Los más de ocho millones de votos que obtuvo en la segunda vuelta presidencial solo le servirán al senador Gustavo Petro para demostrar el respaldo ciudadano con el que cuenta como representante de la oposición al gobierno de Iván Duque, pero no para actuar en el Congreso, amparado en los nuevos beneficios que otorga el Estatuto de la Oposición.

Y es que, en vista de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) resolvió negar la personería jurídica al movimiento con el que intentó llegar a la Presidencia de la República, Colombia Humana, Petro y su exfórmula vicepresidencial, Ángela María Robledo, quien se aseguró un cupo en la Cámara, no podrán gozar de las condiciones que desde el pasado 20 de julio tienen aquellas bancadas que se declaren contrarias o independientes al gobierno de turno.

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Así lo advirtió el propio Petro, tras conocer la decisión de los magistrados del CNE que hoy terminan su periodo.

“Eso significa que uno de los derechos de los movimientos en la oposición es tener personería jurídica y si no se tiene esa figura todas las demás normas del Estatuto de Oposición se vuelven inocuas y entonces lo que dijo arbitrariamente el CNE es que nosotros no tendríamos garantías para ese derecho”, explicó Petro.

Así las cosas, entre otras posibilidades, el senador más votado de este periodo se quedará sin el derecho a controvertir las alocuciones presidenciales o las declaraciones de funcionarios de Gobierno, la financiación adicional del 5%, el acceso a los medios de comunicación, el acceso a la información y a la documentación oficial y a participar en la definición de las mesas directivas de las corporaciones de elección popular.

Eso sin contar que el próximo año no podrá presentar, a nombre de la Colombia Humana, candidatos para las elecciones locales y regionales.

Ante estas implicaciones, Gustavo Petro reiteró ayer que van a tomar todas las decisiones de tipo judicial, para defender sus derechos.