Unidad de Restitución de Tierras hace acompañamiento.
Valorar a la mujer, reconocer la fuerza de los jóvenes y destacar la importancia del relevo generacional, fueron algunas de las expresiones evidentes durante el lanzamiento de las nuevas líneas especiales de café Don Antón en el municipio de Ocaña.
El evento desarrollado en el hotel Hacaritama hace parte de una estrategia entre la Cooperativa de caficultores del Catatumbo y la Unidad de Restitución de Tierras, respaldada por el programa Colombia transforma que marcó como objetivo el fortalecimiento de la Asociación de mujeres de Otaré, Amosif.
La estrategia, basada en la transformación y comercialización del grano reúne a mujeres, hombres y jóvenes que alrededor del café, ha encontrado no solo un cultivo sostenible sino la oportunidad de integrar a las familias para que sea el empalme generacional como eje transversal de la fuerza productiva del territorio.
Un grano para la paz, mujeres y jóvenes cafeteros son las tres líneas promovidas entre la población desplazada por la violencia en la zona del Catatumbo.
Mujeres de armas tomar
La representante legal de la Asociación de Mujeres ocañeras para la Superación Integral de la Familia en el corregimiento de Otaré, Amosif, Leidy Johana Pérez Suárez resaltó la articulación de las estrategias encaminadas a mejorar los ingresos en la economía rural agraria.
“El gremio está conformado por 64 mujeres campesinas víctimas del conflicto armado y madres de familia. Nos encontramos en un proceso de constancia y resiliencia como protagonistas en la producción de la línea especial de café luego de superar la violencia”, indicó.
Calificó como un resurgir de las personas el que no flaquean ante las adversidades para mantener a familias estables y duraderas que aportan a la economía del país con el fin de construir una mejor sociedad.
Señala que gracias a los programas de restitución de tierras recuperan los espacios para trazar un nuevo camino de vida. “Nos han devuelto las esperanzas con proyectos productivos que dignifican nuestra labor a través de un producto rentable en los mercados, esa comercialización se da mediante un proceso donde se tuesta el grano y se entrega directamente al consumidor final a buenos precios que valora la calidad del café ofertado”, agrega.
La líder campesina resalta el apoyo de las distintas entidades en la devolución de las parcelas y el acompañamiento técnico con proyectos productivos para un retorno seguro.
“La Unidad de Restitución de Tierras da la oportunidad de la tenencia de esos predios, una magnífica iniciativa donde somos las propietarias para sembrar esa semilla de progreso y bienestar para la región. Se cierran esas brechas de desigualdad entre hombres y mujeres”, reiteró.
Acompañamiento con proyectos productivos
La directora territorial de la Unidad de Restitución de Tierras para Norte de Santander y Arauca, Janeth Tatiana Abdalá, explicó el papel de la mujer en el núcleo primario de la sociedad. “Muchas víctimas del conflicto quedaron como cabeza de hogar, los hombres fueron desaparecidos y asesinados, por ende, quedaron solas lo que obliga a formar la red de apoyo con madres y tías para salir adelante con sus hijos, quienes crecen sin esa figura masculina en la familia”.
Otro factor fundamental es el reconocimiento de la titularidad de las tierras, en trámites complejos, ya que en medio del dolor no tenían definidos los linderos de las fincas perdidas en el marco del conflicto.
“Todo este fortalecimiento de la mujer se reconozca como sujetos de derecho que son y hagan las reclamaciones a nombre de ellas mismas para facilitar la ejecución de los proyectos, pues están a cargo de los hogares”, precisó la funcionaria.