La creciente ola de casos positivos de COVID-19 ha prendido las alarmas frente a los planes de alternancia académica. Los docentes en Norte de Santander manifestaron su preocupación por el alcance del virus en sus compañeros y la falta de cobertura médica hospitalaria.
Hugo Cárdenas, revisor fiscal de la Asociación Sindical de Institutores de Norte de Santander (Asinort), declaró que si bien el número de pruebas aplicado al magisterio aún no es considerable, se trata de un 10% en el que han resultado infectados más de 500 docentes en el departamento y alrededor de 30 de ellos han fallecido.
A esta cifra se le suman los casos diarios de familiares infectados de forma indirecta, lo que ha ocasionado un panorama angustiante.
“La falta de una atención oportuna desmejora mucho la situación y nos pone en un grave riesgo de muerte. Pasar de los 30 muertos significa que la situación se ha tornado compleja. Hay docentes en UCI, otros tienen dificultades para la atención de cuarto nivel, que es donde se atiende de manera específica”, explicó el directivo.
Esta situación ha complicado las intenciones de las instituciones educativas por implementar la alternancia.
Ayer, Asinort sostuvo una conferencia en la que expuso los criterios que, a su juicio, son necesarios para que los docentes puedan asistir a las instituciones de manera segura.
Entre ellos, señalan que es indispensable estudiar con detenimiento los niveles de contagio y garantizar condiciones adecuadas, para lo cual se requieren protocolos e inversión para los planteles por parte del Gobierno. De lo contrario, consideran contraproducente dar reapertura a los centros educativos.
Aun así, conscientes de las dificultades que ha traído consigo la virtualidad y los índices de deserción que se han desencadenado, pidieron a los consejos directivos de cada institución que tomaran de manera autónoma la decisión que mejor correspondiera sobre el regreso a clases.
Los planes de regreso
Jessica Ramírez, secretaria de Educación de Cúcuta, explicó que se viene adelantando un trabajo articulado en la Mesa de Alternancia Educativa de Cúcuta, para que el proceso sea progresivo y seguro.
Las inversiones proyectadas para garantizar unas condiciones seguras en las instituciones corresponden a los recursos del Fondo de Mitigación de Emergencias (FOME), destinados por el Ministerio de Educación Nacional, y a la gestión conjunta de las Secretarías de Educación, Salud y Gestión del Riesgo.
Los dineros asignados por el FOME corresponden a $4.213 millones. Adicional a esto, cada institución recibirá recursos para la adquisición e implementación de elementos de bioseguridad y protección personal para docentes, directivos, administrativos y estudiantes, además de fortalecer los procesos de aseo y desinfección de las sedes. En total se destinarán $11.000 millones para los diferentes centros educativos.
Como parte de la estrategia, fue creada también la plataforma ‘Juntos volveremos’, en la que se brinda un kit de herramientas y una caja de información para conocer las necesidades puntuales de las instituciones y generar inversiones acertadas. En ella puede interactuar cualquier ciudadano y dejar sus recomendaciones e ideas para este proceso.
Adicional a esto, se encuentra activa la Mesa de Educación en Emergencia para identificar necesidades y vacíos de protección de niños, niñas y adolescentes e incidir en las capacidades para la preparación en gestión del riesgo escolar y la respuesta coordinada de las instituciones educativas.
Redacción
Ronaldo Medina
practicante de periodismo
