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Gobernador: La emergencia por el coronavirus nos trastornó la agenda

Los proyectos de infraestructura se reactivarán la próxima semana.

Silvano Serrano, gobernador de Norte de Santander, reconoce que el departamento va a quedar muy afectado tras esta crisis, pero se mantiene firme en sus planes para los próximos cuatro años.

Silvano Serrano Guerrero, gobernador de Norte de Santander para el periodo 2020-2023, había añorado como nadie llegar al primer cargo del departamento después de una larga carrera en el sector público, y su deseo se le cumplió el año pasado.

Lo que tal vez nunca se imaginó el mandatario de los nortesantandereanos, es que su estadía en el Palacio de la Cúpula Chata le iba a significar uno de los desafíos más grandes que haya tenido que enfrentar un gobernante en la historia reciente de la región: sortear una pandemia.

Sin haber cumplido sus primeros 100 días en el cargo, el entusiasmo con el que venía poniendo en marcha sus primeros proyectos fue frenado en seco por cuenta de la emergencia sanitaria, teniéndole que dar un giro radical a las prioridades de la administración.

Sobre ese momento, lo que ha significado para él esta crisis y los cambios que vendrán, como consecuencia del coronavirus, habló el gobernador con La Opinión.

¿No había cumplido usted los primeros 100 días en el cargo y se le atraviesa una crisis de estas proporciones, ¿imaginó que fuera a ser tan larga y compleja?

Definitivamente Norte de Santander es una región ‘multicrisis’; así lo hemos denominado. Y es que tan solo hemos cumplido cuatro meses de nuestro periodo y ya se nos han presentado las siguientes situaciones: primero, el paro de maestros del Catatumbo; después vino el paro armado, también en el Catatumbo, que duró 15 días y que se trasladó hasta el área metropolitana de Cúcuta. Luego el bloqueo de vías, en reclamo por la erradicación de cultivos ilícitos. Otro tema que hemos tenido que resolver es el desplazamiento en algunos sectores, especialmente en Sardinata, pero también en Bucarasica, Lourdes y Puerto Santander en los últimos días. Lo otro fue el problema de la calidad del aire que afectó la región. Ahora estamos con la emergencia producida por el coronavirus que nos trastornó toda la agenda pública, y en paralelo se nos vino la situación de los retornados venezolanos. Cada una de estas situaciones tiene un nivel de complejidad y agrava de manera sustancial lo que ocurre en la región.

¿En qué  estaba concentrado su gobierno cuando se desató la emergencia sanitaria?

Teníamos previsto en estos cuatro primeros meses la formulación de nuestro Plan de Desarrollo de manera participativa. Afortunadamente logramos adelantar cinco de las seis sesiones de concertación. La semana pasada hicimos un trabajo virtual con los alcaldes de la zona Norte y también se hizo un trabajo virtual con ediles y presidentes de juntas de acción comunal de Cúcuta para consultar la formulación del Plan de Desarrollo.    

¿Qué tan complejo ha sido seguir adelante con los planes que tenía para esta primera etapa de su gobierno, con la COVID-19 de por medio por?

Nadie tenía previsto que se nos fuera a presentar al tercer mes una situación de emergencia tan grave como esta. En este momento, creo que estamos dedicados en un 90% al tema del COVID-19 y el 10% al resto de actividades. Poco a poco vamos retomando las actividades, en la medida que el Gobierno también va reactivando el resto de la economía y actividades diarias.

¿Cuál ha sido el mayor impacto para su gobierno hasta ahora?

Hay dos circunstancias: por un lado está el tema de la emergencia sanitaria. Como se genera tanta incertidumbre y no tenemos información día a día de lo que está ocurriendo y de las proyecciones, trabaja uno a veces sobre cifras inciertas. A pesar de que el Gobierno produce información, es una situación que nos preocupa, porque, por ejemplo, lo que hemos hecho es la formulación de nuestro Plan de Atención, sobre la base de la información que vamos teniendo poco a poco. 

¿Y cuál es esa otra situación que lo inquieta?

La de los migrantes y los retornados porque puede complicarse, en la medida que no haya una respuesta efectiva por parte del vecino país, o porque los venezolanos consideren que aquí hay mejores servicios. Eso nos terminaría afectando. 

¿Qué proyectos tuvieron que postergar o dejar en pausa por la crisis?

Algo muy importante es que a pesar de que llegó esta pandemia, seguimos trabajando y el Sistema General de Regalías (SGR) nos ha permitido seguir avanzando de manera virtual. Quedaron aproximadamente 15 proyectos pendientes de formulación o en etapa temprana de formulación para acceder a recursos del SGR. El viernes cumplimos requisitos y hoy tenemos ya 10 de esos proyectos aprobados y están listos para comenzar su proceso de contratación. 

¿Cuál es uno de esos primeros proyectos que pondrán a rodar, independientemente de la emergencia?

Uno muy importante para nosotros, como lo es Astilleros-Tibú. Ya cumplimos requisitos y tal vez en los próximos ocho días vamos a iniciar el proceso de contratación. Son $65.000 millones para la vía. Como este hay otros proyectos muy puntuales en cada uno de los municipios. También veníamos trabajando en el tema del Centro de Convenciones; ese proyecto lo retomamos esta semana con el Área Metropolitana y con la Alcaldía de Cúcuta. Son proyectos que no van a afectar nuestro plan de acción y de atención de la COVID-19.

Precisamente, en las últimas semanas se han criticado mucho los contratos que no tienen nada que ver con el coronavirus ¿Es exclusiva, hoy,  la contratación solo para la emergencia?

La emergencia la estamos atendiendo y dispusimos los recursos para atenderla, pero tenemos que seguir con los proyectos que son estratégicos para la región, porque en algún momento va a tener que levantarse la cuarentena y tenemos que garantizar que los elementos que activan la economía sigan funcionando. Por eso, nuestros proyectos de infraestructura se van a reactivar de aquí al próximo lunes.

¿O sea que sí pueden hacer contrataciones distintas?

El mismo Gobierno Nacional, en el marco de la declaratoria de la emergencia, expidió unos decretos en los que autoriza el desarrollo de una serie de actividades y excepcionalidades, no solo dentro del Estado de Emergencia, sino de la vida misma de la gente. 

Usted nos dijo hace unos días que, prácticamente, les ha tocado sortear con recursos propios la coyuntura actual de salud. ¿Esto podría tener alguna repercusión en el financiamiento de los planes y programas pensados para los próximos cuatro años?

Con recursos propios vamos a estar muy limitados. Con la afectación de la emergencia se dejarían de recibir, por lo menos, unos $90.000 millones de recursos propios. Eso va a generar que nos limitemos en la contratación de obras e inversión con recursos de la Gobernación, de manera directa. Qué nos queda, los recursos de regalías y del Sistema General de Participación. 

¿Esas limitaciones serán para los cuatro años?

La afectación que hemos medido es para este primero año.

¿A qué estrategia apelarán entonces para mitigar esas consecuencias?

Afortunadamente, teníamos en caja, de reservas y de recursos en Tesorería que no tenían compromisos, más o menos $30.000 millones. Entonces, en vez de afectar otros sectores y el presupuesto de este año, yo utilizo esos recursos para poder financiar el Hospital Erasmo Meoz, el San Juan de Dios, de Pamplona; el Emiro Quintero Cañizares, de Ocaña; el de Tibú, el apoyo alimentario, lo de los laboratorios, la compra de las ambulancias y así. Eso es lo que nosotros hemos hecho hasta este momento.

¿Teme que las principales fuentes de financiación de la Nación se reduzcan?

Principalmente, lo que se va a reducir son las regalías, por los precios del petróleo. Entonces, diría que no para este año, pero sí para el año entrante, las regalías se van a ver afectadas de manera importante. Eso nos afecta el flujo de la caja para financiar proyectos estratégicos. 

¿Y ya han pensado cómo lo solventarán?

La administración del doctor William Villamizar dejó en disponibilidad para este año cerca de $70.000 millones del Sistema General de Regalías que están disponibles para comenzar a formular los proyectos, presentarlos al sistema, esperar que nos los aprueben y poder comenzar a cumplir los compromisos que tenemos del Plan de Desarrollo.

¿Puede algún proyecto, plan o iniciativa correr el riesgo de no ejecutarse, como consecuencia de lo que sucede hoy?

Esperaría que ninguno se nos afecte.

El Plan de Desarrollo 

¿Qué impacto tendrá la  emergencia actual en el Plan de Desarrollo que venían consolidando? 

Los sectores económicos y sociales, principalmente, van a quedar muy afectados. Sin embargo, tenemos unos compromisos del programa de gobierno y en la medida que la gente votó por ellos, estos deben verse reflejados en el Plan de Desarrollo. Aun así, hay que hacer un énfasis fundamental en la atención a la gente que va a quedar más golpeada y, por otro lado, establecer unos planes de choque y de atención al sector productivo de la región para mirar de qué manera, articulados con el Gobierno Nacional, podemos reactivarlos.

¿Algún eje en específico se va a ver más afectado? 

Teníamos muchas expectativas en el sector turismo y ese es uno de los que hoy está siendo afectado de manera importante. La idea fundamental es poder seguir trabajando con ellos y en una conversación permanente.

¿Van a redefinir metas y apuestas o cree que podrán seguir andando sobre las mismas bases?

Todo va a depender de la afectación en las finanzas públicas. Si logramos que no se nos afecten los recursos del Sistema General de Regalías, si logramos mejorar el recaudo y volver a la normalidad, seguramente no van a verse afectadas las metas. Inicialmente lo que hemos hecho es mantener las metas y proyectos que concertamos.

¿Le hubiera parecido conveniente ampliar los términos para la presentación del Plan?

Claro que sí. Nos hubiese gustado que hubiéramos tenido un poquito más de libertad para consultar mucho más a la gente.

LA ZESE

Proyectos como el de la ZESE se pueden ver afectados con las secuelas que va a dejar el coronavirus?

El informe que me entregó la directora de las Zonas Económicas Especiales es que la inscripción de las empresas al régimen se ha mantenido. Lo que pasa es que sí hay un panorama muy confuso. 

¿Qué piensa hacer su gobierno para sacar adelante esta iniciativa, a pesar de la situación?

Vamos a buscar el apoyo de un experto internacional para que nos muestre cuál sería la prospectiva de la aceptación de los sectores  económicos de Cúcuta y cómo debemos empezar a actuar en estos primeros días poscoronavirus, de tal manera que podamos reactivar los sectores económicos.

Cree que es necesario correr los plazos fijados para los beneficios, teniendo en cuenta la parálisis que se ha presentado?

Seguramente que el Gobierno deberá, y así se lo hicimos saber ya, ajustar los tiempos, porque llevamos ya casi dos meses en donde la promoción de esta iniciativa no la hemos podido hacer como debiera hacerse.

Norte de Santander podrá seguir siendo igual cuando cese la pandemia, o esto empeorará las cosas?

Vamos a estar muy afectados; va  a haber una recesión de la economía muy dura, porque nuestra economía y nuestros sectores productivos son muy frágiles y esa informalidad tan grande que tenemos seguramente va a crecer, así como el desempleo. Por eso, hay que ir pensando desde ya en ese escenario de cómo construir con los sectores productivos esa reactivación y acompañamiento a las actividades económicas.

En breve

¿Cuál es para usted la mayor ganancia de esta crisis?

La solidaridad de la gente. 

¿Y la principal oportunidad?

Reafirmar que la tecnología es un instrumento poderoso para apoyar las actividades diarias.

¿Una satisfacción?

Poderle servir a los nortesantandereanos. Nos comprometimos a servirle a Norte de Santander en momentos de tranquilidad y  de intranquilidad, y ahí estamos.

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Lucy Araque
Lucy Araque
Martes, 28 de Abril de 2020
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