Luego de que se otorgara la licencia ambiental para que se pueda construir la vía de acceso al nuevo casco urbano de Gramalote, el consorcio Pavimentar Kivu deberá responderle a Corponor por varios requerimientos, tan pronto se reinicie el contrato para adelantar la obra.

De acuerdo con el documento conocido por La Opinión, en total son 35 las obligaciones del beneficiario de la licencia, los cuales deberán ser cumplidos a cabalidad, pues de lo contrario se revocaría o suspendería la licencia, y podría abrirse un proceso sancionatorio ambiental. (Lea además Por fin dieron permiso para vía de Gramalote)

Entre los requisitos relevantes están la presentación de informes de cumplimiento ambiental, cada cuatro meses, así como el monitoreo cuatrimestral de la calidad del recurso hídrico, aguas arriba y aguas abajo del área de influencia del proyecto en cada fuente o corriente intervenida.

En el mismo período de tiempo, y debido a la falla sobre la que se encuentra Gramalote, se deberán realizar pruebas de estabilidad de taludes y un monitoreo permanente del terreno “teniendo en cuenta que el desarrollo de las obras puede generar activación de procesos y repercusiones”, tales como movimientos de tierra.

En este sentido, Luis Lizcano, director de Corponor recordó que el municipio fue arrasado por una falla geológica y que en la construcción de la vía se deben prevenir hechos que pudiesen alterar el desarrollo de las obras.

“Hay riesgos como en toda obra”, dijo. “Lo que estamos diciendo es que se tenga en cuenta estas observaciones para causar el menor impacto ambiental negativo a los ecosistemas que hay a lo largo del trazado de la vía”.

Sin embargo, según el estudio ambiental la remoción en masa casi segura se encuentra solo en el 3,9 por ciento del terreno.

En materia de manejo de fauna y flora, elementos que tendrán afectación por la presencia de agentes externos y la intervención de su hábitat, deberán establecerse los sitios donde serán reubicadas las especies y brindar todas las garantías de mitigación del impacto ambiental.

En este sentido, la licencia insta a priorizar el plan de manejo para dos especies de aves migratorias que arriban a la zona, además del que se deberá adelantar con la restauración de bosques -por la tala sistemática- y especies de flora que se consideren amenazadas.

Igualmente, tendrá que ajustarse el plan de manejo del aire, por el posible deterioro de la calidad del mismo y el aumento de la presión sonora que puede desatar cambios de comportamiento en la fauna que allí se encuentra y que suma 31 especies de mamíferos.

En relación con las especies amenazadas se solicitó también un cuidado particular, ya que seis de los 24 individuos recopilados en el muestreo fueron reportados en cierto grado de amenaza y corresponden a ciertas clases de anfibios.