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Por los barrios
El barrio Cerro Norte no es como lo conocen
El estigma de la violencia lo opaca y hace invisible el mejor mirador que tiene Cúcuta.
Lunes, 28 de Diciembre de 2015

Una panorámica envidiable, con amaneceres dignos de cualquier postal... Ese es uno de los mayores atractivos de Cerro Norte (comuna 6).

Sin embargo, el estigma de la violencia lo opaca y hace invisible el mejor mirador que tiene Cúcuta.

“Cuando les digo a los taxistas que vamos para Cerro Norte, no aceptan llevarme: seguimos cargando el peso de la violencia que un día rondó por este sector”, explica con resignación Víctor Olarte.

No le queda de otra que ir en buseta y bajarse en la entrada del barrio y seguir a pie, o pagar a un mototaxista para que lo suba hasta su casa, a unas cuadras de la Cancha del Chulo, de triste recordación. Hoy es Cancha de La Paz.

La cancha podría convertirse en uno de los miradores más privilegiados de la ciudad, si los cucuteños le apostaran a pegarse el viaje hasta allá y dejaran atrás los malos recuerdos de las ejecuciones que grupos al margen de la ley hicieron en este sector en los años 90.

“No queremos que nos señalen por cosas malas del pasado, sino que nos reconozcan por lo bueno que podemos aportarle a la ciudad”, dice Marlene Parra, mientras acompaña a su hijo a un juego de fútbol en la rústica cancha.

Los vecinos dicen que su barrio, que solo tiene una entrada, a la vez salida, es muy tranquilo, y que solo han tenido que lidiar con un estigma viejo. Aseguran que esos días negros quedaron atrás y trabajan de la mano de la Unidad para la Atención y Reparación Integral de las Víctimas y fundaciones locales para reconstruir una imagen positiva de su amado barrio.

El Festival Cerro Norte por la paz, el perdón y la reconciliación fue una de las iniciativas más recientes en este sector y contó con la participación del equipo de tejedores del programa Entrelazando.

Este espacio sirvió para que víctimas y victimarios se unieran en torno de actividades artísticas, culturales y deportivas. 

Así mismo, en el marco del Festival por la vgfida, los vecinos recorrieron las calles del barrio con faroles y velas para   iluminar el oscuro pasado del sector y hacer un pacto colectivo de amor, paz y reconciliación. 

A finales del mes, la oenegé Territorium adelantó el proyecto Juventud y paz, que permitió impulsar procesos de participación ciudadana en los jóvenes. La iniciativa fue financiada por el Ministerio del Interior.

Hoy, a paso lento, pero seguro, según la comunidad, Cerro Norte abre nuevos espacios de participación y reconocimiento para demostrarle a los cucuteños que su amado cerro “no es como la gente cree”.

Es un lugar privilegiado que la ciudad desconoce.

*La Opinión.

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