Las redes sociales, por estos días, han tenido más publicaciones relacionadas con el hurto de vehículos y motocicletas principalmente en el área metropolitana de Cúcuta que, pese al esfuerzo de las autoridades, se ha convertido un fenómeno difícil de enfrentar, principalmente, por ser zona de frontera.
Hasta el 31 de diciembre de 2020, un total de 311.827 vehículos se encontraban registrados en las oficinas de Tránsito de Norte de Santander, 61.917 de ellos de placa extranjera, por lo que lo amigos de lo ajeno, que en la mayoría de los casos utilizan armas de fuego, ven en el hurto de los automotores un negocio redondo.
Según cifras facilitadas por la Secretaría de Seguridad Ciudadana, en los meses de junio, julio y agosto se tuvo un incremento en el hurto de carros, pero una disminución en el robo de motos (ver tablas).
En cuanto a automóviles, en junio se hurtaron 11 vehículos en Cúcuta, la cifra aumentó a 16 en julio y cayó en agosto a los 13 casos, para un total de 40 en el trimestre que, comparado con el mismo periodo de 2020, presentó un incremento en 15 casos.
Por su parte, en la línea de robo de motos, las cifras han venido a la baja, presentando 62 casos en junio, 39 en julio y 27 en agosto, para un total de 128 casos, que sigue siendo inferior a los presentados en esos mismos meses de 2020, en los que se hurtaron 168 motocicletas en la ciudad.
Uno de los casos de robo de vehículos se presentó el viernes sobre las 7:00 de la mañana en el barrio Aniversario II. Hasta la casa de *Ricardo llegaron dos personas que aprovecharon que estaba sacando su camioneta, una Ford Ranger 2013 gris, para ingresar a la vivienda y proceder a amarrar a su esposa, amenazar a su hijo y hurtar celulares, dinero en efectivo, un computador y el vehículo.
“Ellos colocaron un arma cerca a mi hijo y lo dejaron sobresaltado diciéndole que si gritaba o algo me iban a matar, fueron momentos de angustia porque ya no respetan ni a la familia”, comentó *Ricardo a esta redacción.
Aunque asegura que instauró la respectiva denuncia y se comunicó con las autoridades, además posteó el caso en redes sociales, solo ha recibido llamadas de personas que buscan sacar provecho pidiendo dinero en cambio de supuesta información.
“Ahí me enviaron varias personas la misma foto asegurando que la camioneta está en Venezuela, pero es información que no sirve para nada, por lo que estamos en manos de las autoridades para poder recuperar la camioneta”, mencionó.
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El pasado lunes sobre las 8:25 p. m. el epicentro de los amigos de lo ajeno fue el barrio Prados del Este, donde tres sujetos armados ingresaron a una papelería para hurtar joyas, un celular y una camioneta Toyota Prado XL 2020 blanca, vehículo que aseguran las víctimas fue conducido a una de las trochas que llevan a Venezuela.
“El robo fue de película porque incluso altos mandos de la Policía siguieron las acciones desde el centro de monitoreo de cámaras, allí se pudo establecer que la camioneta salió a toda por el anillo vial, se comió los reductores de velocidad, incluso hubo disparos y colisionó con un taxi, pero no alcanzaron los esfuerzos porque en esa zona operan las Bacrim”, dijo *Alfredo.
Así como *Ricardo y *Alfredo y sus familias resultaron víctimas, el pasado viernes la Policía frustró otro intento de hurto, esta vez de una motocicleta Empire de placas venezolanas. Según comunicaron las autoridades, se realizó el Plan Candado en el sector de La Palmita, de Villa del Rosario, donde se ubicó la motocicleta.
Tras la recuperación, el vehículo fue devuelto a su propietario, quien se acercó hasta la estación de Policía de Villa del Rosario.
(*) Identidades recreadas por motivos de seguridad.
Negocio millonario
El hurto de automotores que se cumple en Cúcuta y el área metropolitana tiene varios destinos, según la Policía.
Los investigadores han establecido que, una vez hurtado el vehículo, las bandas lo esconden en caletas en la zona rural de Cúcuta, muy cerca de las trochas que van a dar a Ureña y San Antonio, en suelo venezolano (ver infografía).
En estos lugares los vehículos son desguazados muy rápidamente y sus partes trasladadas por trochas en horario nocturno hacia Venezuela.
Lo que han establecido las autoridades es que las bandas dedicadas a este delito están aprovechando, por un lado, que en el vecino país hay escasez de repuestos, y por el otro, que allí las partes las pagan en dólares, lo que hace lucrativo el negocio.
“Es un negocio que está dejando ganancias del mil por ciento”, dijo un ciudadano venezolano que aseguró que allá por un par de llantas usadas de automóvil se pagan hasta 200 dólares, el equivalente en pesos a unos 700 mil pesos colombianos.
El cucuteño Horacio Jácome, le dijo a La Opinión que recientemente vendió un Optra automático de placas venezolanas, versión de lujo, modelo 2008, a un ciudadano que le aseguró que lo iba a pasar para Venezuela para venderlo allí.
“De lo que me entero es que a ese mismo carro le fue ganado por el comprador 9 millones de pesos, lo vendió en 20 millones, al cambio del dólar a pesos”, dijo Jácome.
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La Policía de Cúcuta recientemente recuperó un vehículo que no alcanzó a ser sacado hacia Venezuela por una trocha en territorio de San Faustino. Ya lo habían empezado a desguazar para llevarlo por partes, dijeron investigadores a La Opinión.
Otra parte de los vehículos hurtados, en especial motocicletas, son llevadas al Catatumbo, donde son usadas en labores de minería y para el transporte de combustible y otros insumos de la industria del narcotráfico.
Las motos son muy pedidas en esa zona, y la demanda es alta debido al desgaste que sufren estos vehículos por las condiciones agrestes por donde las circulan, dijeron investigadores de la Policía a La Opinión.
La Opinión conoció que el negocio deja millonarias ganancias, sobre todo en Venezuela, donde las partes y repuestos son pagados en dólares.
“Se volteó la arepa, hace 20 años era de allá para acá que ocurría el hurto de vehículos para traerlos a Colombia”, dijo un comerciante de La Parada.
¿Qué controles se están haciendo?
En diálogo con José Alejandro Martínez Ortíz, secretario de Seguridad Ciudadana de Cúcuta, el funcionario explicó a esta redacción que debido a las altas cifras de robo de motos y de carros en la ciudad en el primer trimestre, se tomaron acciones para contrarrestar el fenómeno.
“Lo que fue diciembre y los tres primeros meses de este 2021 se tuvo un incremento alto de hurto de motocicletas, la principal modalidad sigue siendo el halado, que es permitir el factor oportunidad o dejar descuidado el vehículo”, señaló el funcionario a La Opinión.
El secretario sostiene que algunas personas dejan sus vehículos en algunos lugares que no son aptos para guardarlos, “dicen que un momentico no más y en las investigaciones se comprueba que hasta dejan las llaves en el vehículo”, manifestó Martínez, quien invitó a no dar ‘papaya’.
La secretaría resaltó la cifra de automotores recuperados y devueltos a sus propietarios entre el 1 de enero de 2021 al 5 de septiembre de este año, lapso en el que se recuperaron 18 automóviles y 114 motos, superando lo logrado en 2020, cuando se devolvieron 17 carros y 105 motos.
“Las capturas y las acciones de prevención en Cúcuta han generado que en los últimos dos meses se presente una disminución de casos de robo de motos respecto al mismo periodo del año anterior. La idea es incrementar estas acciones porque hay varias investigaciones y procesos en curso que prontamente estarán dando resultados”, señaló Martínez.
