“La maldad existe y se manifiesta con la brujería o la santería que le dan a las personas el poder de dañarle la vida a sus enemigos o amarrar a sus amores imposibles, contra su voluntad", es una frase que dice constantemente Tomasa*, una mujer que desde hace años ha practicado el espiritismo.
Para ella sus clientes son de respeto y duda en revelar sus identidades, pese a los actos que le piden que haga como ‘amarrar’ al amor imposible para que no tenga a alguien más y se desespere por verlo (a).
Y es que el poder que supuestamente tienen los velones, las cartas, las yerbas, los tabacos y los santos va contra toda lógica, pues las personas más razonables despreciarían la idea de que un ritual puede ser efectivo en la manipulación de alguien.
Pero quienes buscan a estos expertos en ‘favores delicados’ están tras resultados que se han cumplido poco a poco, cada uno con pagos por sesiones que pueden costar hasta los $200 mil –dependiendo de la fama del brujo-.
“Yo llevo cuatro meses trabajando a mi pareja, es que él es muy celoso y ‘perro’ –mujeriego-, tengo que tenerlo a raya para que no se busque a otra mujer”, dice sin vergüenza alguna Susana*, quien ha invertido cerca de un millón de pesos en velones, tabacos y los pagos a Tomasa* por ‘amarrar’ a su ser querido.
¿Cómo se logra?
La experta explicó que ella no usa su ‘don’ de comunicarse con los espíritus para favores de ese tipo, pero hizo una excepción.
“Yo purifico, le quito entierros, males y hasta enfermedades postizas a los clientes. Veo a alguien y siento que un brujo lo está trabajando con tierra de muerto, una fotografía, una prenda, cualquier modo. Le hago sesiones, lo baño y poco a poco va saliendo del mal”, dijo.
Para ‘amarrar’ a una persona ella solo necesita tener los datos y algún objeto que tenga su esencia, así puede ejecutar el ritual con los espíritus en el que se encarga, según ella, de desesperar a la víctima para que en su mente solo piense en alguien.
También estos ‘expertos’ ofrecen afectar el rendimiento sexual y las emociones de las personas, la fortuna e implantar enfermedades que los médicos no logran esclarecer.
Pero, lo más difícil, según Tomasa*, es que quienes acuden a los brujos entiendan que están haciendo un daño, porque “imagínese que la persona desesperada por amor no contenga toda esa pasión y le haga algo a la víctima. O que un brujo más fuerte devuelva el maleficio a quien lo pidió. No se puede jugar con candela”, dijo.
¿Una creencia o una realidad?
Leidy Medina, psicóloga, explicó que las personas que piensan que atando a alguien a su vida obtendrán un amor que los haga sentirse bien. Por ello, una opción para sanar esos problemas sería la terapia psicológica.
Para la profesional en la salud mental es importante que se entiendan los procesos que conlleva superar el proceso de sanación. Además, ella piensa que la brujería es una creencia popular a la que muchos acuden.
Lamentablemente, según la profesional, muchos tienen la creencia de que acudir a un psicólogo es sinónimo de locura, mientras que una consulta con un brujo es una forma fácil y sencilla de solucionar sus problemas.
“La persona sacará muchas excusas para ir al psicólogo. Es más, un mecanismo de defensa para afrontar la situación… En esa decisión está lo que otras personas han dicho al respecto”, añadió.
Mientras psicólogos y sacerdotes aconsejan no acudir a los brujos, los abuelos de la región cuando son consultados por el tema dicen: “pocos hablan de la brujería, pero que la hay, la hay”.
* nombres cambiados
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