La inauguración de la planta extractora Catatumbo S.A. fue, en palabras del presidente Iván Duque, la prueba de que es posible transformar el territorio con base en la legalidad, la ciencia, la tecnología, la innovación, el emprendimiento, y la sostenibilidad ambiental.
Al respecto, destacó que el grupo de 962 socios productores, dueños de más del 40 por ciento de la empresa, demuestran que “es posible decirle no más a la tentación y apostarle a la legalidad”. Agregó que “cuando hay esa vocación se puede hacer transformación”, en especial porque 150 de los socios estuvieron vinculados con cultivos ilícitos.
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Por esa razón Duque manifestó que el cambio hacia la economía lícita sí es posible, tal como ha ocurrido desde 2003, cuando se inició el cultivo de palma, en cabeza de Carlos Murgas, cuando se erradicaron 330 hectáreas de coca, y se sembraron 1.040 de palma de aceite.
El objetivo para este sector productivo, según explicó el presidente, es superar las 500.000 hectáreas que hoy en día cubren el país, y duplicar esa extensión cultivada.
En este sentido, Duque señaló que se abrirán los mercados necesarios para que esas hectáreas sigan creciendo, con una estrategia: llegar a los países que quieren ayudar a Colombia.
“Necesitamos que con esa apertura podamos hacer transformación productiva”, dijo.
Reformas y proyectos
El mandatario añadió que se promoverá una reforma de reactivación económica con el fin de que se eximan del impuesto de renta todas las iniciativas de desarrollo en el campo, a cambio de la generación de empleo formal.
Afirmó que el Catatumbo “requiere que se recupere la palabra del Estado”, y señaló que en este gobierno “tiene que ser una realidad la conexión Astilleros-Tibú-Convención-La Mata”.
Para este proyecto vial sugirió, incluso, la participación de los ingenieros militares, no solo por su experiencia sino por las garantías de seguridad, “porque sin seguridad, el emprendimiento no existe”.
También anunció que en próximos días se aprobará un crédito por $14.000 millones para pequeños productores.
Sin embargo, comentó que “no es sólo ayudar con crédito, sino que tengamos diplomacia sanitaria”, para lo cual se instará al Invima para que garantice estándares sanitarios para llegar a mercados extranjeros.
Confirmó que no se firmarán más tratados de libre comercio, sino aprovechar los existentes.
El cambio de vida
Julio César Jaime Martínez, palmicultor desde 2009 y socio de la planta, afirmó que con la vinculación a este negocio se ha notado el cambio de vida para los productores.
“Es una bendición que sacó a la gente de la pobreza”, manifestó.
“Con esto le estoy dando estudio a mis nietos”, relató, convencido de que haber evaluado las posibilidades económicas y de rendimiento de la palma, y tomar la decisión de sumarse a la planta, fue un acierto.
Aunque han sufrido por las temporadas de sequía, y el primer semestre de este año se redujo la producción, con las nuevas lluvias vuelve la confianza, más aliviada también tras la visita y los compromisos del presidente Iván Duque.
