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El Albarico en Norte de Santander renace de la guerra, aunque a oscuras

Los habitantes de esa vereda de El Zulia protagonizan un fallo histórico de restitución de tierras, tras ser víctimas del Epl, el Eln y las Auc. 

Frases como “les damos 24 horas para salir de la vereda y el que se quede es objetivo militar”, o “se van o también sufren las consecuencias”, o “le daremos plomo a todo lo que se mueva”, aún siguen en los recuerdos de las familias de la vereda El Albarico de El Zulia, quienes debieron huir de sus casas en el año 2000 por las amenazas y asesinatos de los paramilitares.

A 14 kilómetros del casco urbano del municipio, en un cerro, queda esta vereda que fue usada por los grupos armados ilegales para desplazarse hasta el Catatumbo, especialmente por las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), pues limita con Sardinata. Desde la parte alta se puede divisar la frontera con Venezuela, Sardinata, Santiago y Cúcuta.

Tras la violencia sufrida, un fallo judicial histórico les regresó la esperanza a quienes sufrieron la violencia desatada por los hombres que en aquella época recibían órdenes de Jorge Iván Laverde Zapata, conocido como ‘El Iguano’, y de Salvatore Mancuso. 

La sentencia del 30 de noviembre de 2016, emitida por la jueza primera de la Sala Especializada en Restitución de Tierras, Luz Estela Acosta, devolvió 840 hectáreas a nueve familias de El Abarico; la sentencia, además, contempló una serie de acciones para su reparación integral y que el jueves pasado fueron objeto de evaluación por las autoridades nacionales, regionales y locales, para determinar qué se ha cumplido.

“Cuando me fui me tocó pasar por encima de un muerto”

A pesar de las cicatrices de la guerra, los habitantes de este sector rural de El Zulia hoy están felices porque son protagonistas de un hecho sin precedentes. Uno de ellos es Ernestina Rivera de León, de 85 años, de quien se dice que es la más vieja de la vereda y se ha convertido en un ícono, pues su rostro fue plasmado en la nueva escuela.

Los niños están felices con su nueva escuela.

“Primero nos llegaron los guerrilleros y nos sacaron de la casa; me fui para donde un hijo que trabajaba cerca a Termotasajero, pero regresé y a los pocos días llegaron los paramilitares e iban para mi casa porque necesitaban el fogón para cocinar y decían que quien se negara a prestárselos lo mataban”.

‘Doña Ernestina’, como cariñosamente la llaman, resaltó que un día los paramilitares le indicaron que debía irse. “‘¿Cómo hago yo?’, les dije. Tengo un poco de pollos en una jaula y si me voy se me mueren. La guerrilla nos dejó sin nada, ahora ustedes también”. Expresó que ante su respuesta, uno de los sujetos armado le subrayó que le daban plazo hasta la mañana del día siguiente porque “esto se iba a poner feo” y no querían que ella también “sufriera las consecuencias”.

“Me tocó irme, por el camino habían dejado un muerto y qué más, me asusté toda y me dije: ‘en el nombre del Padre me toca pasar por encima’. Era un hombre alto, atravesado. Por el camino me encontré con un señor que iba en carro y me dijo: ‘señora, yo también voy desplazado, súbase aquí’”, recordó Rivera visiblemente triste. 

Debido a la necesidad, a los tres meses regresó a El Albarico. Su finca ya se encontraba acabada, las Auc exigían cuotas a los retornados y ella no fue la excepción. Con el tiempo tuvo la valentía de expresar que no tenía con qué pagar. “Señor comandante, yo no puedo pagarle la cuota, le dije. Él respondió: bueno, a usted le vamos a rebajar, pero no le diga a nadie”.

La abuela, que enviudó hace un año, dijo haber perdonado a quienes le hicieron tanto daño. Con el rostro envejecido, pero con un espíritu joven, ahora disfruta de su casa y de sus vacas, entregadas como parte del proceso por la Unidad de Restitución de Tierras (URT).

Edward Álvarez Tafur, director de la URT en Norte de Santander; Andrés Castro Forero, director nacional de la URT; el gobernador William Villamnizar; Elkin Caballero, alcalde de El Zulia; Mauricio Ararat, secretario de Víctimas de Norte de Santander, y Francisco Alberto Bermónt, secretario departamental de Aguas y Saneamiento Básico.

‘Bienvenidos al renacer de El Albarico’

‘Bienvenidos al renacer de El Albarico’. Esta fue la pancarta con la que hace tres días los moradores del sector recibieron a las autoridades que rindieron cuentas de lo que se ha cumplido respecto a la sentencia y escucharon sus peticiones sobre lo que falta por hacer. Los habitantes han decidido llamar a su proceso de reparación como un “renacer”.

El encuentro fue liderado por Andrés Castro Forero, director nacional de la URT, quien manifestó que la visita dejó un balance “muy positivo” y estimó que se ha cumplido el 75% de la sentencia colectiva de la jueza, quien también estuvo en la actividad.

Castro destacó el caso de Elías León y su esposa Ana Rosa Moreno, la única familia de las nueve que cobijó el fallo y a la que no le han podido entregar los beneficios, debido a que su propiedad está en zona de alto riesgo. 

“Estamos buscándoles un predio”, destacó el director nacional de la URT. Ya les han ofrecido reubicarlos en Chinácota, Tibú y vía a El Zulia, pero ellos desean quedarse en El Albarico, como lo enfatizó Ana Rosa Moreno, quien pidió que se agilice el proceso para que puedan implementar su proyecto productivo, porque necesitan urgente una fuente de ingresos.

Lo que se ha cumplido

Desde hace dos meses gozan de acueducto en la vereda zuliana.

Inaugurado el acueducto

Desde hace dos meses, El Albarico tiene acueducto rural, el cual fue inaugurado durante la visita de Andrés Castro Forero y no solo beneficiará a las nueve familias. Según Francisco Alberto Bermont, secretario de Aguas y Saneamiento Básico de Norte de Santander, tuvo una inversión de 350 millones de pesos y para su materialización debieron comprar una naciente que estaba en propiedad privada.

“Tiene 15 cajas de distribución, mangueras de polietileno y solo queda hacer un aseguramiento para que la comunidad se apodere de su acueducto, para que no hayan problemas en su funcionamiento. Por eso vamos a implementar con el Sena acciones que permitan crear una asociación de usuarios que hagan el mantenimiento, a fin de que el agua, en época de sequía, no genere división en la comunidad”.

Viven bajo techos dignos

La sentencia contempló la construcción de viviendas para las nueve familias, con tres habitaciones, sala-comedor, cocina y lavaderos. Este es otro de los puntos cumplidos. Los inmuebles tienen agua potable y las redes eléctricas internas, pero les falta la electricidad.

Crecen con sus proyectos productivos

Las familias tienen ganado de ceba y lechero; venden leche, queso, elaboran dulces y tortas y cultivas maíz y plátano, todas estas incitativas les bridan el sustento económico y la URT ha sido fundamental para que ejecuten sus proyectos productivos.

Rodolfo Castro Díaz sostuvo que cuando comenzó el proceso le dieron 14 reses; ahora tiene animales de razas Holstein y Gyr, cruzado con cebú, y su idea a corto plazo es convertir la unidad productiva en un hato lechero.

El gobernador William Villamizar conversó con las víctimas sobre las productos que elaboran.

“Aquí nos dieron asistencia técnica, nos dijeron que metiéramos terneros con opciones a cambiar a hato lechero. Ya hicimos la venta de los 14 machos y ahora tengo siete vacas. La Unidad de Restitución de Tierras nos ha enseñado a surgir”, resaltó Castro, quien agregó que está fabricando queso y cultivando maíz.

Nueva espacio para la enseñanza

Hace aproximadamente un año y medio, en la vieja escuela de El Albarico, ubicada en la parte baja de la vereda, no se oyen las voces de los niños. Los pequeños ahora ven clases en una nueva estructura que está en el cerro, gracias al Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), con el apoyo de la Gobernación y la Alcaldía de El Zulia. 

Según sus habitantes, hay 13 estudiantes y una docente. Se conoció que los juegos infantiles del antiguo plantel serán trasladados al nuevo. Los infantes carecen de una cancha y un comedor.

Lo que falta

A oscuras, por falta de electricidad 

Uno de los proyectos fundamentales para el desarrollo de la comunidad es la electrificación. No pueden disfrutar de una carne fresca o ver televisión y les toca alumbrarse con linternas o velas, señaló Ilba León. 

En la escuela, los niños deben salir a la sombra de los árboles cuando hace mucho calor para ver sus clases, pues ante la falta de red eléctrica de nada sirve tener ventiladores. Por esta razón, tampoco hay computadores para su formación. 

Centrales Eléctricas de Norte de Santander (Cens EPM), según la Unidad de Restitución de Tierras, le dio el visto bueno al documento. La implementación de la red eléctrica cuesta $1.600 millones y le queda de tarea a la Gobernación buscar los recursos y para eso hay “varios caminos”.

“Presentar el documento en el anteproyecto de presupuesto de 2020, para llevarlo a la Asamblea en octubre, y poder asignar unas partidas; la segunda posibilidad es, a través del operador Cens-EPM, incluir el proyecto en el plan de expansión de redes; y la tercera es subir el proyecto en la plataforma de regalías para que tenga viabilidad técnica y económica este mismo año”, señaló el mandatario William Villamizar.

El gobernador enfatizó que la electrificación en El Albarico será una realidad en 2020.

La única vía de acceso es una trocha de tres kilómetros difícil de transitar.

No hay vía, hay una trocha

Arribar o irse de la vereda es una tortura, pues la única vía de acceso es una trocha de tres kilómetros difícil de transitar, pues parece que los vehículos se desarmaran al andar. Es por ello que los residentes clamaron urgentemente una carretera digna, la cual contribuirá a que sus proyectos productivos crezcan y puedan  transportar sus productos con más facilidad.

William Villamizar destacó que el año anterior presentó un proyecto al Sistema General de Regalías OCAD Paz,  por 5 mil millones de pesos; 3 mil millones de estos son para la carretera hacia El Albarico. Afirmó que espera que se apruebe en el próximo OCAD Paz.

Indemnizaciones muy lentas

Las familias reclamaron que se haga pronto el pago de indemnizaciones, como víctimas de desplazamiento forzado, pues estos recursos les ayudarán a mejorar sus proyectos productivos. 

Alicia Rojas, directora de la Unidad de Víctimas en el departamento, señaló que el ente ha hecho seguimiento al caso de El Albarico y que el proceso de indemnización ha sido lento, porque al momento de la sentencia solo cuatro familias aparecían en el registro de víctimas.

El compromiso es agilizar cada caso, cumpliendo los procedimientos de la Ley 1448. Rojas también se refirió a la posibilidad de que sean beneficiados por un cooperante suizo que quiere apoyar a las víctimas en unidades productivas, para ello les solicitó acercarse a la entidad. 

Comedor escolar, una necesidad urgente

La comunidad tiene los materiales, la mano de obra no calificada y las ganas de levantar pronto el comedor escolar, pues lo niños viven muy retirados de la escuela El Albarico y se les dificulta ir a almorzar.  El Consejo Noruego diseñó los planos y solo hace falta la mano de obra calificada: un maestro. 

Ante esta urgente obra, el gobernador William Villamizar informó a los habitantes que tocará puertas en el Sena, teniendo en cuenta que el ente fue el principal gestor de la institución educativa, para que proporcione al maestro de obra. La delegada del Sena presente en la reunión también quedó en llevar ante la directiva del ente esta propuesta.

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Leonardo Favio Oliveros Medina
Leonardo Favio Oliveros
Sábado, 6 de Julio de 2019
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