Luz Mary Ibarra es madre cabeza de hogar y sufrió los rigores del desplazamiento por parte de paramilitares en 2007 en Tibú, Norte de Santander. Gracias a una sentencia de restitución de tierras, ahora recibe su casa propia con lo que podrá mejorar su calidad de vida y la de su familia.
Además de haber sido víctima del desplazamiento, hace nueve meses, como consecuencia de la pandemia y el aislamiento, Luz Mary está desempleada, lo que la llevó a dejar la vivienda que habitaba y se vio obligada a vivir donde su hermana.
Antes de esta situación se dedicaba a cocinar para los trabajadores de las minas de El Zulia. Por la emergencia sanitaria, ella sigue cocinando desde su casa y enviando la comida a domicilio.
No obstante, este año trajo buenas noticias para esta mujer, quien fue notificada por el director de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), Territorial Norte de Santander, Edward Álvarez, que, en observancia de los hechos de violencia que rodearon su caso y teniendo en cuenta su deseo de no volver a Tibú, el grupo Fondo de esta entidad le hizo entrega de una vivienda en zona urbana de El Zulia, lo cual le permite tener un techo propio a ella y a su familia.
Así lo determinó el Tribunal Especializado de Restitución de Tierras de Cúcuta, el cual, en resolución contenida en sentencia de diciembre de 2018, señala que el monto de la vivienda que debe ser compensada a la beneficiaria, tendrá un tope de $70.909.000.
Luz Mary Ibarra, con el apoyo de la URT encontró una vivienda cercana a la de su hermana, al colegio de sus hijas y cómoda para poder cumplir sus anhelos en el seno de su hogar, mientras cuida a su familia.
Teniendo en cuenta que la vivienda tuvo un costo de $54’000.000, el valor restante, que asciende a $16’909.000, será desembolsado a la beneficiaria por parte del Consorcio Fiduciario contratado, una vez se proceda con el registro de la compra de la vivienda ante la Oficina de Instrumentos Públicos de Cúcuta.
“Es un sueño hecho realidad, aún no lo puedo creer. Que ya tenga mi casita con escrituras a mi nombre y un techo dónde vivir con mis hijas. Pensé que esto era imposible que pasara en plena pandemia, porque todo es muy difícil, pero la Unidad de Restitución de Tierras lo ha hecho realidad y es algo que le agradezco a Dios”, expresó Ibarra.
Edward Álvarez indicó que este beneficio para la víctima del conflicto se logró en el último mes y que celebran la “plena recuperación y garantía del derecho a la vivienda digna, de acuerdo a la compensación de ella y sus hijas”.
Ahora el reto de Luz Mary Ibarra es adecuar en un cuarto especial de su nuevo hogar un taller de costura, oficio que aprendió y desarrolla con pasión, pues ha confeccionado ropa para su familia, lo cual le augura un éxito en este proyecto, que espera sea muy productivo para seguir sacando a sus hijas adelante.
A la fecha, la Unidad de Restitución ha generado 102 órdenes de compensación a víctimas solicitantes del proceso restitutivo en los municipios de Cúcuta, Ábrego, Arboledas, El Zulia, Ocaña, Tibú y Villa del Rosario en Norte de Santander.
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