El decreto presidencial 575 de 2021, mediante el cual se ordena la asistencia militar para trece municipios y ocho departamentos de Colombia, entre estos Norte de Santander, consiste en que los militares saldrán a las calles para reforzar la seguridad.

La asistencia militar está consagrada en el artículo 170 de la ley 1801 y es “el instrumento legal que puede aplicarse cuando hechos de grave alteración de la seguridad y la convivencia lo exijan, o ante riesgo o peligro inminente, o para afrontar emergencia o calamidad pública, a través del cual el presidente de la República, podrá disponer, de forma temporal y excepcional de la asistencia de la fuerza militar”, así se lee en el artículo.

Para el general Oscar Moreno, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, la asistencia militar es la autorización para que los militares lleguen a apoyar a la Policía. “La regla es clara al asegurar que se regirá por los protocolos y normas especializadas sobre la materia y en coordinación con el comandante de Policía de la jurisdicción”, precisó.

El coronel Ilvar González Villamil, comandante de la Trigésima Brigada del Ejército, aseguró que el propósito de sus militares es salvar vidas, restaurar los servicios vitales de una región y mantener y restaurar la ley y el orden cuando se trasgreden las normas.

“La asistencia militar en Norte de Santander será ejercer nuestro papel de apoyar la Policía en lo que ellos requieran. Nosotros por tener armas de fuego no podemos estar en contacto directo de una manifestación o bloqueo, esa es una tarea directamente de la Policía, pero al ser solicitados nosotros entraríamos a protegerlos en los alrededores para evitar que les disparen con armas de fuego”, precisó el coronel.

De sumo cuidado

Sobre las implicaciones que tiene este decreto en Norte de Santander, Ariel Fernando Ávila Martínez, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) y el excoronel Jhon Marulanda, presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales de las Fuerzas Militares en retiro (Acore), expresaron sus puntos de vista.

Para el subdirector de Pares, la presencia del Ejército en las calles no es nada nuevo. “Asistencia militar es el nombre que se inventó el gobierno Duque para decir que militarizarán las ciudades. Sin embargo, el Ejército ya estaba en las calles en medio de la pandemia repartiendo mercados”, precisó Ávila.

Según el también politólogo y profesor de la Universidad Externado de Colombia esto tendrá tres consecuencias graves.

“Les dieron vía libre para que saquen tanquetas, pero primero olvidan los protocolos internacionales, en segundo lugar, aplican esta militarización en zonas donde hay conflictos sociales profundos como el Catatumbo, donde todo es dramático y puede haber más violaciones a los derechos humanos. Por último, están tratando la protesta social como un tema de problema de orden público y así no debe ser, por eso tenemos una gran cantidad de muertos”, aseguró Ávila.

Ariel Fernando Ávila, aseguró que el ministerio público deberá vigilar las acciones que se generarán en torno a dicha asistencia militar, aunque enfatizó que lo que los militares entrarían a hacer es muy poco porque no tendrán funciones de policía judicial.

ntre tanto, para Marulanda la mayor presencia de los militares será en apoyo a las actividades que por su misión las debe cumplir la Policía. “Se saca la asistencia militar cuando la Policía necesita un apoyo de efectivos para el cumplimiento de sus tareas. En realidad, el Ejército no es que tenga facultades, su presencia será de apoyo. Es algo más disuasivo”, dijo.

Pero, precisó que de darse un delito en flagrancia los militares tendrán que actuar únicamente para revisión y control de registro.

“La asistencia militar es que la Policía entra a cumplir sus funciones legales y el Ejército los acompañará estableciendo cordones de seguridad y de alistamiento para que la Policía pueda cumplir con su tarea”, precisó.

El coronel de la reserva aseguró que dicho decreto aplicado “en Norte de Santander, debe ser visto como un apoyo positivo debido a que la fuerza pública en el Catatumbo está siendo frecuentemente atacada y eso es una situación difícil”, dijo.

Las autoridades locales – agregó- tendrán todo que ver pues el Ejército se pone a disposición y, en  coordinación con la Policía, adelantarán operativos logísticos y de seguridad para controlar los desmanes y restablecer el orden público.

Los sitios para aplicarse

La asistencia militar se da, además, en los departamentos de: Cauca, Valle del Cauca, Nariño, Huila, Putumayo, Caquetá Risaralda y en los municipios y ciudades como: Cali, Buenaventura, Pasto, Ipiales, Popayán, Yumbo, Buga, Palmira (Valle del Cauca), Bucaramanga (Santander), Pereira (Risaralda), Madrid, Facatativá (Cundinamarca) y Neiva (Huila).