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Amenazas, millonarias exigencias y terror, las bases del falso servicio

Dos extranjeros fueron las recientes víctimas en la zona rural de Cúcuta.

“Están secuestrados por el Eln. No se muevan, que los tenemos vigilados y si intentan hacer algo, les disparamos”. Con esta amenaza, infundiendo terror y resaltando el poder criminal que ha caracterizado a este grupo armado ilegal, es que se inicia, en su mayoría, los casos de secuestros y extorsión exprés en la modalidad de falso servicio en Cúcuta.


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Dos extranjeros, un suramericano y otro europeo, fueron las recientes víctimas de este fenómeno delictivo que se ha incrementado en la capital de Norte de Santander, originado, en gran proporción, desde la cárcel.

Estas personas fueron contratadas para supuestamente servir de traductoras en medio del negocio de un predio con un comprador extranjero, por lo que fácilmente cayeron en la trampa de los delincuentes y accedieron a ir hasta la vereda Puerto Lleras, en la vía que comunica a Puerto Santander.


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Las víctimas siguieron las indicaciones en busca de la finca a donde debían llegar y en ese momento fueron intimidadas, haciéndoles creer que estaban bajo la vigilancia del Eln, por lo que no debían comunicarse con nadie y esperar las indicaciones de los presuntos guerrilleros.

Según se conoció, los delincuentes se contactaron con los propietarios de la empresa para la que trabajan los extranjeros y les exigieron 50 millones de pesos a cambio de no hacerles daño y dejarlos libres. Todo eso sucedía mientras que las víctimas estaban sin señal de celular en la zona rural.

En ese momento, el Gaula de la Policía fue alertada del hecho y de inmediato se inició la detección de la modalidad y la negociación con los delincuentes para adelantar la búsqueda de las víctimas de manera paralela.

En menos de dos horas desde que las autoridades conocieron el hecho, unidades de la Policía Metropolitana de Cúcuta ubicaron a las víctimas y las retornaron al casco urbano sin ningún inconveniente.

Cárcel de Cúcuta

 

José Martín Cruz, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en Norte de Santander, allegado a los extranjeros, resaltó la labor del Gaula de la Policía e instó a la comunidad a que confíe en la institución y no acceda a pagar las millonarias sumas que exigen los delincuentes sin tener ninguna vinculación con las víctimas.

“Queremos comentar la favorabilidad de hacer la denuncia oportuna. Una acción delincuencial colocó a una familia en riesgo por un supuesto secuestro. La denuncia oportuna ante el Gaula logró evitar el pago de una extorsión de 50 millones de pesos y recuperar a estas personas que estaban con incertidumbre en la zona rural”, expresó el líder sindical.


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Entre tanto, el coronel Francisco Narváez, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Cúcuta, insistió en que, cuando suceda un hecho similar, las personas no deben pagar las exigencias que les hacen, sino alertar de inmediato a las autoridades.

 
Las recomendaciones

Un integrante del Gaula dio algunas recomendaciones para que las personas no sean ‘presas’ fáciles de la modalidad de falso servicio. Entras estas está la de verificar si la persona que lo está contratando tiene alguna oficina o un contacto de fácil acceso. Además, tener certeza de que el servicio por el que lo van a contratar sea real.

Asimismo, es importante que cuando se vaya a hacer un desplazamiento por fuera del casco urbano, se alerte a algún familiar para que haga un seguimiento constante.

Las autoridades insistieron en que, en caso de sospechar de ser víctimas de esta modalidad, se comuniquen a la línea nacional del Gaula 165, o al número 3232756110, donde rápidamente se les brindará asesoría.

“Queremos que las personas también se acerquen a las instalaciones del Gaula y denuncien, acá los asesoramos, les enseñamos a manejar la calma y entramos en proceso de negociación con el equipo de investigadores”, explicó una fuente judicial.

En enero de este año se han conocido al menos doce casos de la modalidad de falso servicio. No se han dado capturas, porque estos hechos se originan desde la cárcel, intimidando a las víctimas y sus familias a través de llamadas telefónicas.


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Martes, 31 de Enero de 2023
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