Tras casi nueve meses de estar prófugo de la justicia, el excomandante de la extinta guerrilla de las Farc, Jesús Santrich, concedió una entrevista a Argia, una revista española, en la que aseguró que la ‘Nueva Marquetalia’, grupo subversivo que creó junto con Iván Márquez, no tuvo responsabilidad en el ataque que iba a ser perpetrado contra Rodrigo Londoño Echeverri, Timochenko, el máximo jefe del ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.
“Las Farc-Ep, segunda Marquetalia, la Fuerza Revolucionaria Alternativa del Partido Comunista o cualquier otro partido político no tienen intención de hacer ataques físicos y morales contra los líderes o militantes de ningún partido político. Eso es incuestionable. En caso de desacuerdos ideológicos, debemos tratarlos a nivel ideológico y no al revés”, dijo en la entrevista.
El exguerrillero y exnegociador en La Habana señaló que aún siendo representante a la Cámara se hizo a un lado porque no había garantías.
Y aseguró que no huyó sino que, por el contrario, decidió hacer su resistencia clandestinamente. “Donde puedo luchar por el futuro de mi país sin ser objeto de hostigamiento judicial y amenazas diarias de muerte. Aquí hay peligros, pero incluso si lo hiciera, moriría luchando, y no ser despiadado, desarmado, desarmado en la guerra sucia que libra la poderosa casta de Colombia”, sostuvo en la entrevista.
Santrich dijo que tomaron las armas de nuevo por “la traición” del Gobierno a la hora de no implementar y cumplir los diálogos de paz que se acordaron durante más de cinco años en La Habana (Cuba).
“Queremos dejar en claro que la rebelión no es una bandera que ha fallado o derrotado. Tiene la fuerza para mantenerse al día con el legado de Manuel Marulanda y Bolívar, trabajando con el fondo y a fondo”, señaló el excombatiente al medio español.
Santrich, así como Iván Márquez, anunciaron en octubre pasado, por medio de un video publicado en YouTube, que se hacían a un lado de la implementación de los acuerdos de paz y se unían a lo que sería la ‘Nueva Marquetalia’.
A los excomandantes de las Farc se les vio con guerrilleros y cada uno con un fusil al hombro.
