Un mes después de que la comunidad de Buena Esperanza denunciara que el río Zulia presentaba gran cantidad de espuma, sin una aparente explicación, Corponor presentó este lunes los resultados de las muestras hechas en el sector del colegio local y 500 metros arriba y 500 abajo para determinar la razón.
Según el informe, se evidenció un aumento significativo de sólidos suspendidos totales, lo que indica que es probable que el río transporte materia orgánica e inorgánica como pulpa de madera y desecho de residuos de basura.
Así mismo, se observó alta presencia bioquímica de oxígeno, es decir material vegetal y animales descompuestos, lo que indica que el agua trasporta desechos que indican la baja calidad del agua.
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El informe sugirió que estas aguas no sea utilizadas para usos recreacionales, es decir, pesca y baño de personas. Así mismo, recomendó controles para el uso agrícola.
Además se advierte el incremento de coliformes fecales, producto de los vertimientos de más de 10 municipios en el río Zulia.
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¿Y la espuma?
El informe de Corponor evidenció que en ese punto se concentraron hasta 210 por ciento más de partículas de detergentes, sin embargo, el tema será denunciado a las autoridades correspondientes para que determinen dicha situación.
Igualmente se determinó, por la pruebas que se le hicieron al agua, que esta no presenta rastros de mercurio. Las pruebas arrojaron que la proporción de mercurio en las aguas equivale a un valor que no extralimita los niveles de toxicidad.
Sobre la turbidez del río Zulia, Gregorio Angarita, director de Corponor, aseguró que la razón es el deslizamiento constante que está teniendo una montaña en una vereda de Arboledas.
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Aseguró que ya le solicitaron a Servicio Geológico Colombiano que haga una visita al sector para determinar qué es lo que está pasando.
Además, el 9 de noviembre, dijo Angarita, habrá una reunión junto con la Procuraduría ambiental, para tratar el tema de cómo mermar el vertimiento de desechos al río Zulia.
Invitó a los municipios que vierten sus desechos al agua para que se reúnan y gestionen los recursos que sean necesarios para construir sus planta de tratamiento de aguas residuales. La planta que se requiere con más urgencia es la que se tiene que ver con la quebrada La Tonchalera, donde se construyó un barrio gratuito.
