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El Icbf capacita a comunidades étnicas
La iniciativa beneficia a 662 familias de cinco comunidades en Norte de Santander.
Lunes, 21 de Octubre de 2019

No permitir que la modernidad permee su idioma y sus costumbres y salvaguardar sus tradiciones ancestrales, es la base del proyecto Territorios Étnicos con Bienestar, dirigido a comunidades u’wa, barí, quichua, afrocolombianos y población rom.

 La iniciativa, liderada por el Insituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), beneficia a 662 familias  de cinco comunidades en Norte de Santander, y busca abordar desde un enfoque pedagógico diferencial ejes como el lenguaje propio de cada grupo  y sus costumbres.

“Ejemplo del desarraigo que no queremos que haya, es el del idioma. Los niños irán a una escuela y aprenderán español y no la lengua propia de sus ancestros, por eso fortalecemos este componente” explicó Lilian Amparo Contreras Carvajalino, directora del Icbf en Norte de Santander.

Territorios Étnicos con Bienestar brinda además fortalecimiento familiar y comunitario, e impulsa de procesos autónomos de las comunidades como  intercambio de saberes y apuestas colectivas.

Roberto Atzavara, líder barí, resaltó que este programa beneficia a su pueblo y va de la mano de lo que los barí buscan: no dejar perder su historia y tradiciones.

“Los barí seguimos tejiendo canastos, conservamos nuestro idioma, seguimos creyendo en nuestros dioses, y luchamos porque nuestra cultura no desaparezca”, detalló.

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Por su parte, Ernesto Cachimuel, gobernador de la comunidad quichua en Norte de Santander resaltó que desde que esta población se asentó en  Cúcuta en los años 60, luchan por mantener intacta su tradición.

“Como vivimos en una ciudad urbana, nuestro idioma se ha ido perdiendo, por lo que con el Icbf hemos iniciado desde hace seis meses el repaso de nuestro idioma (el quichua)”, relató Cachimuel.

“Como padres sabemos hablar  la lengua de nuestros ancestros, pero los niños de las 30 familias que participan han ido olvidando esta tradición”, agregó. 

Desde abril del presente año se inició el proyecto, el cuál podría extenderse hasta por nueve meses.  

Para el desarrollo de cada sección, los expertos se han  trasladado hasta las zonas donde se encuentran las comunidades.  En el caso de los barí, han gastado hasta tres días en llegar a los territorios para   trabajar con 232 familias de esta comunidad distribuidas en territorios distantes.

Por: Kevin Beltrán
Practicante de periodismo

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