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Un llamado a la articulación en pro del desarrollo

Las áreas metropolitanas se presentan como uno de los eslabones más preciados dentro de la cadena que determina el desarrollo sostenible de un territorio.

Los hechos urbanos, según lo establecido por la Ley 1625 de 2013, son “aquellos fenómenos económicos, sociales, tecnológicos, ambientales, físicos, culturales, territoriales, políticos o administrativos, afecten o impacten simultáneamente a dos o más de los municipios que conforman el área metropolitana”.

Desde esta perspectiva, las áreas metropolitanas se presentan como uno de los eslabones más preciados dentro de la cadena que determina el desarrollo sostenible de un territorio, porque en ellas se concentran las dinámicas y los hechos urbanos que generan las tendencias de uso y ocupación que inciden en el territorio. 

En este sentido, es importante reseñar que dentro del esquema de la gestión territorial, las áreas metropolitanas deben dar cumplimiento a lo establecido en el modelo de territorio sostenible, en el cual se establece la necesidad de identificar, mitigar y/o solucionar aspectos asociados a lo socio-cultural, físico-construido, urbano-ambiental y económico- normativo; dando cumplimiento a su vez, a lo establecido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), según lo previsto en la agenda 2015-2030.

Así las cosas, el Área Metropolitana de Cúcuta planteó en el año 2017 el Plan Integral de Desarrollo Metropolitano “Nuestra Área, nuestro compromiso” mediante el Acuerdo número 2 del 2017. En el que se consolida un plan de estrategias y de inversión a corto y mediano plazo, estructurado para los municipios de Cúcuta (como núcleo central), los Patios, Villa del Rosario, Puerto Santander y El Zulia, los cuales, dentro de su perfil geográfico y sus interrelaciones territoriales comparten hechos urbanos asociados a lo medio ambiental, la seguridad, lo económico, lo demográfico, lo social y lo cultural. 

De esta manera, el área metropolitana se establece como un polo generador de desarrollo por medio del cual se puede llegar a impactar positivamente la región, a través de una innovación social, cultural y tecnológica. Lo anterior, al tener en cuenta que, dentro de la misma, se consolida un gran porcentaje del poder económico del territorio por medio del cual se puede sumar a la competitividad de la región.

No obstante, según los datos reportados en la Encuesta virtual ‘Mi voz, mi ciudad’, perteneciente a la red de ciudades Como vamos con corte a diciembre del 2020 (en la cual se mide la percepción de calidad de vida en el marco de la pandemia), los indicadores relacionados con la ciudad de Cúcuta (como núcleo articulador del área metropolitana) en referencia a calidad ambiental urbana, movilidad, situación económica, servicios públicos, seguridad y cultura establecen que la percepción asociada al territorio es negativa y, por lo tanto, debe atenderse con prioridad. Dentro de los hallazgos más representativos se encuentran los porcentajes asociados a la perdida de empleo en el hogar (65%), la insatisfacción de la calidad del espacio público, parques y áreas verdes (60%), insatisfacción con respecto al aire, agua, ruido y gestión de residuos (34,8%). 

A su vez, con respecto a la movilidad, el 33,6% presenta satisfacción con el transporte, mientras que el 22,4% asegura estar insatisfecho con la prestación del servicio de acueducto, seguido del 26,1% que manifiesta descontento con respecto al servicio de internet; y, finalmente un 83,9% que menciona estar insatisfecho con la seguridad. 

En este sentido, y de acuerdo con los datos anteriormente señalados, el año 2020 invita a considerar la importancia de reconocer de manera integral los hechos urbanos que actualmente presentan mayor incidencia en el territorio metropolitano, así como aquellos que según su su naturaleza e impacto deben priorizarse. Lo anterior, al tener en cuenta que es necesario, oportuno y pertinente generar y aplicar estrategias que articulen los esfuerzos propios de cada uno de los municipios que componen el área metropolitana, en concordancia a las agendas públicas en curso, hecho que permitirá establecer un esfuerzo mancomunado y un desarrollo integral del territorio.

Desde este punto de vista, con relación a los 22 hechos urbanos señalados en el Plan de Desarrollo Integral Metropolitano, se recomienda que esta articulación urbano-territorial debe propender por un esfuerzo de trabajo inmediato centrado en tres frentes comunes: primero, la gestión de la infraestructura de transporte (vial- servicios), necesaria para garantizar la comunicación con el centro del país, bajo el aprovechamiento de las características y potencialidades geográficas que acompañan esta zona del país.

Al respecto, es importante reseñar que este hecho urbano requiere ser atendido a corto plazo y mediano plazo (en concordancia con lo establecido en el Plan Integral de Desarrollo Metropolitano), teniendo en cuenta que el mismo contribuirá notablemente con el desarrollo y la competitividad del territorio, pues  la infraestructura de transporte puede brindar las garantías para la potencialización del territorio mediante la disminución de los índices de pobreza, el fomento del crecimiento económico, la puesta en marcha de inversiones y la generación de proyectos que consoliden el área metropolitana de Cúcuta como un nodo de desarrollo.

El segundo frente hace referencia a la prestación de los servicios. En este aspecto se considera que esta región debe propender por fortalecer la infraestructura de servicios en cada uno de los municipios, de acuerdo con las necesidades propias de cada uno de ellos. La satisfacción de este hecho urbano se considera importante porque ya que en él intervienen aspectos asociados directamente a la calidad de vida de la población y al componente medioambiental del territorio. Por lo tanto, aspectos como la prestación de servicios públicos domiciliarios de agua, energía, recolección de basura, gas y la tecnología disminuyen la brecha de pobreza extrema y de problemáticas urbanas asociadas a la salud y al medio ambiente. 

Finalmente, el tercer frente se centra en el fortalecimiento institucional del Área Metropolitana, componente importante dentro de las agendas urbanas-sostenibles,  pues es el encargado de articular los procesos y frentes anteriormente mencionados. Por lo tanto, desde esta perspectiva, para garantizar un modelo de asociación territorial es importante establecer en una primera medida procesos de comunicación y diálogo entre actores, a través de los cuales se puedan desarrollar acciones conjuntas de transformación bajo un esquema equilibrado y participativo, que permita tener un norte y un objetivo en común. Esto puede contribuir a mejorar los índices de percepción ciudadanos con relación a la gestión pública, la confianza en las instituciones y la gobernanza, mediante los cuales el Estado, la sociedad civil y el mercado puede brindar la estabilidad para el desarrollo económico, social e institucional del territorio, en este caso.

Un tema de vital importancia en la agenda social es la seguridad alimentaria porque es interdependiente con otros, de ahí su complejidad (vea nota sobre seguridad alimentaria). 

Tenemos problemas estructurales de antes de la pandemia que se agravaron, especialmente en el mercado laboral como mecanismo de transmisión no solo de la pobreza, sino de la desigualdad, que se traduce en falta de ingreso y motivos para rebuscarse en la informalidad, con efectos negativos en su capacidad adquisitiva y compra de bienes importantes para la seguridad alimentaria, una especie de circulo vicioso. 

El problema no es solo de producción de alimentos, sino también de acceso (derechos), relacionado estrechamente con la pobreza, de ahí el llamado de Amartya Sen, Premio Nobel de economía, quien dijo que “si el mundo quiere derrotar al hambre, deberá enfrentarse a todas sus causas de forma simultánea, en particular la pobreza”, ninguna sociedad justa, razonable y democrática debe ser laxa con el hambre, y erradicarla es un imperativo que exige acciones, compromisos y valores sociales a la altura de los tiempos

Redacción | arquitecta Erika Tatiana Ayala García

Doctora en Teoría e Historia de la Arquitectura. UPC. Bcn-España, M.Sc Estudios Territoriales y de la Población. UAB. Bcn-España, M.Sc. Teoría e Historia de la Arquitectura. UPC. Bcn-España, Docente TC Dpto. Arquitectura Diseño y Urbanismo. UFPS- Colombia y directora Grupo de Investigación Taller de Arquitectura y Gestión del Territorio TAR_GET /UFPS.
 

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Lunes, 15 de Marzo de 2021
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