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Hacen falta más de 1.000 docentes en Catatumbo
El sidicato cree que las conversaciones entre el Gobierno y la guerrilla pueden resolver esta situación.
Miércoles, 27 de Abril de 2016

Más de mil profesores se requieren en Catatumbo y, como gesto de paz, esta sería una de las mejores garantías para tener impacto en la zona.

Así lo confirmó Hugo Cárdenas, vocero de Asinort (sindicato de maestros) para quien el fin de la educación contratada tendría beneficios importantes para los niños de esta región.

“Hemos tenido dos reuniones con el gobernador, William Villamizar, y vemos con agrado que se contemple el nombramiento provisional de profesores para estos pueblos que tanto lo requieren”, dijo.

Con el tiempo, según indicó, se realizaría un concurso para definir la planta oficial.

“Es una buena propuesta y la vamos a acompañar”, agregó. “Si esto se puede obtener como parte de la negociación del proceso de paz para que esta zona de violencia reciba el beneficio, lo respaldaremos”.

Según comentó el objetivo es que, en principio, los docentes sean de los mismos municipios lo cual redundaría en fuentes de empleo para la comunidad.

“Entendemos que en el casco urbano de varios municipios hay algunos docentes de planta, como ocurre en Tibú”, dijo. “Sin embargo, en Hacarí, San Calixto y Teorama las condiciones son diferentes, porque priman los contratos”.

En este sentido, Cárdenas destacó que la planta docente nombrada acabaría los problemas de contratación, la cual, si empieza tarde, perjudica los procesos académicos.

“Esos contratos solo son por 10 meses y tienen muchas dificultades”, expresó.

Si la iniciativa se concreta, terminaría la contratación que actualmente ejecuta Paz y Futuro con 42 instituciones educativas de Catatumbo.

Aunque no se ha definido el número de docentes que se requieren, se sabe que estos dependerían del número de estudiantes en cada institución.

Inicialmente, se busca efectuar un plan piloto en La Esperanza y Hacarí, para expandirse hacia otras localidades.

De este modo, según Cárdenas, “retornarían los niños, las familias, y ya no tendríamos escuelas que no tienen estudiantes”.

Además, no se desperdiciarían infraestructuras como la del megacolegio La Gabarra que, con la planta docente, sería ampliamente aprovechada.

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