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Los funcionarios del gobierno Duque que aspirarían a sucederlo

Un selecto grupo de cinco nombres en donde todos ellos ya han aspirado a llegar a la Casa de Nariño como jefes de Estado.

Es tradición que todo mandatario espera que alguien a fin a su ideario siga el legado de su gobierno y es por eso que desde ya, a 27 meses de las elecciones presidenciales de 2022, se empiece a hablar de quién sería el escogido para llevar las banderas del presidente Iván Duque.

Es sin duda un selecto grupo de cinco nombres en donde todos ellos ya han aspirado a llegar a la Casa de Nariño como jefes de Estado y que, particularmente, son tres mujeres y dos hombres, uno de ellos incluso que ya fue vicepresidente del país.

Pero de ese quinteto se podría decir que hay uno sólo que es duquista ‘pura sangre’: el actual ministro de la Defensa, Carlos Holmes Trujillo. 

El grupo lo completan la vicepresidente Marta Lucía Ramírez; el embajador de Colombia ante la OEA, Alejandro Ordóñez; la embajadora de Colombia en Francia, Viviane Morales; y el saliente embajador de Colombia ante el gobierno de los Estados Unidos, el ex vicepresidente de Colombia (2002-2010) Francisco Santos.

La tienen difícil

Con excepción de Santos, quien ya se marginó del gobierno en enero pasado, el resto de ellos deberán renunciar a más tardar en mayo de 2021 para no inhabilitarse. La norma señala que cualquier funcionario público que aspire a ese cargo deberá dimitir un año antes de la elección de Jefe de Estado.

Así lo hizo recientemente el entonces vicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras, quien renunció a esa dignidad en marzo de 2017, cuando dejó el gobierno de Juan Manuel Santos, para preparar su campaña presidencial de 2018, en la que perdió con Iván Duque.

En opinión del analista Luis Estrada, a diferencia de otros momentos electorales, a este grupo le quedará un poco más complejo salir a hacer campaña o, al menos, a defender las banderas de Duque.

“Les quedará muy complejo, no se puede desconocer que el desgaste de este gobierno comenzó muy rápido, contrario a otros. De ahí que en un año, si aspiran, tendrán que responder por varios temas que ellos, por haber sido parte del gobierno, deberán sanjar, como las políticas sociales o la implementación de los acuerdos de paz”, señaló.

El saliente gobernador de Santander (encargado) Andrés Fandiño, sostiene que ellos -los posibles precandidatos- deben buscar un centro que tenga un motor adicional, es decir, que si bien saldrán a defender una postura de ideas de derecha, tendrán que buscar un candidato a la Vicepresidencia que no haga tan extrema esa aspiración.

“Un centro que comparta las ideas del gobierno, hay nuevos temas en la agenda, se volvió a hablar del transfuguismo, la agenda de la reforma a la justicia, en otros temas volvimos a hablar del aborto, porque la nueva sociedad digital trae temas que se vuelven taquilleros”, considera el analista.

Uno a uno

Una de las precandidaturas que se da como fija es la de Marta Lucía Ramírez. La vicepresidente saldría a recoger el apoyo del Partido Conservador, el cual le ha entregado su aval para sus campañas en 2014 y 2018.

Hace seis años Ramírez se fue sola en la primera vuelta, cuando logró dos millones de votos, y luego selló una alianza con Óscar Iván Zuluaga, quien pasó a la segunda vuelta a competir con Juan Manuel Santos, quien ganó su reelección.

Dos años atrás Marta Lucía decidió irse a una coalición que llegó a la consulta presidencial de marzo junto a Alejandro Ordóñez e Iván Duque. 

“A hoy, de lejos, ella sería la candidata del Partido Conservador, porque no se ven posibles aspirantes que le puedan competir. El nombre del saliente presidente del BID, Luis Alberto Moreno, quien es conservador, no está caminando aún”.

A su favor tiene que mantiene la coordinación de uno de los sectores más clave, la infraestructura. Así como le pasó a Vargas Lleras cuando fue el segundo de Santos, hoy Ramírez puede salir en un año a recoger los buenos resultados que se pueden cosechar con las vías.

Por el lado del ministro de la Defensa, Carlos Holmes Trujillo, su respaldo estaría representando en el sector de centro del uribismo, es decir quienes acompañaron a Iván Duque en su momento durante la campaña interna que se dio en el Centro Democrático, que terminó en una encuesta.

“El ministro Trujillo antes de pensar en candidatura presidencial debe lograr es dejar resultados en su cargo, porque hasta ahora no se ha visto lo que viene haciendo”, sostuvo un senador del Centro Democrático, que pidió su reserva.

Otro senador uribista, John Harold Suárez, sostiene que la definición de la candidatura presidencial en su partido aún no se ha hablado como será, pero no descartó que se haga en una especie de primarias, en donde con foros programáticos y una encuesta se vaya decantando el candidato de la tendencia que más respaldo logre.

El tercer casi seguro precandidato que saldrá del gobierno es el embajador ante la OEA, Alejandro Ordóñez. 

El exprocurador ya presentó su nombre a los electores, en la consulta interpartidista de 2018 con Ramírez y Duque. En esa ocasión sacó 380.000 votos, que fueron considerados que le llegaron de los sectores de la extrema derecha que apoyan sus postulados.

De ser precandidato otra vez, Ordóñez recogería un pequeño sector del conservatismo, que no se identifica con Marta Lucía Ramírez, como también a algunos uribistas extremos en caso que los nombres de María Fernanda Cabal y Rafael Nieto no prosperan en esas internas que tendría el Centro Democrático.

El nombre de la actual embajadora en Francia, Viviane Morales, no se puede descartar entre los funcionarios de Duque que aspirarían a sucederlo. 

Ella ya en la campaña pasada había aspirado, para lo cual recogió firmas, pero pocos días antes de la primera vuelta en 2018 desistió, por lo que llamó la asfixia económica que enfrentó para financiar su aspiración.

Morales por ahora no ha sido una figura del gobierno Duque, de ahí que su posible aspiración no se ‘cuajaría’ como políticamente se habla. Su nombre ya no recogería el apoyo que tuvo hasta hace tres años cuando se le consideraba la voz de protesta que había en las filas del Partido Liberal, al cual incluso renunció.

Una situación diferente es la que puede ver lo que pasará con el exvicepresidente y saliente embajador de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos, quien expresó en enero pasado que renunciaba para salir a hablar y decir cosas que por ser diplomático no había podido expresarlas.

Santos jugaría en las filas del uribismo, no se debe olvidar que ya en 2014 estuvo a punto de ganarle la postulación a Óscar Iván Zuluaga. Su derrota fue muy cuestionada, porque se dijo que fue víctima de una encerrona que le hicieron los sectores más politiqueros del entonces uribismo.

Otro presidenciable 

Sin que sea de las filas del gobierno, por el contrario más que todo un crítico, está el nombre del actual procurador General de la Nación, Fernando Carrillo, quien termina su periodo en enero próximo, casi un año y medio antes de la elección presidencial de 2022.

Incluso la posible postulación de Carrillo ya tuvo un freno de mano de una persona muy cercana al presidente Duque, el nuevo fiscal general Francisco Barbosa, quien en su discurso de posesión le propuso a él y al contralor, Felipe Córdoba, que se inhabiliten y no presente su nombre para esas elecciones presidenciales.

Será entonces en abril del próximo año, y dependiendo de cómo le está yendo a Iván Duque en la recta final de su gobierno, cuando se conozcan los nombre de cuáles de sus funcionarios esperan recoger sus banderas.

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Colprensa
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Domingo, 23 de Febrero de 2020
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