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El escape del gran Santander

En tiempos de urgencia revive el alto del Escorial.

 

La afectación que causaron las recientes lluvias en el departamento, que imposibilitó la movilidad desde Cúcuta hacia el interior y el norte del país, revivieron nuevamente las quejas por la vulnerabilidad de las vías del departamento pero también la inquietud sobre proyectos estratégicos que mitiguen el encierro al que se vería sometida la capital nortesantandereana ante eventuales condiciones climáticas extremas.

Tal es el caso de la vía del alto del Escorial, de la cual se habló ampliamente en 2010, cuando se planteó como una de las zonas de integración para el proyecto del gran Santander, pero que quedó en veremos y aunque hoy en día se resolvió la condición crítica por derrumbes y pérdidas de banca en las vías de Pamplona y Ocaña, las opciones de salida de Cúcuta parecen estar cada vez más lejanas.

Según Leonardo Méndez, gerente de la Promotora nortesantandereana de infraestructura para la competitividad (Pronorco), el proyecto ofrecía varias ventajas, con un trazado que reducía el tiempo casi a 3 horas de viaje entre Cúcuta y Bucaramanga, y un terreno montañoso que se estimaba en apenas un 40 por ciento, para garantizar no solo la salida a Bucaramanga, sino rumbo a Medellín y la costa.

Sin embargo, no hubo mayor respaldo de parte del Gobierno Nacional y allí quedó la iniciativa, pese a que se consideraba más económica en ahorro de tiempo, combustible y seguridad.

“El sueño del gran Santander no sé si se convirtió en una pesadilla”, afirmó Mendez, quien lamentó además la falta de unidad y organización regional, así como la poca presencia y apoyo de los congresistas, para que las ideas no se diluyan.

Aunque la justificación para que la vía no se construyera fue de índole ambiental, se conoció que una de las posibilidades para evitar la afectación en la zona del alto se podía dar con la construcción de túneles, pero aunque esto no se materializó actualmente la vía existe y está en uso, pese a que la nula voluntad política de mejorarla con criterios de sostenibilidad.

El alcalde de Arboledas, Carlos Danilo Esteban afirma que desde el casco urbano hasta Bucaramanga hay 110 kilómetros por esa ruta, que él mismo ha recorrido en poco tiempo.

“Incluso hay una ruta de leche de Arboledas a Suratá”, dijo el mandatario. “Esa vía es la que debieron hacer hace mucho tiempo, pero no sé cuáles cerebros decidieron ampliar la doble calzada que no ha avanzado mayor cosa”.

Pero aunque son varios los sectores partidarios del proyecto, el gobernador William Villamizar aseguró que está descartado.

“La vía quedó descartada, sus estudios y diseños no continuaron, los recursos que había para compra de predios tampoco se ejecutaron y en este momento no va a ser posible ejecutar esa obra”, declaró este lunes el mandatario, quien explicó que a la vía la Cámara de Comercio de Bucaramanga le dijo ‘no’ “por un tema ambiental y porque atravesaba una falla geológica, y se canceló la posibilidad de avanzar con ese proyecto”.

Aunque Villamizar reconoció que se deben buscar salidas para evitar que Cúcuta quede sitiada, señaló que estas serían la transversal del Catatumbo; la terminación de 30 kilómetros de pavimento desde Chitagá hasta Tunja, en la troncal del norte, y la vía La Soberanía, “en donde estamos precisando algunos recursos y estamos avanzando para que en el presupuesto del Gobierno Nacional se tenga este proyecto como una prioridad”.

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Lunes, 29 de Octubre de 2018
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