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Se reduce la presencia de mujeres en alcaldías para el periodo 2020-2023

Hace cuatro años, en las elecciones locales de 2015, siete lograron la victoria.
Un panorama gris para las mujeres que aspiraban dirigir las riendas de sus municipios a partir del próximo primero de enero, fue el que se dibujó este 27 de octubre en Norte de Santander.
 
Tan solo tres representantes de este género, de las 21 que se postularon en 15 municipios (14%), fueron elegidas en las urnas para el periodo 2020-2023.
 
Hace cuatro años, en las elecciones locales de 2015, siete mujeres lograron la victoria en Bochalema, Chinácota, Durania, Mutiscua, Ragonvalia, Ocaña y Sardinata. Las alcaldesas de estos dos últimos municipios, sin embargo, no alcanzaron a terminar sus mandatos, por líos con el manejo de la contratación.
 
En esta oportunidad, solo Betsaida Montejo Pérez, en San Calixto; María Virginia Torres Calbate, en Puerto Santander; y Corina Yasmín Durán, en Tibú, consiguieron volcar al electorado a su favor y salieron triunfantes en las urnas.
 
En el caso de Durán, su situación es todavía mucho más particular, puesto que ella llegó a la competencia a última hora y por cuenta de un hecho lamentable y desafortunado. Su esposo, Bernardo Betancurt, era el candidato del Partido Conservador a la Alcaldía de Tibú, pero fue asesinado a mediados de septiembre, en medio de la campaña electoral.
 
Aunque su nombre no aparecía en el tarjetón, Durán terminó llevándose el mayor número de votos por parte de los tibuyanos.
 
La competencia en este convulsionado municipio del Catatumbo fue mucho más interesante, pues la puja por el primer lugar fue justamente entre dos mujeres. La otra candidata de la contienda era Ana María Pérez, respaldada por Cambio Radical y el liberalismo.
 
Ganadoras y valientes
 
Además de que fueron pocas las mujeres elegidas para las alcaldías de Norte de Santander, hay un dato que llama la atención y es que dos de las tres mandatarias electas, tuvieron que hacerle frente a la violencia política que marcó el reciente proceso electoral.
 
Mientras que Corina Durán tuvo que sufrir la muerte de su esposo y asumir su causa, la nueva alcaldesa de San Calixto fue víctima de un atentado que por poco la saca abruptamente de la carrera. A pesar de las circunstancias que afrontaron y del dolor  de perder a un ser querido, decidieron seguir adelante con sus proyectos y no se dejaron amedrentar por los violentos.
 
‘El machismo sigue primando’
 
Jairo Oviedo, coordinador de la Misión de Observación Electoral (MOE) en Norte de Santander lamentó que apenas el 7,5% de los nuevos alcaldes del departamento sean mujeres y dijo que esto lo que deja en evidencia es que el machismo sigue primando en la política local y regional.
 
“Es lo que siempre hemos dicho, los partidos en la región no tienen una vocación real para impulsar liderazgos de mujeres en política. El machismo todavía sigue primando y esto hace que para las mujeres sea mucho más difícil el ejercicio político”, dijo.
 
Sostuvo que el llamado “techo de cristal” también existe en política, en la medida que son menores las posibilidades económicas y de infraestructura para que una mujer pueda llegar a un cargo de elección popular.
 
¿Y en las corporaciones?
 
Pero si en las alcaldías el panorama para las mujeres después de las elecciones del domingo se opacó nuevamente, después de un despertar hace cuatro años, en el Concejo de Cúcuta las cosas no resultaron mejor.
 
De acuerdo con los resultados, tan solo una mujer logró meterse en el grupo de 19 concejales que coadministrará la ciudad en el próximo periodo: Carime Rodríguez. La dirigente liberal venía ocupando ya una silla en el cabildo, tras la renuncia de Jaime Marthey, y si bien logró renovar su credencial, no fue posible que más mujeres la acompañaran en los próximos cuatro años.
 
“Me hubiera gustado ser mayoritarias. No sé si estamos todavía en un país machista, pero nos falta más. Lo que nos queda ahora es trabajar, hacer las cosas bien y tomar el liderazgo de la corporación”, dijo.
 
Al respecto, Jairo Oviedo reprochó que la famosa Ley de Cuotas, creada para incentivar la participación de la mujer en la política, terminó siendo “una cosa perversa”, pues los partidos solo inscriben mujeres para cumplir el requisito, pero sin opciones reales de ser elegidas.
 
“Realmente, lo que se necesita de fondo es una reforma política como la que en su momento propuso la comisión especial, que incluya las listas cerradas y cremallera”, planteó.
 
En la Asamblea, por el contrario, en esta ocasión la participación mejoró, pues de no tener ninguna representante del género femenino, en el próximo periodo estarán dos: Milena Calderón, conservadora, y Ruby Chacón,  liberal.
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Viernes, 1 de Noviembre de 2019
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