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Región
Retratos, naturaleza y religiosidad en imágenes
En las imágenes predominan la técnica e ingenio de quienes con sus cámaras lograron captar momentos, situaciones, naturaleza, personajes y hechos relevantes de  la región.
Sábado, 11 de Abril de 2015

Abril es el mes de la fotografía en Pamplona y los aficionados a este arte pueden apreciar en tres exposiciones diferentes temáticas en donde predomina el profesionalismo, la técnica e ingenio de quienes con sus cámaras lograron captar momentos, situaciones, naturaleza, personajes y hechos relevantes de  la región.

En una de las muestras se destacan retratos de niños, jóvenes y adultos, que datan de hace más de 60 años, con predomino monocromático en blanco y negro.

Las demás son fotografías con utilización de las técnicas actuales, destacándose lo religioso y la naturaleza, tanto en interiores como en exteriores.

Las colecciones se exhiben en la Casa Águeda Gallardo y los museos de Arte de Moderno Ramírez Villamizar y Anzoátegui. Estarán disponibles al público hasta el próximo mes.
 
El ingenio

En uno de las salas de la Casa Águeda Gallardo de la Universidad de Pamplona, se aprecian parte de la colección de retratos de uno de los primeros fotógrafos profesionales de Pamplona.

Se trata de don Ramón Espinel (q.e.p.d), y cuya muestra fotográfica fue denominada: Esencia de la Luz.

El hijo del ilustre personaje que con su cámara inmortalizó momentos de la niñez de la década de los 50, Ramón Alberto Espinel Chávez, relata que el proceso iniciaba con la preparación de la fotografía, en blanco y negro, para variarle la tonalidad a sepia, quedando como resultado dos versiones de los retratos, el original y la pieza iluminada.

Dice que su progenitora, doña Sofía Chávez (q.e.p.d), se encargaba de darles los retoques o la iluminación a las fotos para lo cual se requería de la mayor discreción y buen gusto, dones que poseía ella por naturaleza.  

Narra que se disponía de la ampliación en un papel mate ligeramente texturado que permitía que la foto se virara a tonos sepias. Una vez concluido el secado se ponía sobre un retablo en un caballete y se impregnaba con trementina de pino para lograr una buena adherencia del óleo sobre el papel.

A continuación la aplicación del óleo con un palillo envuelto en algodón, desde el fondo hacía los primeros planos.

Para las zonas de mayor detalle, como los ojos y los labios se debía trabajar con un tiento.

“Lo valioso de este trabajo es que es el resultado de una sensibilidad innata y de una técnica desarrollada de manera empírica en la que la experiencia producía cada vez niveles de avances superiores. Por fortuna, mi madre vivió en el momento adecuado para iluminar, era ella quien daba color a las obras de mi padre”, dice.

La exposición es interactiva, es decir, la gente cuando reconoce a uno de los niños de la época, tienen la oportunidad de ponerle el nombre.

Lo religioso

En el Museo de Arte Moderno están colgadas fotografías de Miguel Torres y Ronald Espitia enfocadas a la fe y la tradición en Pamplona.

Torres presenta aspectos de las procesiones de Semana Santa y Espitia, captó rincones de las iglesias.

Ambos destacan detalles de la religiosidad y como se vive la fe católica en esta región de Norte de Santander.
 
La naturaleza

Trino Villamizar, quien a través de sus años se ha dedicado a la fotografía en Silos, tiene colgadas en el Museo Casa Anzoátegui 50 fotografías paisajísticas, cargueros de trigo y de maíz, sitios antiguos, portales, flores, frutas y otros elementos que componen la geografía de esa región andina.

La muestra tiene por título: Páramo de Santurbán, en homenaje a esa gran reserva de agua y que hace parte de la jurisdicción silera.

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