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El recomenzar de víctimas en Norte de Santander
Siete desplazados de la guerra reciben el apoyo para que crezcan como emprendedores.
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Domingo, 9 de Diciembre de 2018

Regresar sin nada en las manos. Dejar por segunda vez lo ya conformado, en otro país. Volver al sitio que los vio nacer, pero también de donde huyeron como consecuencia de la guerra es duro. Así lo describen ellos mismos: las víctimas retornadas.

Empezar por segunda y tercera vez desde cero es el reto, pero así lo han asumido este grupo de retornados que ahora lo que busca es emprender.

Se fueron de Colombia huyendo de la guerra, emprendieron en distintas partes de Venezuela, Panamá, Ecuador, y ahora les toca nuevamente surgir.

Katherine Castro es una de las emprendedoras y quiere montar un taller de ropa interior y pijamas, porque era algo en lo que ya trabajaba en el estado Barinas, en Venezuela, antes de que comenzará la crisis socioeconómica en el vecino país.

Para Jacob Barbosa, de Convención, la posibilidad de emprender su negocio de confección de jeans es la herramienta más valiosa para dar sustento a su familia.

Se fue como desplazado al Táchira junto con sus padres cuando apenas tenía 13 años, y en tierras venezolanas aprendió el oficio de la confección industrial, siendo ayudante de los operarios.

“Aprendí mirando y luego me dieron la oportunidad de trabajar como operador de las máquinas. Hace tres años cuando nos deportaron, y estuvimos en un albergue, en La Parada, nos registraron. Llegamos sin nada, dejamos todo atrás nuevamente”, dijo.

Recibió una ayuda humanitaria para su primera máquina de coser industrial hace unos meses, pero ahora él da la oportunidad a otras personas vulnerables de participar en el proyecto.

En su casa conformó el taller de confección, donde elabora pantalones de hombres y mujeres a una empresa.

“A pesar de volver a empezar, no me da miedo. Ser retornado y desplazado te fortalece. Tenemos que sobreponernos sin mirar atrás”, dijo.  

El Consejo Noruego para Refugiados (NRC) y la Unidad para las víctimas están apoyando a siete víctimas retornas que como Díaz tienen los proyectos conformados, pero que no tienen las herramientas para arrancar.

La variedad de negocios y proyectos que propuso el grupo es notoria. 

Carmen Yáñez quiere trabajar con su pareja en una venta de lubricantes, Farina dijo que lo suyo es la venta de comida rápida, María le apunta a una refresquería, Alfonso quiere criar cerdos y gallinas; y Martha se ilusiona con un salón de belleza.  

El grupo de víctimas se reunió en la sede administrativa de la unidad en Norte de Santander, donde la funcionaria territorial de colombianos en el exterior, Liliana Murillo, y la delegada del NRC, Claudia Arbeláez, les explicaron el proceso del esquema especial de acompañamiento del que fueron beneficiados para crear un pequeño negocio.

Las víctimas que esta iniciativa reciben insumos como dotación en maquinaria o equipo para sus negocios.

Esquema de acompañamiento

Establece la resolución 00434 de 2016, los Esquemas Especiales de Acompañamiento (EEA) son acciones complementarias en los componentes de vivienda, seguridad alimentaria e ingresos y trabajo, en beneficio de la población retornada. 

Los esquemas de acompañamiento tienen como objetivo complementar, armonizar o flexibilizar la oferta o estrategias estatales disponibles de forma tal que se pueda avanzar hacia los procesos de estabilización socioeconómica y reparación integral de la población en situación de retorno.

En el departamento se beneficiarán siete personas de Cúcuta y Villa del Rosario. En el país son 41 EEA entregados, y 30 que se encuentran en proceso de implementación.

En esta ocasión las entregas se hacen a víctimas retornadas desde el exterior. Los esquemas son entregados en el marco del convenio de cooperación entre la Unidad para las Víctimas (UARIV) y el Consejo Noruego para Refugiados (NRC).

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