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Niños, entre amenazas y reclutamiento

Al menos 70 niños han sido reclutados este año por la disidencia de las Farc en Norte de Santander.

El conflicto armado en Norte de Santander sigue dejando una huella de terror y resignación para las familias de esta zona del país. Los más pequeños de los hogares de esos puntos donde los grupos armados ilegales se disputan los territorios, son la ‘presa’ preferida para esa guerra que les ha tocado vivir.

Hasta mayo, según conocieron las autoridades, al menos 70 niños habían sido reclutados por la disidencia del frente 33 de las Farc, con el objetivo de entrenarlos bajo las prácticas de guerra en campamentos que están sobre la zona de frontera.

Una fuente judicial aseguró que la disidencia tiene entre sus estrategias, infundir terror para ostentar poder en los lugares a donde llega, entre estas, la de reclutar a los menores y dejar mensajes y hasta grabar videos a las víctimas de los hechos violentos.

“Esto lo hacen con el fin de que la población sienta miedo y se acojan a las reglas de ellos. Como están en disputa de los territorios, quieren ser sanguinarios y demostrar poder. A los niños que reclutan los hacen atravesar la frontera con Venezuela y allá los entrenan en campamentos”, dijo la fuente.

Aunque algunos casos no son conocidos por las autoridades, a raíz del miedo que transmiten los integrantes de este grupo armado ilegal, la Policía en Norte de Santander tiene un programa de prevención denominado Ángel de la Guarda, dedicado a brindar acompañamiento a las familias afectadas por este delito.

“Se brindan estrategias de prevención de reclutamiento forzado y asimismo, se trabaja arduamente para tramitar las órdenes de captura contra los reclutadores y los líderes de estos grupos ilegales”, dijo la fuente.

Las poblaciones más afectadas por este delito en Norte de Santander son Tibú y El Tarra, donde las autoridades detectaron que la mayoría de las víctimas oscilan entre los 12 y 15 años.

La Policía ofreció una recompensa de hasta $50 millones por la información que conlleve a la captura de un hombre conocido como Richard, presunto líder de la disidencia en Tibú; hasta 500 millones de pesos por ‘Jairo Mechas’, quien lidera este grupo armado en la región y hasta $100 millones por un hombre conocido como ‘El Mocho’.

Amenazas y escudos 

Diego Villamizar, defensor de los derechos humanos, insistió en que la disidencia de las Farc sigue teniendo entre sus estrategias de guerra el reclutamiento de niños en Norte de Santander, bajo amenazas contra sus familias para que se abstengan de denunciar.

“Las familias de los niños reclutados son amenazadas y declaradas objetivo militar si llegan a denunciar ante las autoridades. Esto se ve mucho en el Catatumbo”, dijo Villamizar.

El defensor de derechos humanos aseguró que este grupo armado ilegal intensificó este delito desde el inicio de la pandemia, aprovechando que los menores de edad no asisten a las escuelas, por lo que estos casos se hacen menos visibles.

Asimismo, Villamizar ha insistido en que los menores reclutados también son utilizados como escudos humanos para evitar que la Fuerza Pública adelante operaciones en los lugares donde se refugian.

Las alertas

La Defensoría del Pueblo ha emitido diferentes alertas tempranas en las que se refleja el riesgo de los niños que habitan en los lugares donde el conflicto armado tiene fuerte presencia, como la zona rural de Cúcuta, Puerto Santander, Bucarasica, Sardinata, Tibú y otros municipios del Catatumbo.

La presencia de los grupos armados ilegales sigue generando el riesgo para esta población sin que las autoridades puedan controlar esta cadena delictiva.

Las confrontaciones armadas a lo largo y ancho del departamento son constantes, por lo que esto demanda la necesidad de engrosar las filas armadas.

El narcotráfico

En febrero de este año, Rafael Guarín, consejero presidencial para la Seguridad Nacional, explicó que el reclutamiento de menores, que persiste en Colombia, no tiene un trasfondo ideológico o político, sino que se origina en la existencia de economías ilícitas como el narcotráfico o la extracción ilícita de minerales.

La razón fundamental de la persistencia de la violencia, de violaciones de derechos humanos, de la existencia de Grupos Armados Organizados, son las economías ilícitas y en particular el narcotráfico”, afirmó Guarín, al indicar que la prioridad de la Política de Defensa y Seguridad y de Convivencia y Seguridad Ciudadana es “atacar y lograr la disrupción de las redes de valor de las economías ilícitas y de las rentas criminales urbanas” para prevenir el reclutamiento.

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Miércoles, 9 de Junio de 2021
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