Una especie de ‘estampida’ de jóvenes cucuteñas se produjo al enterarse que el programa ‘Au Pair’ les ofrece trabajo de niñeras en el exterior a cambio de muchos beneficios.
Los requisitos no son tan fáciles, pero sí posibles como el de estar entre el rango exigido de edad.
El papeleo corre por cuenta del interesado, con la única ayuda de diligenciar la visa. En algunos casos las familias del exterior exigen videos del ambiente donde se desenvuelve la futura niñera y varias entrevistas en línea, en inglés. Por lo tanto la candidata debe dominar el idioma y, en caso que no tenga la suficiente fluidez, allá lo perfecciona antes de empezar a trabajar.
El programa no es nuevo, pero cada vez toma más fuerza entre bachilleres y universitarias que buscan otra opción de vida fuera de esta franja fronteriza.
Soñé siempre salir del país
Carla se enteró del programa por algunas amigas de la universidad que viajaron antes que ella. El programa hace campañas en universidades y en redes sociales.
La cucuteña de 25 años tomó la firme decisión de viajar en septiembre del año pasado a Estados Unidos amparada por el programa ‘Au Pair’ (niñera que vive con la familia).
Su nivel de inglés lo considera avanzado porque también su profesión se lo exigía.
A pesar de estar laborando en Cúcuta quería salir del país. “Mi sueño era conocer otros lugares y esta oportunidad me dio todas las herramientas para hacerlo de forma segura. Mi familia siempre estuvo de acuerdo y está feliz de verme en Estados Unidos”.
Su experiencia de niñera la califica de espectacular. “Vivo en Chicago, una de las ciudades que siempre quise conocer. He viajado y he conocido lugares que solo pensé ver en películas como Nueva York o Las Vegas. Pero también hay que tener en cuenta que esta experiencia es una lotería y que como a mí me fue muy bien, a otras niñas les ha ido muy mal”.
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Aclaró que “el pago es bueno, si lo comparas con lo que se gana en Colombia y si se hace el cambio. Pero también hay que tener en cuenta que ya no vivimos en Colombia y como ganamos en dólares, gastamos en dólares. Mi programa tiene la ventaja de que las familias deben suministrar alimentación y vivienda, pero aún así, el pago no es tan alto para el costo de vida en ciertas ciudades de Estados Unidos”.
“La familia a la que llegué es hermosa, son estadounidenses, aman mucho a sus hijos y aman compartir tiempo con ellos. Eso es fundamental, porque tu llegas como una ayuda cuando ellos están en sus trabajos. Son muy humanos y siempre se preocupan porque yo esté bien y contenta”.