La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile

La comisión de la verdad en Norte de Santander

Un primer encuentro entre organizaciones sociales e instituciones.

La esperanza de conocer las responsabilidades y las motivaciones que sumaron al Catatumbo en el escenario de la guerra, se consolida con la llegada de la Comisión del esclarecimiento de la verdad y los delegados Alfredo Molano y Saúl Franco, integrantes del equipo que ya tuvo contacto con organizaciones sociales e instituciones, con las que se avizora un trabajo arduo para cumplir esta parte del acuerdo de paz con las Farc.

Para Juan Carlos Quintero, vocero de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat) el encuentro resultó favorable, por la oportunidad de esclarecimiento del conflicto en el nororiente colombiano, aunque hay preocupación por la premura del tiempo, pues la Comisión solo tiene tres años de vida.

Ante esto, las organizaciones sociales sugirieron establecer algunos hitos que consideran de especial relevancia, dada su relación con el aumento de la violencia en el territorio, para lo cual se propuso que se analicen algunos hechos ocurridos desde mediados de los años 70, hasta la fecha, así:

1. Impacto del exterminio de la Unión Patriótica, y otros partidos políticos, en el territorio, así como la persecución y homicidios sistemáticos de dirigentes del paro del nororiente.

2. La llegada de los cultivos de uso ilícito y la relación del narcotráfico con la guerra en el Catatumbo, desde finales de los años 80.

3. Relación de las luchas campesinas, como las marchas cocaleras del 96, con el éxodo campesino del 98, y el posible vínculo de estas con acciones violentas derivadas del Plan Colombia, en momentos en los que con paralelamente al Plan, se expandían los grupos paramilitares en el Catatumbo.

4. Para comienzo del nuevo siglo, la llegada de la seguridad democrática, y las ejecuciones extrajudiciales, de las cuales hay más de 70 documentadas en Norte de Santander, y cuyo escándalo detonó  en Ocaña. Para esta misma época, se advierten persecuciones contra funcionarios públicos, médicos, líderes sociales, entre otros, víctimas de las redadas de la seguridad democrática, que posteriormente resultaron inocentes.

5. Avance de los megaproyectos, el despojo de tierras derivado del paramilitarismo, y la función de la cooperación internacional. 

Así mismo, se prevé la inclusión de casos emblemáticos como la desaparición, secuestro y asesinato de los estudiantes de la Ufps Edwin López Granados y Gerson Gallardo Niño, en el año 2003; el homicidio de Tirso Vélez, y los hornos crematorios de Juan Frío.

“Sugerimos el caso de Iván Villamizar Luciani, docente de la Universidad Libre, defensor del pueblo, asesinado en Cúcuta y que a pesar de que no hacía parte de la izquierda, es prueba de que el paramilitarismo pasó a asesinar gente respetada en la institucionalidad”, agregó Quintero.

Señaló que hay gran expectativa en los logros de la comisión, “porque Norte de Santander tiene 350 mil víctimas” y ahora se espera “que todos tengamos la altura para aportar verdad, porque hay una memoria viva, que no solo recoge los líderes, sino también excombatientes, empresarios, la iglesia, sectores políticos”, entre otros.

Lea también Asociación Campesina del Catatumbo: la apuesta sigue siendo la paz

‘Hay un mapa realista’

Saúl Franco, de la Comisión, resaltó la amplitud de voces con las que se reunió para tener un panorama acertado de la realidad del Catatumbo, incluso de la guerra que no ha cesado.

Afirmó que del encuentro con organizaciones como Ascamcat y Poderpaz, la secretaría departamental de Víctimas, la Ufps, un vocero del pueblo barí, la Fundación Progresar, y la Biblioteca Julio Pérez Ferrero, se obtuvo “un panorama muy realista de la situación, sin ingenuidades”.

Admitió que sería imposible dar respuesta a todos los casos de víctimas, razón por la que su trabajo se centrará en aquellos patrones, relacionados con los tipos de violencia que tuvieron cierta intensidad en momentos específicos de la historia, y cometidos por ciertos actores.

“Si uno pone reflectores, es para profundizar”, señaló. “No es solo escribir que paso sino por qué pasó, y aunque la Comisión tiene que mirar mucho por el retrovisor, el objetivo es el panorámico”.

Image
La opinión
La Opinión
Domingo, 26 de Agosto de 2018
Premium-home
Patrocinado por:
Logo Empresas
Temas del Día