La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile

En Norte de Santander temen por el escalamiento de la guerra

Ante la ruptura de la mesa de negociación con el Eln, hay preocupación por parte de las autoridades del departamento.

El accionar del Ejército de Liberación Nacional (Eln) en la zona del Catatumbo no ha cesado en los más de 40 años de presencia armada que lleva en esta región del país, y cada vez se hace más lejana la posibilidad de que esta guerrilla salga del territorio y les permita a las comunidades vivir sin la zozobra de la guerra a sus espaldas.

Aunque en 2017 una esperanza se abrió con la instalación de los diálogos de paz por parte del Gobierno, en esta convulsionada subregión de Norte de Santander el panorama no ha cambiado, ni si quiera con las treguas que se decretaron varias veces, toda vez que la disputa del Eln es también con otros actores que hacen presencia en el lugar.

No obstante esta realidad, el temor ahora es mayor, en vista de la ruptura definitiva de la mesa de negociación, luego del ataque perpetrado por el grupo insurgente en la escuela general de la Policía, en Bogotá, y el cual confirmó que el grupo insurgente insiste en la vía armada.

El escalamiento de la violencia es inminente y esta es hoy la mayor preocupación que les asiste a las autoridades del departamento, a los líderes de la zona y a los defensores de derechos humanos, quienes temen por las consecuencias que esto pueda traer.

“Nos preocupa el futuro de la mesa de diálogos entre el Gobierno y el Eln. Esperamos el retorno de la paz para nuestra región. Hacemos el llamado a los actores del conflicto”, manifestó el gobernador William Villamizar, quien no dudó en ocultar también su preocupación por la suerte de los tres tripulantes del helicóptero que fue atacado, la semana pasada, en Hacarí.

Llamado al Gobierno

Luis Fernando Niño, secretario de Víctimas, Paz y Posconflicto de Norte de Santander, se mostró inquieto por el futuro que les espera a los habitantes de los municipios que integran el Catatumbo y quienes son los que día a día sienten el rigor de las acciones perpetradas por el Eln.

“Con esta ruptura total lo que se augura para un departamento como estos que tiene tanta presencia del Eln, son más enfrentamientos y el incremento de la violencia”, dijo el funcionario.

En esa medida, Niño le hizo desde ya un llamado al Gobierno Nacional para que no solo intensifique el acompañamiento de la población en materia social, sino que evite al máximo dejarla en medio de la confrontación con la guerrilla.

Juan Carlos Quintero, líder de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), igualmente dejó ver su preocupación por lo que le depara al Catatumbo con el levantamiento de las conversaciones de paz.

Dijo que le angustia en particular lo que pueda suceder con el aterrizaje de la implementación del acuerdo de paz con las Farc, pues consideró que lo que se va a ver en adelante es un escenario de confrontación armada permanente.

Por eso, insistió en que es necesario que se mantengan abiertas las vías del diálogo.

Puede ser una oportunidad

Desde la Fundación Progresar, que dirige Wilfredo Cañizares, reconocieron también que lo que se viene no es fácil para la región, pues es una de las de mayor influencia del Eln, pero aseguraron que esta escalada puede derivar en una oportunidad para que se replantee el proceso, bajo las condiciones del nuevo Gobierno.

“En la condición en que está hoy la mesa lo mejor que le puede pasar es que se acabe, para que este Gobierno tome la decisión de iniciar un nuevo ciclo bajo su liderazgo y lineamientos. Como todos sabemos, este es un gobierno totalmente antagónico al anterior y debe ordenarse de nuevo todo”, dijo Cañizares.

Image
La opinión
La Opinión
Viernes, 18 de Enero de 2019
Premium-home
Patrocinado por:
Logo Empresas
Temas del Día