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La historia de dos hermanos que crearon su propia editorial para dar vida a sus libros

Carlos Orlando y Jorge Eliecer Pardo fundaron hace 50 años Pijao Editores, la editorial independiente más antigua del país

 

La tarea iniciada por los hermanos Carlos Orlando y Jorge Eliecer Pardo en su juventud para mostrarle a su región, a Colombia y el mundo su obra literaria dio sus frutos, porque además de lograr difundir sus novelas, cuentos y libros de poesía, hoy pueden decir con orgullo que también abrieron el camino para que otros jóvenes del país pudieran publicar y van más de 1.600 autores y más de 800 volúmenes publicados en Editorial Pijao, la empresa que fundaron en 1972 y que a mediados de junio celebrará sus 50 años.


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La Opinión conversó con Carlos Orlando Pardo, el mayor de estos dos escritores tolimenses, autor entre muchas obras, de la novela ‘El beso del francés’, una apasionante historia de amor en una época particular de  Colombia, con el trasfondo del poblamiento del Tolima, que dio origen al Líbano, la tierra natal de Carlos Orlando y Jorge Eliecer. 


¿Cómo ha sido este medio siglo de Pijao Editores, un referente editorial para aquellas generaciones de escritores que han requerido de un medio asequible para dar a conocer sus creaciones literarias? 


Carlos Orlando Pardo: Ya completamos 50 años con  Pijao Editores, que has sido calificada por la Cámara de Comercio de Ibagué (Tolima) y por el Instituto Caro y Cuervo como la editorial independiente más antigua de Colombia. 

Hemos cumplido la tarea no solo de hacer libros, sino de dedicarnos a la investigación de todas las cuestiones regionales produciendo enciclopedias como el ‘Manual de Historia’, hecho por autores doctorados en el tema, un manual de historia del Tolima que  no existía; recoger toda la memoria de la región haciendo una antología de todos sus poetas, todos sus cuentistas, estudiar todos y cada uno de los  novelistas a lo largo de la historia, y recoger todos los perfiles, las fotografías y las historias de los músicos del departamento y organizar un diccionario de autores de la región desde el Siglo XIX hasta los años que van corriendo.


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Toda esta tarea investigativa a la que le hemos dedicado más de 30 años, finalmente se concretó gracias a una idea de mi hijo Carlos Pardo Viña, escritor y Periodista, en una enciclopedia virtual titulada ‘Tolima Total’, que está al servicio de la gente, de profesores, de estudiantes, de padres de familia, de lectores normales, de curiosos.

Vemos la seguridad de que en la medida que cada región, cada sector del país averigua a fondo todas sus historias, reconozca todos sus artistas, estamos construyendo de una mejor manera el país, porque es gente que no necesariamente aparece siempre en los medios de comunicación, sino que hacen tareas silenciosas pero de mucho valor en el  campo musical, académico, histórico, teatral, periodístico, y eso nos ha generado muchas satisfacciones.

Entrevista con el escritor Carlos Orlando Pardo

 

Así mismo, hemos contado con colecciones de mucha importancia, como ‘Cincuenta novelistas colombianos y una pintada’, una colección que fue declarada como la mejor de la Feria del Libro de Bogotá.


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Se ha hecho también la colección de ‘Maestros Contemporáneos’. Hicimos un acuerdo con el Grupo Editorial Sial Pigmalión de España, donde nosotros publicamos autores españoles y ellos a su vez publican autores colombianos que son presentados en la Feria del Libro de Madrid.

Tenemos entonces en gran síntesis más de 1.600 autores publicados, más de 800 volúmenes, y estamos en la alegría de conmemorar  estos 50 años de Pijao Editores, entre el 8 y el 11 de junio de este año, con un encuentro nacional de escritores de los publicados por la editorial y con un congreso internacional de colombianistas, donde tenemos confirmadas 32 universidades norteamericanas que están llenas de jóvenes doctores en literatura, que han dedicado sus esfuerzos, su trabajo y sus lecturas a estudiar la literatura colombiana. 

Así mismo, vendrán escritores españoles, gente de Perú y otros países por lo que será un evento internacional de mucha importancia para celebrar este esfuerzo que inició cuando aún nosotros no completábamos los 25 años, pero que ahora mi hermano Jorge Eliecer y yo, los fundadores de la editorial, en una edad madura tenemos la alegría de haber contribuido y trabajado en la difusión de los sueños y de las obras de autores mayores, de autores de nuestra propia generación y de autores jóvenes, difundiendo esos pensamientos, esos estilos, esas escuelas, esos mundos creados por nuestros escritores.

Estamos en ese proceso para un evento que no llama tanto la atención como los espectáculos musicales, los actos políticos o el fútbol, pero que es una manera de construir el país desde la imaginación y desde la paz.

Entrevista con el escritor Carlos Orlando Pardo

 

¿Cómo fueron esos orígenes de Carlos Orlando y Jorge Eliecer Pardo como escritores y  las dificultades que para publicar sus escritos, que los llevó a la idea de fundar una editorial y  cumplir así sus sueños?

C.O.P: Mi hermano y yo éramos estudiantes de la Universidad del Tolima, en la facultad de educación, y al mismo tiempo unos maestros de escuela. Logramos vender a un agiotista nuestros sueldos de maestros para conseguir lo de la primera edición de ‘Las primeras palabras’, cuatro cuentos de Jorge Eliecer y cuentos míos, todos ganadores y finalistas en concursos regionales y concursos nacionales.

Hicimos una edición de 3.000 ejemplares que se agotó rápidamente por lo que teníamos tantos estudiantes, éramos conocidos a través de nuestra dirección en el suplemento literario del entonces diario El Cronista, y cumplíamos una tarea de activar el amor por la lectura de autores como Manuel Zapata Olivella, Fernando Soto Aparicio, Gustavo Álvarez Gardeazábal, David Sánchez Juliao, Carlos Perozzo, escritores de todas partes que venían a dictar conferencias, hacer seminarios, a presentar sus libros y todo esto generó una atmósfera muy favorable y de mucho interés para la región y particularmente para la juventud, ayudado por nuestros colegas los educadores, que siempre son como la columna vertebral de la difusión del amor y de mantener el entusiasmo por la lectura.


¿Cómo se da el acercamiento de aquellos escritores que quieren publicar sus obras con la editorial, cuál es el mecanismo para que esos proyectos literarios se conviertan en libros?

C.O.P: Los escritores que desean hacerlo nos envían los originales a través del correo de Pijao Editores o al correo personal. Nosotros tenemos un grupo de lectores de la editorial que está compuesto por un escritor, un ama de casa, un profesor de literatura, diversas personas que nos ofrecen una variedad de criterios para saber si el libro realmente vale la pena publicarlo. 

Luego de que el comité lo apruebe nos ponemos en contacto con el autor, le contamos que es de nuestro agrado y firmamos un contrato de derechos de autor con quien se encarga de ese asunto, hacemos una edición pequeña de muestra que la distribuimos en la Librería Nacional y en la librería Lerner, con quien tenemos nosotros los contactos. 

Ese es el proceso y la gente debe tener un poco de paciencia, porque la creencia es que lo único que tenemos que hacer es leerle su libro y a los días tenerle ya la opinión, y la verdad es que a nosotros nos toca pagar ese trabajo a los lectores para recibir finalmente el informe que son dos o tres opiniones, y desde luego antes nosotros hemos hecho una hojeada al libro para ver si vale la pena distribuirlo a ese comité de lectores.


¿Cuántos libros pueden llegar a publicarse en un año o en un tiempo determinado?

C.O.P: Eso es muy relativo y no es que uno se fije como meta que van a ser tantos en el año, por ejemplo, nosotros   ahora en la conmemoración de los 50 años vamos a publicar 30 títulos nuevos, que son para la colección de crítica, una serie de ensayos alrededor de los autores colombianos, pero también tenemos la colección de novelas. Poco insistimos en el tema de la poesía porque hay otro hermano que es editor y tiene una editorial titulada Casa de Libros que se ha especializado en poesía, pero nosotros vamos a publicar en esta ocasión dos poetas, aunque también hemos publicado muchas antologías.


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Así va saliendo el catálogo y hay años que por la situación económica, entre otros aspectos, publicamos 10 libros, o publicamos 50 o 70. Cuando hicimos, por ejemplo, ‘Cincuenta novelas colombianas y una pintada’,  fueron 51.000 libros de un solo lote, edición que por fortuna se agotó de manera rápida por el impacto de sus autores como Pedro Gómez Valderrama y toda la plana titular de la literatura nuestra, desde los mayores hasta los más jóvenes.

Entrevista con el escritor Carlos Orlando Pardo

 

¿Qué tan rentable puede ser este oficio de editor o ha sido más amor al arte, a la literatura?

C.O.P: Sí, porque nosotros desde nuestra condición de escritores tenemos esa pasión y nos encanta hacer esa tarea, pero es un esfuerzo económico grande porque la gente ahora está en una situación tan difícil que no tiene con que darle de comer al cuerpo y mucho menos darle de comer al alma. El libro se ha vuelto una especie de artículo de lujo, cuando en los países desarrollados es un artículo de primera necesidad.

Nosotros en virtud a eso hemos puesto libros a precios muy populares, porque no nos interesa tener ahí lo que para muchos es simplemente un negocio y para nosotros es una tarea emotiva y del alma y nos interesa es tratar de recuperar los gastos, porque no vivimos de la editorial sino vivimos para la editorial.


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Esa ha sido la labor que nos emociona, que  nos reconforta, que nos hace sentirnos útiles y cumpliendo una tarea grata, que es la del oficio nuestro. Hay editoriales que firman contratos con autores que hasta dentro de 10 años no pueden editar el libro porque apresan al autor, por el contrario nosotros dejamos en plena libertad a los autores, si quieren publicar con otra editorial o por cuenta propia lo pueden hacer, además en términos prácticamente rigurosos, salvo algunas excepciones nosotros nunca cobramos para publicar un libro, sino pagamos por publicar. 

Esa es otra ventaja, porque hay gente que publica libros porque los paga, nosotros a veces cuando la situación económica está difícil hacemos coediciones, donde asumimos la mitad del costo del libro y el autor otra parte, pero cada vez la situación está más difícil porque la gente hoy por hoy se va más al cine, más a Netflix, a Star Channel y esos famosos canales donde proyectan fabulosas películas, inclusive la literatura es llevada al cine, lo del precio de los libros y que la gente ha perdido la disciplina del libro físico.

Por esa razón tenemos en nuestra página colecciones completas como la de ‘Cuento Colombiano’ que son eBook, por eso el libro electrónico empieza a calar en Colombia como ha calado en otras partes.

En una conferencia en Miami, me preguntaron ¿Cuáles libros suyos hay en internet para comprar? y yo no tenía ni uno. Eso nos llevó a pensar en esos libros electrónicos porque ya la gente tiene su tableta y su forma de leer de otra forma a como nosotros aprendimos en nuestra generación. 


¿Recuerda autores de Norte de Santander que publicaran con Pijao Editores?


C.O.P: Nortesantanderano Carlos Perozzo (autor de la novela ‘Hasta el sol de los venados’, 1976, que tiene como escenario principal su ciudad natal, Cúcuta), que fue nuestro gran amigo durante toda la vida hasta su muerte, donde lo acompañamos en sus últimos años, porque él venía mucho al Tolima, particularmente a Carmen de Apicalá, y leímos toda su obra, es una obra muy significativa, una obra muy importante y creemos que él es un símbolo de la literatura de Norte de Santander.


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Lástima que no se hayan seguido haciendo reediciones. Carlos Perozzo nos había entregado un libro de cuentos para una colección que se llamaba ‘Todos los premios’, pero  no pudimos publicarlo porque al morir Carlos nosotros no habíamos firmado ningún contrato con él.


‘El beso del francés’ es una de sus novelas más representativas, ¿Cómo logró consolidar esa historia que tiene como trasfondo la colonización del Tolima y el Viejo Caldas?


C.O.P: Hubo un fenómeno del Siglo XIX que permitió la fundación de 103 municipios en Colombia entre el Viejo Caldas y Tolima, que generó un proceso de migración por la facilidad de adquirir tierras mediante una ley del presidente José Hilario López (presidente de la República de la Nueva Granada entre 1849 y 1853), pudieron empezar a construir lo que fue la economía de Colombia a través del café, proceso jalonado por la colonización antioqueña.

Detrás de ese fenómeno formal, había historias distintas como la llegada de franceses, ingleses, turcos, gente de muchas partes huyendo de las guerras, que venían tras la búsqueda de aventuras, de una nueva vida y se establecieron aquí en Colombia, inclusive eso venía desde la época de la independencia.

Yo me averigüé la historia de un francés, de Desiré Angee, que se casó con una monja (Mercedes González), él era ateo y ella muy religiosa, y generaron todo un ambiente de colonización, de compra de tierras y se dieron a la tarea de poblar el territorio. 

Ha sido una de las obras que me ha llevado más tiempo escribir, porque duré 10 años en la investigación hasta producir una novela que ha gustado mucho, está en este momento siendo traducida al francés y que me genera mucho orgullo porque se trata de la lucha épica de esos pueblos, que como en el génesis, como lo hacía Moisés, como lo hacían los turcos y como lo hicieron tantos pueblos en el mundo para lograr establecerse.


Esa colonización del Tolima que está implícita en ‘El beso del francés’, es similar a otras regiones de Colombia como el Catatumbo en Norte de Santander,  colonizada mediante procesos migratorios durante diferentes épocas ¿Conoce de esos procesos?

C.O.P: Si claro, el Catatumbo, lo mismo que el Caquetá, que se consolidaron producto de la inmigración, producto de las luchas de la gente que formaron esos pueblos, levantaron sus familias, organizaron sus trabajos, lo que es admirable leer que todas esas comunidades que en búsqueda de una mejor vida lograron soñar en un lugar propio donde enterrar sus muertos, donde criar a sus hijos, donde crecieran sus ilusiones, pudieran establecer sus maneras de comer y de tener un techo para protegerse. 

Esa historia de los pueblos como lo hicieron tantos a lo largo de la historia de la humanidad no deja de ser apasionante y sigue siendo apasionante, como en Europa por ejemplo, la barbarie de los mongoles que están vecinos a Rusia, la misma Ucrania de donde nació Rusia, los pueblos nórdicos, lo que significó Irlanda, todo ello genera una pasión por ver cómo ha sido el desarrollo  de los villanos pero también de los héroes, la historia de sus mártires y de sus luchas. Eso siempre es atractivo, en el cine, en la literatura, en la historia.


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Eduardo Bautista
Eduardo Bautista
Jueves, 7 de Abril de 2022
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