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Yáñez dice que 'naturalmente' la experiencia en lo público hace falta en su gabinete

El alcalde de Cúcuta reconoce que les ha hecho falta comunicar más y de una manera más asertiva lo que están haciendo.

A un año de haberse posesionado como alcalde de Cúcuta, Jairo Tomás Yáñez Rodríguez, no cuenta con la mejor calificación por parte de los ciudadanos que depositaron su confianza en el proyecto de renovación que planteó y que resultó victorioso en las urnas.

Al menos eso es lo que reflejan las encuestas de las últimas semanas y que han vuelto a poner todas las miradas sobre la administración municipal.

En diálogo con La Opinión, el mandatario local se refirió a los resultados de los sondeos que no lo dejan muy bien posicionado, explicó cuáles son las razones que pueden estar originando la desconexión con los cucuteños, las fallas que se han dado en su gabinete, así como los planes y proyectos que están sacando adelante y los retos para que la ciudadanía los conozca y se apropie de ellos.

Una encuesta nacional lo ubica hoy como el alcalde del país con la imagen más negativa, 65%, ¿en qué cree que está fallando su Alcaldía? ¿Por qué siguen sin conectar con los cucuteños?

En una pregunta sobre una fotografía de un momento de gran crisis (la respuesta) no puede ser otra a la que se reflejó en la encuesta. Pero detrás están las soluciones, están las apuestas por mejorar ese indicador. El alcalde no puede cambiar las cosas de la noche a la mañana, pero se están haciendo cosas muy importantes. Nos queda trabajar, coordinar y seguir empeñados en sacar adelante nuestro Plan de Desarrollo.

Pero, ¿han hecho el ejercicio con su equipo, de sentarse a identificar dónde están esas falencias que no permiten que el mensaje llegue como debería?

Nos falta comunicar más y más asertivamente la cantidad de apuestas por el desarrollo integral que estamos liderando, a partir de la lucha frontal contra la corrupción.

¿Y por qué un año después no se han hecho esas correcciones?

Lo bueno es enemigo de lo ideal. Pienso que en cualquier empresa y con mayor razón en nuestra empresa llamada municipio de Cúcuta, todo tiene que ser sujeto de un plan de mejora continua, de una evaluación, de la generación de indicadores y eso en el tiempo nos ha permitido prever y hacer algunos cambios. Estamos revisando Secretaría por Secretaría, tenemos muchas cosas por mejorar y hemos empezado a hacer muchos cambios.

Uno de los aspectos que desde muy temprano dejó en evidencia que al interior de su gobierno las cosas no iban bien, fue la renuncia de secretarios importantes, además de varios subsecretarios. ¿No cree que cuando ya son más de 10 las dimisiones, en apenas 11 meses, el asunto deja de ser normal?

En las 25 empresas que está manejando el alcalde siempre estarán presentes los cambios en función de la mejora continua. Cada ocho días, el alcalde, en el consejo de gobierno, mide cuatro indicadores: la gestión externa, la colaboración entre el equipo de trabajo, la disponibilidad y el indicador de respuesta a las quejas de los ciudadanos y la ejecución presupuestal. Un funcionario público tiene que estar muy pendiente de eso. Todo aquí se mide por resultados y creo que el beneficio no es para el alcalde, sino para la ciudadanía.

¿Le ha pasado factura el haber conformado un gabinete sin mucha experiencia en lo público?

Naturalmente que la experiencia hace falta, que el ejercicio de no tener un movimiento político detrás, apoyando con recursos humanos importantes nos generó un vacío, pero en este caso se trata de hacer una administración sin importar el color del gato, lo importante es que cace ratones. La mala costumbre de las administraciones pasadas era que los cargos se daban a dedo y no había evaluaciones. Los planes de trabajo se hacían simplemente con asesores externos. Hoy tenemos un Plan de Desarrollo construido con el apoyo de la comunidad y aprobado por el Concejo, en un ejercicio de construcción de valor. Aquí no quiero buscar culpables, pienso que el trabajo nuestro, detrás de toda la situación actual, es comprometernos cada vez más con el trabajo en equipo.

A propósito de renuncias, ¿a Francisco Cuadros lo sacaron de su administración los contratos que suscribió días antes de que se votara la moción de censura, sí o no?

Ese es un tema supremamente delicado, pero quiero anexar una frase: el ejercicio por la recuperación ética y moral de la ciudad no es una tarea del alcalde, es de todos los ciudadanos. La lucha contra la corrupción y por la transparencia nos ha llevado a ver que en el caso del doctor Cuadros hubo, simultáneamente, a pesar de que está en proceso de investigación, no solamente esos contratos, sino otros temas que se venían llevando a cabo durante todo el proceso, que sin politiquería queríamos estructurar. Finalmente, el Concejo, en su libertad total de juzgar y llamar a cuentas, llama a un funcionario que lamentablemente no se pudo integrar al equipo y que planteó un discurso que aparentemente no tenía reconciliación con el mismo Concejo. La coherencia entre la contratación, en la no politiquería, con una de las apuestas importantísimas irrenunciables del alcalde, que es no cambiar puestos por puestos públicos o votos, llegó a generar un muy mal ambiente alrededor del doctor Javier Cuadros, muy mal ambiente.

Es decir, ¿fue incoherente el exsecretario con su proyecto?

Hay tres palabras en el plan de gobierno: sin mentir, sin robar y sin traicionar. Creo que no soy juez de la República, pero la traición es cuando uno presenta situaciones que no puede explicar.

¿Usted sabía que esa contratación se iba a hacer y precisamente en medio de la coyuntura de la moción?

Se venía trabajando en una serie de apuestas para reforzar el trabajo en el espacio público, pero también se encontraron otros temas internos que confirman que había estrategias de generación de empleo y de puestos públicos sin la correspondiente justificación.

Empleo y seguridad

Usted insiste en que han logrado recuperar unos 65.000 empleos en medio de la pandemia, ¿cómo se explica esta cifra, pues muchos expertos han cuestionado que no son empleos formales?

Estas son las cifras oficiales del Dane y las estadísticas del Dane tienen la mayor credibilidad y seriedad. El acalde no puede, por ningún motivo, salir a discutir ni a favor ni en contra de esas cifras; las cifras son las cifras y con base en ese criterio la Alcaldía no bajará por ningún motivo la guardia, por el contrario, tendremos que seguir estimulando la formalización empresarial.

¿Cuál es el plan para que en el corto plazo se empiecen a dar resultados frente a la preocupación de los cucuteños por la inseguridad?

Hay dos sitios donde se generan los mayores y más críticos indicadores de inseguridad: uno es el área rural de Cúcuta, por la presencia de nueve o diez grupos ilegales. La zona rural de Cúcuta aporta no menos del 90% de los homicidios. El otro escenario complejo que aporta un 60% de los indicadores de inseguridad se llama el Canal Bogotá. Allí estamos llegando con toda la institucionalidad, pero el problema no es solamente de fuerza pública o de Policía, es un problema de la Secretaría de Seguridad, de la Secretaría de Bienestar Social, un problema de Salud, de Gobierno y de nuestra capacidad de denuncia como ciudadanos. El resultado de las apuestas que estamos haciendo nos permitirá empezar a evacuar a todas estas personas en condiciones de drogadicción, para llevarlos a los Centros de Escucha, porque son no menos de 9.000 ciudadanos que generan todo tipo de situaciones de inseguridad.

¿Cuáles son los principales avances del plan de intervención que se iba a adelantar en las llamadas ‘zonas de miedo’?

En los Centros de Escucha muchas de las personas que se han recogido hoy están siendo graduados de bachilleres, están siendo sujetos de recuperación. También, estamos por iniciar uno de los proyectos de salud quizás más ambiciosos de la ciudad, que es la construcción de una clínica de rehabilitación en el barrio Gaitán, en un bien que era del antiguo Seguro Social.

¿No cree también que, como primera autoridad del municipio, le ha faltado exigir muchos más resultados a la Policía y al mismo Gobierno, pues hay quienes dicen que desde hace tiempo debió haber pedido que la Policía Metropolitana la dirigiera un general con más poder de mando y decisión, algo que hasta ahora se va a dar?

Naturalmente que, como ya lo dije, lo ideal es totalmente contrario a lo excelente. Siempre habrá posibilidades de mejorar. La ciudad ha crecido, demanda una reestructuración general de todo su aparato administrativo y de control, y ese es un plan de mejora al que le apostamos precisamente con la Policía, con la Secretaría de Seguridad, con un plan estratégico con visión de futuro que estaremos presentando creo que, en menos de ocho días, incluso con apoyos externos, para que nos ayuden a ver integralmente los problemas.

Logros en el año que termina

¿Cuáles son esos principales logros conseguidos este año por su administración y que considera han pasado inadvertidos para los cucuteños?

La lucha contra la corrupción, que está reflejada en la apertura total a la contratación. Pasar de un solo proponente por contrato a 35 en promedio, esa es una cifra histórica. Recibir una ciudad con un déficit superior a los $25.000 millones y entregarla con superávit en un solo año, gracias no solo a la gestión del gobierno sino a haber recuperado la confianza de la gente que está pagando y atendiendo sus obligaciones con el municipio.

¿Y cuál será la o las grandes apuestas para 2021 o para los años que le restan a su gobierno?

Las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), el sistema de movilidad de Cúcuta, estamos atendiendo unos planes de emergencia en espacio urbano, vías, saneamiento básico y agua potable. Hay dos proyectos de vivienda muy interesantes y la reconversión económica y social del área rural de Cúcuta. También está la segunda calzada del anillo vial occidental y terminaremos el puente Benito Hernández, con el apoyo de la Gobernación y el Gobierno Nacional.  Estamos haciendo una importantísima apuesta por la estructuración del proyecto de cinco hospitales de segundo nivel, más una clínica metropolitana y antes de un mes estaremos concretando el proyecto de la clínica materno infantil Virgilio Barco.

¿Y esos proyectos cuentan con financiación?

Sí. La apuesta es que con los recursos que llegan con el Catastro Multipropósito, en el primer año, habiendo atendido todo el endeudamiento que fue necesario adquirir, tendremos en el corto tiempo no menos de $65.000 millones de inversiones en infraestructura, saneamiento básico, diseños, para fondear proyectos y su estructuración.

Estos son proyectos más de largo plazo que tal vez la gente no ve como solución a su situación económica, ¿cree que a eso obedecen esos bajos niveles de popularidad?

Lamentablemente eso no resuelve el problema de alimentación y la pobreza en forma inmediata. Son proyectos con visión de futuro y a eso es a lo que tenemos que apostarle, a contarle a la ciudadanía todas estas apuestas. Pero, no desconoceremos que nuestra primera apuesta será por la reactivación del empleo, por la atención de las necesidades primarias de la población.

¿De qué manera intentarán cambiar esa percepción que hoy tienen los cucuteños de su gestión?

No quiero que se me reconozca o se me aplauda ante las situaciones y los retos que estamos enfrentando, quiero que se reconozca el trabajo permanente y la preocupación permanente por el cambio. Quiero que se reconozca el ejercicio de la transparencia, de haberle devuelto la confianza a la ciudad, en la lucha contra la corrupción, la apertura de la contratación. El reto está en preocuparnos mucho más por informar, por contar las apuestas que hemos venidos realizando y que se pueda valorar lo que se está haciendo y lo que tenemos por mejorar.

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Lunes, 14 de Diciembre de 2020
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