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Cúcuta
¿Cuándo la COVID-19 será una enfermedad endémica?
Desde hace más de 18 meses los términos pandemia y epidemia se volvieron recurrentes
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Eduardo Bautista
Eduardo Bautista
Jueves, 14 de Octubre de 2021

 

Han pasado 20 meses desde que el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS),Tedros Adhanom Ghebreyesus, anunciara en Ginebra (Suiza), el 11 de marzo de 2020, que la nueva enfermedad por el coronavirus 2019 (COVID-19), se podía caracterizar como una pandemia, profundamente preocupado por los alarmantes niveles de propagación de la enfermedad y por su gravedad.

Hoy, cuando las vacunas contra la pandemia y las medidas adoptadas por el organismo mundial de salud están dando resultados para frenar la andemia, que se ha cobrado la vida de más de 4,8 millones de personas en el planeta, la palabra endemia ha ingresado de manera esperanzadora a los discursos relacionados con el virus de la COVID-19.

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Andrés Arias, pediatra especialista en infecciones, dijo que una endemia es una circulación viral sostenida, en una población donde hay personas que ya tienen cierta protección por infección natural, es decir porque tuvieron la enfermedad, o porque están vacunados.

En ese sentido, el virus solo tenderá a afectar a la población susceptible que nunca se ha infectado, que  no se ha vacunado o que tiene alguna condición de defensas bajas que la pueda exponer a mayor riesgo.

El médico cucuteño dijo que así las cosas, la COVID-19 se comportará probablemente igual que se comporta la gripe estacional, es decir con periodos en el año en el que pueden haber eventos de contagio en los que aumenten los casos, pero que no lleguen a picos históricos como los que se han tenido.
 

COVID-19 en América Latina.

 

Aunque el virus pueda seguir siendo muy agresivo, en una población vacunada probablemente la gravedad no sea igual y la COVID-19 se comporte como un virus respiratorio estacional que son los que usualmente se ven.

“La enfermedad seguirá circulando mucho tiempo, por lo que la ventaja de mantener vacunación es evitar nuevas variantes que vuelvan a ser eventos de fugas, pero si se mantienen las mismas variantes el sistema de defensa las reconoce y evita los picos altos”, dijo Arias.

Agregó, que ya se puede decir que hay endemia porque hay una circulación sostenida, lo que se puede apreciar con la apertura económica, donde múltiples virus conviven con el Sars-Cov2, y está siendo normal encontrar influenza y la COVID-19.

Sin embargo, por ser la propagación de humano a humano no va a ser tan sencillo cortar esa cadena de contagio, por lo que una vez se logren esquemas de vacunas completos, seguramente se tenga que hacer refuerzos de vacunas como ocurre con la influenza estacional o gripe, puntualizó Arias.
 

Los establecimientos que no cumplan con los protocolos de bioseguridad podrán ser cerrados por la Policía Nacional. / Foto: Cortesía/ La Opinión

 

Atención a los picos de la enfermedad 

David Fajardo, asesor de salud de la Gobernación de Norte de Santander, dijo que todos los países sufrieron los rigores de un virus nuevo, que no se conocía, que es el Sars-Cov2 que generó el virus de la COVID-19.

El Ministerio de Salud informó recientemente que la situación epidemiológica actual de la Covid-19 pasaría de ser una pandemia a un endemia, diferencia que radica en que a pesar de que esté ocurriendo la misma enfermedad en todos los países, como la hipertensión, la diabetes, el dengue o la malaria, pasaría a ser otro evento de interés en salud pública la Covid-19. 

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Es decir que “no es que la enfermedad se va a erradicar, sino que se van a evitar con la vacunación por ahora estados graves y severos como la muerte, pero se va a continuar teniéndola en casos leves o en su defecto asintomáticos, que es lo que se está deseando”, explicó.
 
Sin embargo, por haber sido una pandemia y ser una enfermedad que puede afectar a toda una población en un corto periodo de tiempo y llevar a morir a gran cantidad de personas, se le debe hacer un seguimiento riguroso y obligatorio por parte de todas las entidades territoriales de salud, como las secretarías de Salud y los Institutos Departamentales de Salud.

Lo importante es que mientras esa vigilancia se hace en una localidad o una región y en un periodo específico, se van a revisar cuáles son esos picos, es decir cuándo se aumenta la cantidad de infectados en ciertas épocas del año, para que de esta manera las entidades territoriales de salud estén preparadas mediante un plan, un programa y unas acciones para evitar que se aumenten esos picos, según Fajardo.

Agregó que será igual que con la influenza, que a pesar de que algún momento fue una pandemia, hoy es una endemia, con dos picos en el año: uno entre abril y mayo, y otro finalizando el año, en septiembre-octubre, que coincide con el periodo de lluvias, como se está viendo en la actualidad. 

“La medida que se toma es la vacunación a población en riesgo, como adultos mayores, los niños y personas que tengan comprometidos sus sistemas de defensa, meses antes a que se presente ese pico”, precisó el experto.

Comportamiento del coronavirus en el mundo./AFP

 

Combinación de factores

Julián Fernández, director de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud y Protección Social, dijo que “cuando hablamos de una epidemia nos referimos al incremento del número de casos, por encima de lo esperado para una región específica en un momento específico en el tiempo, de un evento de interés en salud pública; algunas epidemias pueden llegar a tener una alta propagación geográfica. Una pandemia es una epidemia que alcanza una alta propagación en varios continentes”. 

La endemia por su parte, es un evento de interés en salud pública, por lo general una infección, que tiene un comportamiento dentro de un umbral (cambios esperados de acuerdo con lo observado históricamente) para una región y periodo específico, es decir, que tiene comportamientos estacionales con picos en ciertas épocas del año y que estos se presentan, prácticamente, todos los años.

Sin embargo, existe la posibilidad que en una enfermedad endémica se presenten epidemias, como sucede con el dengue, la malaria o las infecciones respiratorias, en algunos momentos del año, debido a diferentes condiciones, como las climáticas, que pueden ocasionar valores por encima de lo esperado y ser normal para ese lapso.

El funcionario agregó que la pandemia por la COVID-19 ha tenido un alto impacto en salud pública; pese a ello, se espera que, al igual que con otros virus respiratorios, comience a tener un comportamiento endémico. “Lo que esperamos es que sea una endemia de bajo impacto, esto en términos de salud pública quiere decir que, el comportamiento que tenga para una región dada, a lo largo de los años, se presente dentro de unos niveles aceptables”.

Agregó que el gran desafío sería discutir qué es un nivel aceptable. La aparición de nuevas variantes hace que, incluso con altas coberturas de vacunación, pensar en un cero COVID es técnicamente, si no imposible, sí muy difícil al menos a corto y mediano plazo. 

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Las estrategias están enfocadas entonces a controlar el impacto del virus y la reducción de casos graves como la muerte, hospitalización y secuelas crónicas de la enfermedad.

Las estrategias están enfocadas entonces a controlar el impacto del virus y la reducción de casos graves. /Foto archivo La Opinión

 

¿Qué sigue?

Para el director de Epidemiología y Demografía de la cartera de Salud se debe mantener la vigilancia epidemiológica, el monitoreo y respuesta rápida, aunque la COVID-19 se convierta en endemia. Asimismo, se hace necesaria la continuidad de algunas medidas básicas de autocuidado, que sirven, incluso, para prevenir otras enfermedades.

“En el caso de las infecciones respiratorias, cada vez se reconoce más el papel que tiene la transmisión por aerosoles, no limitado solamente a COVID sino a muchas otras infecciones respiratorias. Uno de los grandes aprendizajes de esta pandemia es la necesidad de aumentar la ventilación en espacios cerrados, así como el lavado de manos, que es una medida que siempre ha existido”, aseguró.

El tema del uso del tapabocas es una gran discusión que se dará y que en Colombia aún es prematura tenerla. Aunque lo más importante es que las personas con infecciones respiratorias deberán seguir aislándose sea o no sea COVID, para evitar la propagación de la enfermedad, como es lo normal en otros países.

“Este virus nos ha enseñado a ser prudentes con respecto a los pronósticos. Varios expertos internacionales coinciden de que, probablemente, hacia finales del año y principios del próximo año, los mayores impactos en salud pública de la pandemia se van a disminuir, es decir, esperamos que se siga disminuyendo en Colombia, ya lo estamos observando, el número de muertes, el número de hospitalizaciones, incluso, en menor medida, la incidencia”, expuso Fernández.

Particularmente las vacunas tienen una alta efectividad para prevenir las formas graves y para reducir el contagio. En esa medida, se requiere que las coberturas crecientes de vacunación a nivel mundial sean equitativas, sumadas a la inmunidad natural dada por la exposición al virus, para tener en primera instancia una protección colectiva a las formas más graves de la enfermedad.

También el comportamiento biológico del virus permitirá una evolución positiva de la situación epidemiológica. “De eso depende que podamos hablar, no solo de esa endemia, sino de esa endemia de bajo impacto, esa combinación de factores lo hará sostenible”, señaló.
 

Muchos ciudadanos en Cúcuta aún no asumen su responsabilidad en el autocontrol de l pandemia, por ello es común observarlos en las calles sin tapaboca y en aglomeraciones. / Foto Alfredo Estévez/La Opinión

 

Llamado a la sociedad

“El hecho de que sea endemia no quiere decir que los epidemiólogos y los salubristas nos olvidemos de él, vamos a tener que seguir monitorizando este evento como otros, vamos a tener que seguir haciendo evaluaciones y respuesta rápida en salud pública, vamos a tener que seguir estudiando brotes como con otras infecciones, en el marco de una vigilancia epidemiológica”, expresó el director.

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De igual manera instó a la búsqueda activa de las personas que aún no se han vacunado, especialmente los mayores de 50 años, “mantener las medidas básicas de aislamiento y rastreo de contactos, en donde todas las personas que tengan síntomas respiratorios se aíslen o si no tienen síntomas respiratorios, pero son contacto estrecho de un caso confirmado o tienen una prueba positiva, aunque no tengan síntomas, tienen que aislarse, no solamente por protegerse a sí mismos, sino por proteger a los demás y, particularmente a los más vulnerables, incluso si están vacunados, así cortamos las cadenas de transmisión”, reiteró.

Por supuesto, el uso correcto del tapabocas, el lavado frecuente de manos y la ventilación de los espacios seguirá siendo fundamental.

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