La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile

¿Puede Colombia correr la misma suerte de Venezuela?

Detractores de Gustavo Petro lo tildan de supuestamente encarnar el ‘castrochavismo’ por su ideología y cercanía con Chávez.

El plebiscito por la paz que se convocó en octubre de 2016 para que los colombianos decidieran si avalaban o no el acuerdo de paz con las Farc, no solo dejó al país sumido en una profunda polarización, sino que le permitió a uno de los principales partidos de oposición, el Centro Democrático, cimentar una efectiva estrategia electoral con la que han logrado ganar adeptos y fortalecerse políticamente.

Su desacuerdo con el proceso de negociación y lo que se pactó con la desmovilizada guerrilla, llevó al uribismo a acuñar un término que poco a poco fue tomando fuerza y que se quedó en el imaginario de los colombianos, como una amenaza y un riesgo para el país: el ‘castrochavismo’.

“Nos están llevando por el mismo camino  de Venezuela: Castro-Chavismo #SantosEntregaLaPatria”. “Santos: Castro-Chavismo: Chávez con sobornos y Santos con igualación al narcoterrorismo han intentado destruir a las Fuerzas Armadas”. Mensajes como estos, difundidos por el expresidente Álvaro Uribe Vélez y los miembros de su colectividad inundaron diariamente las redes sociales y comenzaron a generar una sensación de alerta entre los colombianos, en vista de la difícil situación que ya empezaba a mostrar Venezuela.

Lea además A Duque le dio temor debatir: Petro

La supuesta entrega del país a las Farc, por cuenta de las concesiones que, según los representantes de la oposición, se les otorgaron a los exguerrilleros en el acuerdo de La Habana; la impunidad y el fantasma de un posible gobierno socialista, dada la influencia de Cuba y Venezuela sobre la desmovilizada organización alzada en armas, se convirtieron en el argumento de peso para que muchos colombianos decidieran darle la espalda al histórico acuerdo de paz y, en su lugar, ayudaran a la victoria del ‘No’.

El propio gerente de esa campaña en 2016, Juan Carlos Uribe, en una polémica entrevista concedida al diario La República, reconoció que la estrategia del partido para lograr que la gente saliera a votar fue apelar a la indignación. “Estábamos buscando que la gente saliera a votar verraca”, dijo.

Freno a Gustavo Petro

A pesar de lo dicho por Juan Carlos Uribe y de que con el paso del tiempo ya han sido varios los análisis que se han hecho para demostrar que Colombia está lejos de seguirle los pasos a Venezuela, no solo porque son dos países completamente distintos, sino porque ya quedó demostrado que al ahora partido Farc no le será fácil llegar al poder, el uribismo sigue batallando sobre su misma teoría, para impedir en este caso la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia de la República.

Le puede interesar Verdes podrán votar por Petro o en blanco

Su ideología de izquierda, la cercanía que en algún momento tuvo Petro con el fallecido expresidente Hugo Chávez y su propuesta de superar las desigualdades, a partir de un modelo económico diferente, se convirtieron en el insumo principal del Centro Democrático y hasta del excandidato Germán Vargas Lleras, para hacer campaña en contra del aspirante de la Colombia Humana.

Los resultados no se han hecho esperar, pues regiones como Norte de Santander, duramente afectadas por la crisis del vecino país, le han copiado juiciosamente el mensaje al uribismo y el pasado 27 de mayo transformaron ese sentimiento de angustia, en votos para Iván Duque, quien contabilizó en las urnas  377.152 apoyos. Petro apenas logró 56.848.

El miedo que se ha generado en torno a la tesis del ‘castrochavismo’ ha llevado, incluso, a que algunas encuestadoras midan ese nivel de temor que existe entre los colombianos, con resultados sorprendentes. En abril pasado, por ejemplo, la firma Invamer les preguntó a más de 1.000 ciudadanos de diferentes regiones si creían posible que en un futuro Colombia pudiera estar en la misma situación de Venezuela y el 50,1% de los consultados respondió que sí.

En vista de este fenómeno que, sin lugar a dudas, marcó la actual campaña presidencial y que tendrá una incidencia en la escogencia del nuevo presidente de los colombianos, La Opinión conversó con el excanciller y exembajador, Julio Londoño Paredes, y el profesor de Ciencia Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, Rubén Ignacio Sánchez, quienes explicaron algunas de las razones por las cuales, es “absolutamente remoto”, que se instaure el ‘castrochavismo’ en Colombia.

Tradición democrática

Uno de los primeros aspectos en los que coinciden Julio Londoño Paredes y  Rubén Ignacio Sánchez, es que Colombia conserva todavía una tradición democrática, con un sistema electoral que si bien tiene fallas, permite la pluralidad de partidos y tendencias políticas.

En ese sentido, elección tras elección, los ciudadanos pueden encontrar una variedad de posibilidades, a diferencia del vecino país en el que cada día se le cierra más la puerta a la oposición, con decisiones que obstaculizan sus posibilidades de participación.

A esto se le suma el hecho de que el Congreso de la República le puso fin a la reelección presidencial, después de dos experiencias, por lo que sigue habiendo alternancia en el poder.

“En Colombia existen una serie de mecanismos establecidos dentro de la Constitución para evitar que un presidente pueda tomar el control absoluto de un país en determinado momento. Venezuela, durante el tiempo del libertador Simón Bolívar y en los últimos 150 años, tuvo apenas 12 años de gobiernos civiles, el resto eran gobiernos militares. Eso nos diferencia de Venezuela”, explicó el exembajador Londoño.

Independencia de poderes

El profesor Rubén Sánchez asegura, también, que en Colombia, a diferencia de Venezuela, todavía existe una independencia de las Ramas del Poder Público que permite la autonomía en la toma de decisiones.

“Tenemos instituciones que por más endebles que sean, son mucho más sólidas que las venezolanas. Tenemos una separación de poderes que mal que bien funciona, un sector privado que tiene un espacio muy importante, un sector educativo que aporta mucho; aquí no hay un control de los sindicatos como hay en Venezuela. En general, tenemos una sociedad muy diversa y muy plural que en nada se parece a lo que viven los venezolanos”, sostuvo el internacionalista.

Sánchez puso como ejemplo, igualmente, lo que sucede con las Fuerzas Militares colombianas frente a las venezolanas. “El madurismo en Venezuela tiene como apoyo fundamental al Ejército, en Colombia no. Aquí el Ejército no comulga con la izquierda, pero tampoco comulga el establecimiento económico y financiero”, asegura el analista.

“Colombia es un país muy difícil de gobernar, dudo que la Corte Suprema, el Consejo de Estado, el Congreso, los gobernadores y alcaldes se dobleguen ante un líder autoritario, por eso en Colombia no ha existido una figura como Chávez”, comentó hace algún tiempo el exministro Fernando Cepeda Ulloa en el diario ABC.

A estos argumentos se le suma también un hecho que es evidente  y es que si Gustavo Petro es elegido presidente de la República, no tendrá un margen de maniobra mayor en el Congreso de la República, que le permita tomar decisiones que puedan afectar a un sector u otro de la población, toda vez que las principales bancadas en el Legislativo son de derecha y no comulgan con las ideas del aspirante de izquierda.  Así las cosas, poner a funcionar su modelo económico, que implica un serie de reformas trascendentales a la Constitución, las cuales deben ser aprobadas por el Senado y la Cámara, no le resultará fácil.

Economía más sólida

Tal vez uno de los puntos que, para los analistas, más le restan crédito a la tesis de que Colombia pueda llegar a la debacle de Venezuela, es el económico.

El docente Rubén Sánchez explica que a diferencia del vecino país, en donde el único recurso económico que les importa y que los sostiene es el petróleo, Colombia tiene una estructura industrial y comercial mucho más completa “y por lo tanto ahí tampoco se encuentran muchas posibilidades de seguir ese mismo camino”.

“Venezuela tuvo el problema de que se acostumbró al petróleo y a ser un país ricachón. Nosotros no tenemos esas características”, comentó también Julio Londoño Paredes.

En el caso de Petro, el mismo candidato ha reconocido desde que inició su campaña que lo peor que le pudo pasar a Venezuela fue depender del petróleo y en ese sentido ha insistido en su propuesta de cambiar el modelo extractivista, por uno basado en el campo y la industria.

A partir de este planteamiento, el representante de la Colombia Humana se ha venido desmarcando del modelo socialista, pues asegura que su apuesta está orientada a lograr una transición que  llevará al país del petróleo, el gas y el carbón a las energías solar, eólica, geotérmica y de las mareas, entre otras.

Image
Lucy Araque
Lucy Araque
Viernes, 15 de Junio de 2018
Premium-home
Patrocinado por:
Logo Empresas
Temas del Día