El viceministro de Agua, José Luis Acero Vergel, es nortesantandereano, nacido en Cúcuta y hace parte de la nueva generación de profesionales de la región. Es ingeniero industrial de la Universidad de los Andes y ha cursado especializaciones y maestrías en Colombia y el exterior. Así mismo, ha desempeñado cargos en entidades del país y del exterior, con reconocimiento de su idoneidad.
La Opinión habló con él de sus gestiones en el gobierno actual y de sus relaciones con el departamento.
El presidente Iván Duque lo ha designado padrino de la conmemoración del Bicentenario de la Constitución de Colombia aprobada en Villa del Rosario en 1821, ¿cómo están previstos los actos correspondientes?
La conmemoración de los 200 años del surgimiento de nuestra era republicana no es solo para enaltecer la importancia del Congreso Constituyente de 1821 con actividades de peso político, cultural y académico. También es un mecanismo de reactivación económica y generación de empleo local. De acuerdo con las circunstancias dadas por la pandemia y las medidas de bioseguridad, hemos previsto una serie de eventos, cuyo centro gravitacional será Norte de Santander, y cuyas fechas más significativas serán el 30 de agosto, día en el cual hace 200 años el Congreso Constituyente aprobó el texto constitucional, y el 6 de octubre, día en el cual Bolívar plasma su firma y le da vida a la Constitución y así a la vida republicana colombiana. Este último concentrará los mayores eventos, en los cuales se espera que hagan presencia las tres ramas del poder y representantes de los países que en su momento constituyeron lo que se conoció después como la Gran Colombia.
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¿Qué le quedará a Norte de Santander y en especial a Villa del Rosario?
Me atrevo a resumir el legado de la conmemoración bicentenaria en dos sentidos: por un lado, la fuerza de los eventos actuales ha hecho que, como sociedad, perdamos la confianza en nuestra capacidad de cambio y superación. Olvidamos la dimensión de todo lo que representa lo obtenido en 1821. Así que el festejo es pertinente para doblegar a la desesperanza. En su momento, aquí construimos las bases republicanas del país. Esas bases evitaron que nos fuéramos por el abismo. Entonces, que la historia nos dé fuerza para repetir esa hazaña necesaria. Y por otro lado, quedarán obras de infraestructura claves con las que impulsaremos sectores fuertemente golpeados como el comercio, la cultura y el turismo: entre otras, destaco la renovación del Parque Grancolombiano y sus alrededores, lo que permitirá atraer mayores actividades gastronómicas y de entretenimiento; la construcción del Centro de Convenciones Virgilio Barco Vargas, que pondrá al área metropolitana de Cúcuta como referente nacional e internacional para eventos de gran envergadura; la estación de Policía de La Parada y la intervención en el Colegio de la Frontera.
¿Cómo son sus relaciones con Norte de Santander, en lo que respecta a su gestión desde el Gobierno?
En la cartera de Vivienda y más exactamente en el Viceministerio de Agua y Saneamiento, el trabajo articulado y en equipo con las autoridades del departamento y sus alcaldes es un requisito. Hemos tenido la oportunidad de trazar objetivos conjuntos muy exigentes, que permitirán que todas las personas que viven en Norte de Santander cuenten con agua potable en 2030. Decidir el orden de prioridad de cada movimiento es complicado en medio de tantas necesidades y ante inversiones cuyos volúmenes son muy altos. Pero con rigor técnico y construcción de confianza hemos logrado solidez para las bases de nuestro trabajo en equipo con la Gobernación y los municipios.
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¿Tiene pensada alguna iniciativa especial para Norte de Santander?
En el marco de la estrategia ‘Compromiso por Colombia’ de reactivación económica y social que diseñamos para contrarrestar los efectos de la pandemia de la COVID-19, priorizamos 15 proyectos en materia de agua y saneamiento básico en Norte de Santander. Esa es nuestra apuesta para la región. Son $460.000 millones con los que podremos beneficiar a más de un millón de personas del departamento y con los cuales generaremos alrededor de 3.000 empleos directos e indirectos.
De hecho, el proyecto más grande que el orden nacional tiene en agua potable y saneamiento básico es el Acueducto Metropolitano Francisco de Paula Santander, el cual estará entregando sus primeras obras civiles en diciembre de este año. El volumen de la inversión ronda los 360.000 millones de pesos y con ello transformaremos la vida de los habitantes del Cúcuta, Los Patios y Villa del Rosario.
Debo agregar que tenemos proyectos adicionales por $98.000 millones más con los que renovaremos las redes de acueducto de Villa del Rosario y Los Patios, optimizaremos el sistema de acueducto de las veredas la Colorada, la Rampachala y el Salto en el Zulia y 13 iniciativas más con inversiones priorizadas para el Catatumbo.
¿Cuál es la cobertura de Colombia en la provisión de agua potable para su población?
De cara a que en 2030 debemos lograr que todas las personas en Colombia, vivan donde vivan, en el campo o en zonas urbanas, tengan acceso a agua potable y saneamiento básico. Al iniciar el gobierno del presidente Duque, en agosto de 2018, más de 5 millones de personas no contaban con acceso a agua potable. Así que, para cerrar estas brechas, nos pusimos la ambiciosa meta de dar acceso por primera vez a 3 millones de personas. Con el gran esfuerzo que hemos realizado de forma conjunta con los departamentos, los gobiernos locales y la ciudadanía, a hoy hemos alcanzado más del 50% de nuestra meta. Incluso, con el ritmo de las inversiones, alcanzaremos sobrepasar la meta de los 3 millones de personas en 2022.
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¿Son suficientes en Colombia las reservas hídricas para su población?
Colombia es una potencia en agua. Después de Brasil, Rusia, Estados Unidos, Canadá y China, ocupamos y gozamos de la mayor concentración de fuentes de agua dulce. Esto va mucho más allá de ser un privilegio si se tiene en cuenta, que, de toda el agua disponible en el planeta, sólo el 2,5 por ciento es dulce. Por lo tanto, es inevitable trabajar sin descanso para alcanzar el acceso universal, cerrar las brechas entre el campo y las ciudades, y entre barrios formarles e informales. Y a eso nos estamos dedicando en llave con las gobernaciones y los municipios del país.
¿Cree que todavía tenga vigencia el proyecto del Cínera en Norte de Santander?
El embalse del Cínera no pierde vigencia alguna. Menos ante un contexto como el actual que nos obliga a pensar en alternativas multipropósito para la provisión de agua, riego, energía y nuevas fuentes de generación de empleo y riqueza en Norte de Santander, como el turismo y la pisicultura. Espero poder contribuir en lo que resta del Gobierno a que el Cínera pase de ser una idea a una acción transformadora.
¿Cuál es su percepción del departamento?
La historia demuestra que Norte de Santander tiene capacidades para hacer de las crisis aquel punto exacto para llamar a la unión y convocar a distintos y distantes para construir el bienestar e inclusión de su gente. Como bien lo dice el eslogan de la Gobernación: “el lugar donde todo comenzó”. Aquí se dio la ruptura oficial con los españoles y los primeros pasos para la abolición de una institución tan detestable como la esclavitud. Por aquí entró el desarrollo a Colombia. Estoy seguro que esa determinación sigue en nuestros genes Y nos va permitir hacer de Norte de Santander un motor importante de desarrollo para Colombia y el continente en las próximas décadas.
Su abuelo fue uno de los creadores de la Universidad Francisco de Paula Santander. ¿Qué piensa de esa institución?
Primero, le agradezco enormemente que me permita referirme a mi abuelo José Luis Acero Jordán, quien dio tanto por esta tierra y quien fue y será uno de los referentes más importante en mi vida. Cuando murió, hace casi 8 años, me encargué de la eulogía en su despedida. Como lo mencioné entonces, sigo convencido de que no hay menester más noble que dedicar la vida al fomento de la educación. La fundación de la Universidad Francisco de Paula Santander como gobernador y sus 10 años en la rectoría, su rol como viceministro de Educación y su lucha por expandir el acceso a la educación superior como director del Icetex, han incidido en el crecimiento y desarrollo de cientos de miles de jóvenes y sus familias. Es un legado por generaciones. En esos momentos, el rol y la proyección de una institución como ‘La Pacho’ debe ser interiorizado por mandatarios, academia y ciudadanía como una prioridad para asegurar que, Cúcuta y el Norte de Santander, en efecto van a poder ser un centro de desarrollo económico, de innovación, de inclusión, como todos lo queremos.
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¿Le interesa participar en la política, en la carrera electoral?
Para dos preguntas, dos respuestas. Uno: coincido con quienes dicen que la guerra y el caos son la manifestación más cruda del fracaso de la política. Por lo tanto, siempre insistiré en que la única manera de construir futuro digno es por la vía de la buena política y de los consensos. Dos: soy el viceministro de Agua y Saneamiento Básico y hasta que lo siga siendo, debo estar concentrado en la tarea de llevar equidad y calidad de vida con soluciones de agua potable y saneamiento a todos los colombianos. El tamaño de esta obra es inmenso y en esas estoy.
