estrechando a su mínima expresión la frontera que separa los miembros de esta institución de educación superior con la actividad política.

Fuentes consultadas por La Opinión coincidieron en que los siete aspirantes a la Alcaldía de Pamplona han tenido alguna vinculación directa o indirecta con la Unipamplona. De hecho, este nexo entre política y universidad se acentúa mucho más entre los 174 candidatos al Concejo de Pamplona.

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“La Universidad siempre se ha dedicado a sus nichos de discusión académicos, en generar los espacios para hacer congresos y eventos, y para generar opinión académica. En eso sí participa. Pero no participa en ejercicios de elección directa de cargos públicos, porque eso está prohibido por la ley”, precisó Ivaldo Torres, rector de la Universidad.

Una relación casi indisoluble

El directivo aseguró que el rol de esta institución educativa es muy fuerte en la sociedad pamplonesa. La influencia se evidencia mucho más en los $2.500 millones que genera como ingreso mensual, a raíz de sus servicios de formación.

Pero más allá de la connotación económica, lo que pesa entre los habitantes es que la Universidad es el centro de conocimiento y aprendizaje con mayor prestigio en esta población nortesantandereana.

“Cualquiera de nuestros profesionales, aptos y capaces, podrían tratar de alcanzar algún tipo de curul en los espacios de elección directa en el sector público. O también podrían aspirar a dirigir alguna corporación pública, porque están formados para asumir estos retos y dentro de sus habilidades se les afianza para que se desempeñen de manera adecuada”, manifestó el rector.

No obstante, Torres insistió en que hay una frontera muy definida en el rol del centro de educación superior, que es el de la formación a los profesionales, y no el de acompañarlos en su quehacer externo.  

La Opinión accedió a testimonios y documentos que constatan el vínculo laboral y académico que alguna vez tuvieron candidatos a la Alcaldía y Concejo con la Unipamplona.

En el caso de la corporación  municipal, varios miembros de los partidos Conservador, Centro Democrático, La U, Reivindicación Étnica, Colombia Renaciente, Alianza Verde y Liberal, han tenido algún tipo de relación con esta alma máter, ya sea bajo la condición de egresado, estudiante, docente o excontratista.

En las planillas de estas colectividades hay mínimo tres aspirantes que en los últimos 10 años han estado involucrados con la oferta académica o laboral de este centro de estudios.

Candidatos a la Alcaldía no son la excepción

En los últimos meses, la Universidad ha estado en el centro de la polémica, por el presunto favorecimiento de las directivas a la candidata liberal a la Alcaldía, Andrea Araque Chacón, quien se desempeñó hasta mediados de mayo como funcionaria administrativa y docente de la institución.

No obstante, al revisar la relación entre todos los aspirantes y el centro educativo, la conclusión a la que se pudo llegar es que el nexo no es exclusivo y, por el contrario, se repite en la mayoría de los contendores al primer cargo del municipio.

El aspirante Humberto Pisciotti Quintero, de Colombia Renaciente, por ejemplo, quien trabajó como docente durante 30 años en la Unipamplona, hasta que se jubiló, tenía a su hijo Danny Armando Pisciotti Ortega trabajando allí.

El docente ocasional del programa de Microbiología, sin embargo, salió del claustro en medio de una controversia. En redes se ventiló que la decisión habría sido motivada por el proyecto político que adelanta su padre, pero La Opinión conoció un derecho de petición en el que se precisa que su retiro fue voluntario.

Lo anterior, al no aceptar la carga académica que se le había adjudicado para el segundo periodo del año, como profesor de hora cátedra.

Familiares de personas que también tienen influencia en la campaña de Pisciotti, como la esposa del exalcalde Klaus Faber Mogollón, Luisana Cotua, están vinculadas actualmente con la Universidad. Ella es docente en el programa de Biología.

Otro que ha sido profesor de la Unipamplona durante muchos años es el candidato del MAIS, José Luis González Arango, conocido como Cheo.

Por su parte, la aspirante Araque también se refirió a las acusaciones que han surgido en su contra, y dijo que si hubiera habido favorecimientos hacia su candidatura, su esposo Ronald Emerson Angarita Duarte, quien también era profesor,  no hubiera salido de la institución.

“La relación que yo tuve con la Universidad fue enteramente profesional. Para nadie es un secreto que mucho antes de esta administración, yo ya laboraba allí. Entré por méritos propios desde hace siete años. Como soy abogada, con un máster en Derecho Público, empecé como un apoyo jurídico de la Vicerrectoría Financiera. También he sido docente ocasional y en algún momento alternaba el tema administrativo con la docencia”, manifestó la aspirante del liberalismo.

Aseguró que ella tuvo la oportunidad, “como la gran mayoría de los pamploneses, porque si ustedes revisan la mitad de profesionales de Pamplona trabajan en la Universidad. La Unipamplona es el gran empleador del municipio”.

Araque desmintió las versiones que la involucran con alguna actividad proselitista adelantada al interior de esta institución educativa. 

“Siempre se ha dicho que hay una persecución y un favorecimiento hacia alguna candidatura y eso no es cierto. Si eso fuera así, mi esposo estuviera trabajando y a él no le asignaron carga académica (…) Nunca he tenido la intención de usar a algún funcionario de la Universidad para mi campaña. Me pregunto, por qué no han hecho las denuncias, porque no tienen las pruebas”, puntualizó.

Sindicatos defienden la Universidad

Sobre la controversia que se ha desatado por cuenta de la presunta injerencia política en la Universidad de Pamplona, también se pronunciaron los sindicatos Sindepup y Sintraeup. 

Ellos salieron en defensa del rector Ivaldo Torres y negaron que el funcionario estuviera implicado en alguna conducta con tinte proselitista, como se viene denunciando a través de las redes sociales.

“En ningún momento ha habido circunstancia donde nos llamen a nosotros como servidores públicos para que nos digan por favor vayan y tengan esta intención de voto (…) Tampoco se han usado las instalaciones académicas para que algún candidato llegue y realice algún evento electoral”, dijeron. 

Los dos sindicatos coincidieron en que las acusaciones hacen parte de una campaña de desprestigio contra la gestión del rector, que podría terminar afectando el proceso de acreditación de la Universidad. 

“Eso es lo que no han medido”, concluyó Óscar Miranda Mendoza, presidente de Sintreup.

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