La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Región
Campesinos de Norte de Santander exigen más apoyo oficial
Proyecto productivo para seguir promocionando la actividad agrícola y pecuaria en Aguaclara.
Image
La opinión
La Opinión
Martes, 14 de Febrero de 2017

El convenio Pares se ha convertido en una gran ayuda para los campesinos de Norte de Santander, quienes aprendieron a tecnificar su labor en el campo y recibieron animales para criar, en Aguaclara varios de los beneficiados recibieron concentrado para darles un nuevo impulso en su actividad económica.

Maribel Sierra es una de las beneficiarias. Mientras recibe el alimento para sus cerdos, explica que gracias al convenio Pares pudo mejorar su actividad productiva y duplicar sus ingresos.

Empezó criando ocho cerdos en una rústica cochera en el patio de su casa y tardaba hasta ocho meses en tenerlos en el peso ideal para venderlos. Gracias a la ayuda técnica recibida mediante el convenio logró tener una cochera tipo cama profunda, que le permite ahorrar agua, recibió 20 ejemplares y los pudo vender en la mitad de tiempo en la que lo hacía cuando trabajaba empíricamente. 

Según Leonel Rodríguez, secretario de Desarrollo Económico del departamento, este convenio ha permitido entregar en Norte de Santander alrededor de 46 mil gallinas ponedoras, mil 200 cerdos y 750 camuras preñadas, y 55 apriscos que beneficiarán a igual número de familias.

Pares no solo ha beneficiado a los pequeños productores. Los estudiantes del Instituto Técnico Jorge Gaitán Durán de Aguaclara, también se beneficiaron de este convenio con 500 aves ponedoras con las que trabajan los estudiantes de los últimos grados.

Javier Alberto Velasco Jaramillo, rector del colegio, y el profesor Fernando Rojas, pidieron a la Gobernación apoyar un nuevo proyecto productivo para seguir promocionando la actividad agrícola y pecuaria en el corregimiento.

El proyecto escolar está encaminado a aprovechar las cerca de 6 hectáreas del Jorge Gaitán mediante un proyecto piloto de cría de mojarras que permitan convertir a la institución en una especie de granja piscícola.

“Este piloto permitiría que los estudiantes produzcan inicialmente una tonelada de mojarras cada dos meses. El proyecto solo costaría $82 millones y beneficiaría a más de mil 200 estudiantes de la zona rural”, explicó Rojas.

Temas del Día