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En San Cayetano aún hay misterio sobre la retroexcavadora extraviada
El alcalde del municipio se ha limitado a decir que la maquina está perdida, pero no da a conocer su paradero.
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Lunes, 30 de Abril de 2018

La comunidad de San Cayetano le exigió a su alcalde, Javier Agudelo, que diga, de una vez por todas, dónde está una retroexcavadora comprada en 2006 con dineros del municipio. 

De la máquina, que está avaluada en más de 400 millones de pesos, lo último que se supo fue que se arrendó a un particular, pero su paradero sigue siendo un misterio.

Del tema, los entes de control no han hecho público su interés de averiguar, no investigan de oficio ni tampoco se volvieron a pronunciar a pesar de las denuncias hechas en los medios de comunicación, denunciaron líderes comunales del municipio.

“El proceso lleva 1 año ‘durmiendo el sueño de los justos’”, dijo el veedor Marcelino Torres, quien aseguró que Agudelo sigue negando información   sobre el paradero de la máquina. El mandatario se ha limitado a decir que la retroexcavadora no está perdida, pero no da a conocer su paradero.

Para Torres resulta extraño que el alcalde insista en que la máquina no está perdida pero tampoco diga dónde está, “que es lo que todos quieren saber”. 

En la foto de la máquina que muestra la Alcaldía en un comunicado surgen dudas frente a la verdadera retroexcavadora que asegura la comunidad aún no aparece, dado que la puerta de la cabina es diferente, dijo Torres.

La Opinión se comunicó vía telefónica con la secretaria de Planeación, Angélica Esteban Acevedo, para confirmar una cita con el alcalde; sin embargo, ninguno de los dos manifestó tener interés en dar respuesta a las inquietudes sobre la máquina.

La ponen en venta

Este diario conoció que hace pocos meses el Concejo, en plenaria, le otorgó facultades al alcalde para vender o enajenar la máquina, aunque el presidente de la corporación, Ángel Cárdenas, le admitió a este diario que tampoco conocían dónde estaba.

El acuerdo que autoriza la venta se dio porque “dicho vehículo tiene ya más de veinte años de uso, por lo cual sus partes mecánicas presentan un deterioro… resulta a la postre más costoso seguir efectuando su mantenimiento, por lo que es mejor vender el bien mueble”. 

La polémica por la pérdida de la máquina hizo que la atención se centrara en el contrato por medio del cual se prestó este bien.

Para la comunidad, el contrato 201-2016, entre el municipio de San Cayetano e Ivonne Nayibe Parada, representante de Partes y Soluciones, cuyo objeto fue el arrendamiento de la excavadora hidráulica tipo oruga, tiene vacíos; uno de ellos, es que no deja claro quién debe pagar la póliza de garantía. Tampoco se establece quién es el supervisor ni con qué fin se prestó ni con qué facultades jurídicas.

Otra incoherencia es la aceptación de la oferta, que establece que la secretaria de Planeación ejercerá la supervisión del contrato, pero en el acta de inicio firma el secretario General, Omar Jovino, en calidad de supervisor. 

Para los veedores del proceso deja mucho qué pensar la supervisión que se hizo al préstamo de la máquina, debido a la respuesta de Jovino a un veedor, en la que se limita a decir que la empresa Partes y Soluciones es la que dispone del lugar donde se tiene la máquina, pero tampoco indica el sitio. 

Quedan dudas sobre las autorizaciones del Concejo y la forma como el alcalde prestó la máquina a privados. ¿Podía el alcalde prestarle la retro a una empresa para que la usara en actividades que no beneficiaban a su comunidad?

Documentos señalan que que Partes y Soluciones es una empresa dedicada a la reparación especializada de maquinaria, pero como segunda actividad también se dedica al alquiler y arrendamiento de estos aparatos; esto explicaría que el alcalde y sus concejales no solamente se equivocaron al arrendar su máquina para un uso privado, sino que se la entregaron a una empresa que arrienda estos equipos.

La Opinión preguntó cuál es la tarifa comercial del arriendo de una máquina similar, y su valor fluctúa entre 120.000 mil y 200.000 mil pesos la hora, algo que no fue advertido por el mandatario, quien la entregó por $17 mil pesos la hora, por 75 días. Existe la posibilidad de que el arrendatario haya subarrendado la máquina.

Ni por este contrato, ni por la desaparición de la máquina, ha respondido el alcalde, que amenaza con denunciar a los periodistas por calumnia.

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