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Por los barrios
¿Cuál será el destino de los Yukpa?
Los indígenas se sienten mejor en Cúcuta, a pesar de las difíciles condiciones en las que se encuentran.
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Jean Javier García
Miércoles, 13 de Diciembre de 2017

 

El panorama que se vislumbra para las decenas de familias Yukpa, asentadas debajo del puente internacional Francisco de Paula Santander, en límites entre Cúcuta y Pedro María Ureña (Venezuela), probablemente seguirá siendo el mismo. 

Este martes, otra vez decenas de indígenas seguían a lado y lado del paso elevado, viviendo en el parque del barrio El Escobal, entre la miseria y el olvido al que parecen estar condenados. 

Los niños grandes seguían jugueteando desnudos, mientras que los bebés dormían en el suelo, entre las basuras; las mujeres tendían viejos atuendos por doquier; los hombres adultos ofrecían sombreros, unos más pedían limosna, y los enfermos y viejos descansaban bajo la sombra. 

Aunque por cuestiones propias de la etnia no permiten ser contados, las autoridades han determinado que en el barrio El Escobal se asientan unas 109 familias, de ellas lo que más preocupa es que hay alrededor de 146 niños, casi la mitad de ellos con enfermedades respiratorias, en la piel y estomacales, entre otras; unas 9 madr​es gestantes están a punto de parir. 

Las mujeres que ya dieron a luz piden pañales, alimentos, carpas y tendidos para sus hijos venezolanos; los hombres, en cambio, piden dinero para comprar mercado; y en ese diario vivir sigue este pueblo indígena desubicado.

Ese es el punto de discusión por el cual las autoridades tienen serios planteamientos sobre la realidad de los yukpas. 

Y para entender qué es lo que está sucediendo, La Opinión se dirigió a las entidades que tienen que ver con el tema; lo que se concluye de sus respuestas es que no está claro quién es el responsable en este caso. 

Para las autoridades, el problema surge lógicamente de la delicada situación económica  venezolana; no obstante, es en Colombia donde afloran las enfermedades, las necesidades y se observa un gran deterioro social, entre otros fenómenos.

Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf)

La directora del Icbf, Beatriz Fiallo Martínez, sostuvo que hoy en día los indígenas se están asentando en cualquier parte del Área Metropolitana porque aquí consiguen más productos de los que podrían adquirir en la Serranía de Perijá, municipio de Machiques, estado Zulia (Venezuela). 

Con el dinero que recogen en la ciudad compran alimentos de la canasta familiar que en Venezuela no hay: arroz, maíz, carne y otros más que en su tierra solo se consiguen en los cascos urbanos. Los Yukpa, en sus condiciones naturales, son cazadores y viven de la pesca, actividades que en Cúcuta no pueden realizar y por eso sobreviven del comercio de sombreros o la limosna.

Fiallo Martínez señaló que ha sido la gran solidaridad y el amor de los cucuteños lo que provocó que cada día lleguen más integrantes de esta etnia a suelo cucuteño, atraídos por la moneda colombiana. 

Según la directora regional, el tema está siendo atendido por un grupo de autoridades y no por cada entidad por separado, debido a que este es un problema de Estado. 

Desde la primera vez que llegaron 32 adultos y 41 niños, se creó una mesa interinstitucional para brindarles atención y se logró que el 7 de septiembre retornaran a su país de origen, brindándoles acompañamiento familiar, ofreciéndoles bienestarina líquida, pasajes y mercados.  Este número de indígenas en Colombia se ha multiplicado.   

Fiallo indicó que el Icbf ha trabajado en brindar atención integral a las familias y no solo a los niños, porque se tenía la impresión de que la entidad solo se encargaba de quitar a los menores.

No obstante, con los Yukpas el problema tiene un trasfondo diferente porque en este caso el Icbf no tiene facultades para brindar protección retirando la patria potestad a los padres, debido a que estos son de nacionalidad venezolana.

Alcaldía de Cúcuta

Según la alcaldía, desde las diferentes secretarías se ha coordinado dos veces el retorno de esta comunidad a suelo venezolano, siendo la administración municipal y la Ungrd las que han corrido con los gastos del transporte, con apoyo de la Cruz Roja, Policía de Infancia y Personería;sin embargo, se ha evidenciado que, pasados unos días, los que se fueron retornan nuevamente con más personas a su lado.

No se ha cuantificado cuál es el valor de la ayuda. Dijo el secretario de Gobierno que el de los yukpa se está convirtiendo en un carrusel, porque mientras se devuelven unos llegan otros. 

"En El Escobal los vecinos se quejan por la problemática que se les presenta en el barrio, pues allí los Yukpa están en el parque, debajo del puente. La gran preocupación son los niños", enfatizó Gerardino, quien una vez más hizo un llamado al gobierno nacional para que se apersone de este problema que ya desbordó la capacidad municipal.

Secretaría de Salud 

Aunque la secretaria de Salud, Judith Ortega, no ofreció una respuesta directa, se pudo conocer que el gobierno nacional dispuso de una resolución este año conla cual se inyectaron $2.000 millones al sistema; actualmente el recurso no ha sido transferido al departamento. 

Municipios fronterizos de Norte de Santander como Tibú, Villa del Rosario, Cúcuta y Puerto Santander siguen recibiendo en sus centros de salud a cientos de pacientes venezolanos. Esto acarrea un gasto extra para el estado colombiano, pero también para el mismo personal que labora en estos espacios.

En el reporte que hacen las diferentes ESE al Instituto Departamental de Salud (IDS), se indica que el número de atenciones a venezolanos pasó de 12 a 36 por día durante el 2017.

Hospital Huem

Según Norberto García Romero, coordinador del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Erasmo Meoz, la institución solo oferta salud si el indígena llega al centro asistencial por urgencia. Comúnmente los yukpa no asisten a los hospitales por tradiciones.

En el pueblo yukpa no se garantiza ninguna condición de salubridad que permita una niñez o maternidad segura.

Cancillería

Frente al tema migratorio de las comunidades indígenas en zona de frontera, la Cancillería dijo que es necesario precisar que para ellas se aplican conceptos de integración, facilitación y derecho consuetudinario. Es decir, una costumbre que se vuelve norma. 

Para ellos no existen fronteras, son ancestrales y su presencia en la región radica desde antes de las delimitaciones creadas por las naciones. 

Como los Yukpa que entran a Colombia son extranjeros, deben registrarse; luego, el país de origen debe garantizar que son indígenas. 

Según Migración Colombia se desconoce si existen indígenas entre los registrados con Tarjeta Migratoria Fronteriza.  

La Cancillería informó que Asuntos Indígenas del Ministerio del Interior tiene mayor conocimiento sobre el manejo del tema. 

Ministerio del Interior

Horacio Guerrero, director de Asuntos Indígenas del Ministerio del Interior, dijo que el tema es más difícil cuando se requiere atender a extranjeros sin la condición de indígenas.  

La Cancillería, órgano competente, debe solicitar al gobierno de Venezuela la condición de indígenas de los Yukpa para reconocer su calidad de extranjeros: si son refugiados, están de paso, u otra condición. 

Los países firman tratados donde se relacionan conceptos y se formulan estrategias para mejorar el tratamiento a los indígenas. 

La solución: hay que activar una comisión binacional con enfoque diferencial.

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