Un repentino tiroteo interrumpió las clases la semana pasada en el Colegio Julio Pérez Ferrero sede Simón Bolívar, luego de que los involucrados atravesaran el patio de recreo en moto durante su huida.

Aunque el incidente se presentó en la trocha Los Cerezos, sobre el anillo vial occidental, unos 200 metros más adelante de la sede educativa, los implicados aprovecharon que el colegio no tiene encerramiento alguno para salir fácilmente por sus predios.

“Estamos muy expuestos al peligro y eso se hizo evidente con este incidente. Llevamos una década pidiendo muros y rejas y nadie  nos ha puesto atención”, dijo Mauro Corredor, coordinador de la sede.

Corredor explica que pese a que esta situación no es desconocida por la Secretaría de Educación Municipal la Alcaldía no ha atendido sus requerimientos.

Además de los motociclistas intrusos, Corredor asegura que los profesores deben estar muy alertas porque con frecuencia personas ajenas a la institución se meten en ella. Adicionalmente, la sede ha sido  objeto de robo en dos oportunidades.

“Con los padres de familia hemos planteado la idea de construir el encerramiento con recursos de gratuidad, pero esta plata es insuficiente”, explicó el coordinador.

Corredor asegura que ni con los recursos de gratuidad de cinco años podrían encerrar una cuarta parte del colegio. La sede tiene alrededor de dos hectáreas.

(Los niños del Colegio Cornejo sede San Isidro también tienen una sede descubierta y consideran que los ponen en peligro.)

El profesor Orlando Landazábal dijo que hasta   las vacas y las cabras de las fincas vecinas se cuelan en el patio y las aulas, y manifestó su preocupación porque un incidente como el de la semana pasada se repita, puesto que los niños salen a fisgonear.

Esta sede está a la espera de una inversión nacional que les permitirá ampliar su cobertura educativa con la construcción de 24 aulas más. Sin embargo, el proyecto no incluye el encerramiento de la planta física, lo que sigue generando preocupación entre la comunidad estudiantil.

La sede Simón Bolívar no es la única desprotegida de la zona. El Colegio Cornejo sede San Isidro, también sobre el anillo vial occidental,  padece esta situación.

Unos 150 niños de primaria reciben clases y juegan en el recreo en un lote sin encerrar.

En la comuna 7, las sedes Guadalupe y Juan Bautista Scalabrini están al descubierto y también han sido frecuentadas por los ladrones. Esta última tiene un encerramiento parcial logrado con gestión ante particulares.

La Opinión