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¿Las palomas pueden causar infecciones?

A nivel mundial, estas aves son consideradas un problema de salud pública porque se pueden convertir en un vector de diferentes enfermedades.
Infografía de Palomas

En las plazas céntricas de cada ciudad y pueblo es común toparse con una bonita fuente rodeada de muchas palomas que, en cierta medida, se han convertido en un atractivo turístico.

En la Perla del Norte gran parte de los cucuteños suelen tener una fotografía en el icónico parque Santander junto a estas aves, que por mucho tiempo han sido parte del entorno. No solo cuenta el hecho de fotografiarse sino de darles alimento y jugar con ellas.

Sin embargo, con el paso del tiempo, se empezó a rumorar que las palomas transmiten infinidad de enfermedades, llegándose a llamar ‘roedores del aire’. Muchos consideran que son una plaga e incluso generan fobia hacia a ellas.

A pesar de esto, existen personas que aún suelen frecuentar los parques para compartirles alimentos, pues creen que son solo mitos y rumores.

El médico veterinario Álvaro Iván Quintero Rodríguez, referente del programa de Zoonosis de la Alcaldía de Cúcuta, adscrito a la Secretaría de Salud municipal, explicó que las palomas a nivel mundial, son consideradas como un problema de salud pública y los motivos radican en que son animales que no tienen barrera, “pues vuelan y centran su eje vital en donde encuentren el nido y tengan su alimentación (en un punto cercano) y siempre van a llegar más. Por ello, tienen un completo descontrol de su proliferación”, dice.

Sin embargo, el problema es que se convierten en un vector de diferentes enfermedades. En el caso de los humanos puede llegarle a transmitir un poco más de 50 afecciones diferentes, entre las que prevalecen las respiratorias, algunos ácaros y en determinado momento, algunos parásitos.

El médico veterinario precisó que la defecación de las palomas es altamente corrosiva y puede generar daños en los vehículos y en diferentes estructuras.

Fuente: Universidad Francisco Gavidia

Una realidad

Saúl Fernando Carrillo Amaya, internista neumólogo, mencionó que se debe tener un cuidado especial respecto a estas aves, pues las infecciones que transmiten no son rumores, sino una realidad.

Dijo que son muchas las enfermedades respiratorias que se pueden adquirir por el contacto estrecho con palomas o aves de corral, como por ejemplo el hongo histoplasma capsulatum, el cual produce una enfermedad llamada histoplasmosis pulmonar.

Según mencionó el especialista, ese hongo crece en las heces y en los residuos orgánicos como plumas o descamación de las aves que quedan en las jaulas, en el corral o lugar donde habitan y se puede liberar al ambiente durante su proceso de reproductividad celular. Esas esporas que se liberan y pueden ser inhaladas por las personas que se encuentran en el área llegan a causar la histoplasmosis.

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Lo anterior no significa que todos los corrales de gallinas o sitios donde están aves como las palomas tengan ese problema, pero entre más suciedad, más fácil se dará esta circunstancia.

Según Carrillo Amaya otra situación que puede ocurrir en el pulmón no necesariamente causada por bacterias, virus u hongos, es la llamada neumonitis por hipersensibilidad.

Esta se da en personas que conviven con esas aves o que comparten cercanía y están inhalando permanentemente los residuos celulares que pueden liberar al aire cuando aletean o cuando hacen cortes en sus plumas. Ello propicia que se inhalen esas cargas de células, generando una reacción alérgica dentro del pulmón, causado por las proteínas que hay en esas células.

Es por eso, que se recomienda no dar alimentación a las palomas ya que son animales silvestres (se debe respetar esta naturaleza). Además, empezarán a proliferarse en estos lugares donde encuentran su alimento y corrosión en árboles de la zona, estructuras y a transmitir enfermedades.

 

Otros animales que causan infecciones

Es de precisar que las palomas no son las únicas que transmiten enfermedades, pues al igual que los seres humanos, todos los animales son portadores de gérmenes.

Las mascotas también son portadoras de algunas bacterias, virus, parásitos y hongos que pueden provocar enfermedades en los seres humanos a quienes infectan. Los humanos desarrollan estas enfermedades trasmitidas por otros animales cuando reciben una mordedura o arañazo o cuando entran en contacto con excrementos, saliva o caspa animal.

Los perros y los gatos figuran entre las mascotas más populares, pero estos entre otros animales pueden ser portadores de infecciones como:

La infección por Campylobacter (o campilobacteriosis): La pueden trasmitir las mascotas portadoras de la bacteria Campylobacter jejuni, que provoca diarrea, dolor abdominal y fiebre en los humanos. La bacteria puede estar presente en el tubo digestivo de perros, gatos, hámsters, aves y algunos animales de granja. Una persona puede contraer la infección si entra en contacto con agua contaminada, heces, carne poco hecha (medio cruda) o leche no pasterizada.

La enfermedad por arañazo de gato: Puede ocurrir cuando una persona recibe la mordedura o el arañazo de un gato previamente infectado por la bacteria Bartonella henselae. Entre sus síntomas se incluyen: inflamación y molestias en ganglios linfáticos, fiebre, dolor de cabeza y fatiga. Se trata de una enfermedad que suele suspenderse sin tratamiento alguno.

La rabia: esta grave enfermedad está provocada por un virus que entra en el cuerpo a través de una mordedura o de una herida contaminada por la saliva de un animal infectado.

La tiña: Se trata de una infección cutánea provocada por varios tipos de hongos presentes en la tierra y en la piel de los seres humanos y de las mascotas. Los niños la pueden contraer al tocar animales infectados, como perros y gatos.

La toxoplasmosis: Esta enfermedad se contrae después de entrar en contacto con un parásito presente en las heces de los gatos. En la mayoría de la gente sana, la infección por toxoplasmosis es asintomática. Cuando cursa con síntomas, estos pueden incluir: inflamación de ganglios linfáticos, fatiga, dolores musculares, fiebre, dolor de garganta y erupción.

Lo anterior no significa que desista de adquirir una mascota o que eche de casa al gato o perro, pues las mascotas pueden enriquecer su vida familiar y, si se adopta a un animal con una serie de precauciones, podrá protegerse de las enfermedades trasmisibles.

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