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A lomo de mula, los Barí ahorraron $147 millones

En 40 equinos, los indígenas de El Carmen transportaron los materiales para construir un tanque de agua.

Quince días de viaje a través de la espesa selva del Catatumbo, y 40 mulas para transportar 8 toneladas de materiales de construcción, entre ladrillos, cemento, arena y demás, fueron la clave para que la comunidad Barí del resguardo Ichirrindacayra,  en el municipio de El Carmen, pudiera multiplicar los recursos de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).

Transportar por tierra, y no por aire, los  materiales para la construcción de un tanque de agua permanente con sistemas de distribución, que les permitiera a las 90 personas del resguardo tener acceso al agua potable, como se tenía previsto en la estructuración del proyecto, les permitió ahorrarse $147 millones

Cuando la Agencia de Renovación del Territorio (ART) estructuró el proyecto, se previó llevar los materiales de construcción en helicóptero por el difícil acceso a la zona; sin embargo, los costos del transporte eran bastante elevados, por lo que la comunidad barí replanteó el método para hacerlos llegar hasta su territorio.

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(En Ichirrindacayra se invirtieron alrededor de 480 millones de pesos, incluyendo la ejecución de la obra, los estudios y la interventoría.)

“La organización ñatubaiyibarí sugirió transportar los materiales por tierra para ahorrar costos, y en asamblea con los barí priorizaron dos obras más que se podían ejecutar con los recursos sobrantes”, explicó Yamile Rojas Estupiñán, coordinadora territorial de la ART.

Los barí, conocedores del territorio, plantearon la ruta Cúcuta-Ocaña-La Sierra (Cesar)- resguardo Ichirrindacayra (El Carmen). Desde La Sierra hasta el resguardo se gastaban 5 días en ir y volver, por lo que eran necesarias 120 mulas para transportar la carga.

Como solo consiguieron 40, tuvieron que hacer 3 viajes. De esta forma, lograron que la obra que estaba presupuestada en $278 millones, terminara costando $130 millones y los recursos sobrantes se reinvirtieran  en dos obras más para las comunidades de yera (Teorama) e iquiacarora (El Carmen).

Para el resguardo de yera se destinaron $59 millones para el mejoramiento de la infraestructura de la escuela y la construcción de baterías sanitarias; mientras que en iquiacarora se construirá un aula con $88 millones.

Emilio Archila, Alto Consejero para la Estabilización y la Consolidación, visitó Ichirrindacayra hace un par de días para inaugurar la obra 600 del PDET, y quedó perplejo con semejante ahorro hecho por los barí, poniéndolos como un ejemplo de compromiso y trabajo en equipo a nivel nacional.

Por su parte, Rojas resaltó la iniciativa de los barí por querer optimizar los recursos y aseguró que sin su apoyo no hubiese sido posible multiplicar las obras en este territorio ancestral.

“Si se hubiera llevado el material por helicóptero, solo se habría podido hacer una obra. La comunidad barí presentó la mejor alternativa y acompañó todo el proceso de transporte teniendo en cuenta que esta zona es bastante compleja en el tema de seguridad por la presencia de grupos al margen de la ley”, detalló la coordinadora de la ART.

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Toto Abocbaycana Socuarchimanan, líder de infraestructura del resguardo, destacó la importancia de la obra entregada por el alto consejero, que le brinda una mejor calidad de vida a su comunidad, pues para abastecerse de agua debían desplazarse media hora selva adentro.

Optimizando recursos

(El Comité de Infraestructura del resguardo expuso cómo se ejecutó la obra para poder ahorrarse parte de los recursos.)

Ichirrindacayra no ha sido el único territorio que ha multiplicado los recursos del PDET en el Catatumbo en el último año. Gracias a la gestión y a la participación comunitaria en gran parte de las 90 obras ejecutadas por este programa en Norte de Santander, se han logrado optimizar los recursos, aseguró Rojas.

En el corregimiento de Orú (El Tarra), la comunidad estiró el dinero destinado para la construcción del parque principal y logró ponerle iluminación y bancas. Adicionalmente, logró hacerle otros retoques más a la obra a punta de rifas y bazares.

Además, en la vereda La Campana, el presupuesto era para cinco alcantarillas y se construyeron siete, y en la vereda Playa Cotiza, también de El Tarra, se construyó el comedor escolar gracias a que la comunidad puso parte de la mano de obra.

Adicionalmente, en la vereda La Victoria Campo Alegre (Convención), se tenía previsto construir 9 alcantarillas y se construyeron 12. En esta misma vereda los recursos destinados para construir una placa huella de 150 metros alcanzaron para dos metros más de obra y para una batea que no se tenía presupuestada, entre otros ejemplos.

La coordinadora de la ART aseguró que el compromiso de la comunidad con estas obras, y por supuesto su participación directa en la ejecución, han sido la formula perfecta para hacer rendir los recursos.

“Cuando las comunidades son las ejecutoras de las obras, los recursos rinden más. Se empoderan tanto de los proyectos que quieren aprovechar al máximo los recursos, y no escatiman esfuerzos en esta labor”, manifestó Rojas. 

Resaltó que el acompañamiento de las comunidades ha sido clave para que los  grupos al margen de la ley no interfieran en la ejecución de los proyectos de infraestructura, pues ellas mismas vigilan y cuidan las construcciones.

Visita a Ichirrindacayra

El resguardo Ichirrindacayra  de la comunidad Motilón-Barí,  está ubicado en el municipio de El Carmen (Norte de Santander). 

Allí viven alrededor de 90 personas, en su mayoría niños. En esta zona la lengua barí sigue intacta, al igual que las costumbres de cazar y pescar sus propios alimentos.

Para llegar a este resguardo se debe atravesar la espesa selva del Catatumbo, aunque antes se debe hacer un desvío desde Ocaña hasta el sector de La Sierra, en el César. 

Desde allí, hasta el resguardo, el recorrido puede durar entre 2 y 3 días a pie o en bestia, por las condiciones del terreno. Otra forma más rápida de llegar es por helicóptero, pero los altos costos de este medio de transporte y en ocasiones la inclemencia del clima, hacen que esta opción quede relegada.

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Jennifer Rincón
Sábado, 4 de Enero de 2020
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