Hoy se completaron 26 días de haber iniciado las manifestaciones en todo el país por las inconformidades del pueblo colombiano con las políticas del Gobierno Nacional. Los nortesantandereanos se unieron al llamado del Paro Nacional y de manera pacífica empezaron las marchas en todos los municipios y en Cúcuta, capital del departamento.
Sin embargo, estas jornadas aumentaron significativamente el riesgo de contraer la COVID-19, dejando la ocupación UCI a corte del 19 de mayo, con apenas 1.997 camas disponibles ascendiendo al 84.64% de ocupación en el país, según datos del Ministerio de Salud.
En el departamento la cifra de ocupación UCI llegó al 74.4%, dato que preocupa a los médicos, quienes señalaron que aún no ha llegado la fase más crítica.
“Estoy a favor de las manifestaciones por la crisis heredada de años atrás. Vemos que son los jóvenes los que están en las calles. Ellos son hijos de la clase media que no ven expectativa de vida. El problema es que tenemos nuevas cepas de coronavirus que son hasta 70% más contagiosas (británica, brasilera y sudafricana) que a diferencia de lo que se piensa, los está infectando de gravedad”, explicó el doctor, Yesid Blanco miembro de la Sociedad Colombiana de Salud Pública.
Asimismo, indicó Blanco que de acuerdo a los aportes científicos la base de mortalidad se va a incrementar y que no es posible adquirir la inmunidad de rebaño sin tener al menos entre el 70% y 85% de la población vacunada contra el coronavirus.
“La inmunidad de rebaño consiste en que, a mayor cantidad de personas con anticuerpos, la posibilidad de expandir el virus se hace más baja. Esto solo aplica cuando la mayoría ha sido vacunada. En Colombia no podemos pensar que funcionará pues no se ha logrado esta meta de vacunación”, dijo el médico Blanco.
La revista médica británica The Lancet detalla que se podría volver a padecer de coronavirus, luego de haberlo superado, y pasado entre 3 a 7 meses. Además, enfatiza que los adultos mayores de 65 años, cuentan con una protección del 47% frente a un segundo contagio, en cambio los jóvenes tienen hasta el 80%.
¿Y los niños?
Los menores de edad han sido envueltos en medio de mitos como: que por su edad no contraen la COVID-19 o no enferman. Aunque su probabilidad de contagiarse es más baja a la de un adulto mayor, sí lo pueden hacer, incluso este virus en los niños, podría causarles la muerte.
Para el médico pediatra Yesid Blanco, llevar a un niño a una manifestación multitudinaria, representa un alto peligro debido a que no han sido incluidos en la fase de vacunación, ni siquiera a nivel mundial.
“Cada vez hay más eventos de COVID-19 en niños. El síndrome de respuesta inflamatoria sistémica, que es una enfermedad que inflama los órganos y produce problemas del corazón se relaciona en los menores que han dado positivo para coronavirus”, señaló el doctor Blanco.
Es por eso que se deben extremar medidas y en lo posible no llevarlos a los encuentros masivos de gente, en los que se protesta.
¿Cómo disminuir el riesgo de contraer la COVID-19 en las manifestaciones?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha explicado los protocolos de bioseguridad que deben ser acatados como medida preventiva para contraer o expandir el virus. Es así como el uso correcto del tapabocas, incluso usar doble cuando son quirúrgicos, el lavado de manos y uso de alcohol o desinfectantes funcionan y se deben implementar cuando se está en medio de las marchas.
“No hay que bajarse el tapabocas, ni para gritar, hablar, en ningún momento de las manifestaciones. Esto disminuye el riesgo de contagiarse, pasa lo mismo cuando una persona usa el preservativo de manera correcta”, explicó el médico Yesid Blanco.
A su vez, invitó a las personas que salen a protestar para que, si van a usar tapabocas de tela, que al menos una de ellas sea de antifluidos.
Cabe recordar, parte de la letra del cantante puertorriqueño René Pérez, conocido como Residente: “si un pueblo protesta en medio de una pandemia, es porque su gobierno es más peligroso que un virus”. Sin embargo, no hay que olvidar que el virus sigue latente y usar correctamente cada uno de los protocolos de bioseguridad para contrarrestar la probabilidad de contagio.
