No son la falta de financiamiento, o las dificultades en acceso a créditos los factores que más afectan la competitividad y el desarrollo de Norte de Santander, sino las fallas de gobierno y la institucionalidad las que más perjudican su crecimento.
Según Amado Antonio Guerrero, director del Instituto de estudios interdisciplinarios y acción estratégica para el desarrollo (Idead) de la Universidad Industrial de Santander (UIS), las fallas institucionales se explican desde fenómenos como:
Aumento de hectáreas de coca, en un 880 por ciento, con 2.886 hectáreas sembradas en 2008, y 28.244 hectáreas, para diciembre de 2017.
Alta incidencia de la criminalidad.
Generación de incentivos indirectos para las economías ilegales, dada la inestabilidad de la zona de frontera.
Incapacidad para avanzar en procesos de formalización laboral.
El experto, que presentó las restricciones operativas al crecimiento en la región Santanderes, señaló que si bien no es el único elemento que perjudica, sí es el primero de la lista de fallas que se deben resolver urgentemente, para que el crecimiento de la región sea más sostenido.
Así mismo, se indicó que mientras los municipios sean cada vez más dependientes de las transferencias de la Nación, su desempeño se estanca, y sus gastos de funcionamiento son mayores.
Otro de los aspectos relevantes radica en las fallas de mercado, pues hay una tendencia a hacer del recurso minero-energético la base del crecimiento económico.
Al respecto, Guerrero explicó que los departamentos que se ubican por encima de Santander y Norte de Santander no dependen, en su mayoría, del carbón o el petróleo, por ejemplo.
“Es la maldición de los recursos”, dijo, razón por la que instó a empezar a abrir espacios a productos alternativos, entre ellos, el cacao que es además potencial para salir de los cultivos de uso ilícito.
Entre las salidas analizadas para lograr la transformación territorial, además del aumento de la presencia institucional en zonas que viven en ausencia del Estado, se instó a avanzar en proyectos como la implementación efectiva de los Planes de desarrollo con enfoque territorial (Pdet); concertar la sustitución de cultivos de uso ilícito; promover el plan de inversiones que ya tiene listo la Asociación de municipios del Catatumbo (Asomunicipios), y consolidar un programa de fortalecimiento institucional para atender a los migrantes.
Otras dificultades
Entre las dificultades expuestas por Guerrero, se destacan:
Topografía, dado que la región está ubicada en zona de cordillera.
Lejanía de mercados rentables, por falta de conectividad vial y escasa gestión de la clase parlamentaria para mejorar infraestructura. En este sentido, enfatizó en que la cercanía con Venezuela como mercado natural “los hizo pensar que no necesitaban integración con el país”.
Desprotección de los ecosistemas estratégicos por mala gobernanza, que deriva en mal manejo del recurso hídrico, aumento de la deforestación, y “lo que llamamos el capital natural, lo estamos malgastando”.
Desestímulo para los profesionales. “No importa que el profesional dure un año estudiando; pierde, porque la región no está dispuesta a pagar por su conocimiento”, dijo. Esto, afecta el acceso a la educación de calidad, y por falta de formación de capital humano, tampoco hay desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación.
