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Cúcuta
A niños estudiantes de Puerto León no les han cumplido su promesa
En el 2011 abandonaron la antigua escuela ilusionados porque les construirían una nueva.
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Magaly Rubio
Magaly Rubio
Sábado, 8 de Julio de 2017

Aunque los ventiladores están encendidos, el calor es sofocante… los 14 niños de los grados segundo, tercero y cuarto de primaria, parecen estar ya acostumbrados, pues no les afecta. Su atención sigue centrada en lo que su maestra, Angélica Rincón, explica. 

Unas operaciones matemáticas permanecen fijas en la pantalla del televisor monitoreado desde el computador. Los estudiantes siguen atentos y aunque hay tres cursos en un pequeño salón, no se nota el desorden.

Aquí las horas de descanso, las más anheladas por los pequeños que no superan los 14 años, han dejado de generar grandes expectativas.

Actualmente, los estudiantes asisten a  clases en este pequeño salón en el corregimiento Banco de Arena.

El lugar donde estudian se limita a un salón y dos unidades sanitarias recientemente mejoradas. Para jugar no tienen más que un pequeño corredor de escasos dos metros. A veces salen a una cancha ubicada unos metros más arriba, pero no es algo frecuente. Aquí la mayor diversión es salir a la ventana a ver lo que pasa en la calle.

Cada estudiante podría tener un computador, y aunque tienen la dotación, no han podido aprovecharla, pues están guardados, no hay dónde ponerlos.

Sueñan con una hermosa y amplia escuela, pero prefieren no hacerse ilusiones, lo han escuchado tantas veces que ya no les emociona. Y es que estos pequeños no conocen más que estas cuatro paredes donde el salón sirve para todo; es un kiosco Vive Digital que ellos han ‘invadido’.   

Este es el panorama de los niños de la vereda Puerto León, quienes en 2011 tuvieron que salir de la antigua escuela luego de que se inundara por el río Pamplonita, con la promesa de que pronto tendrían una nueva. 

Antes de la ola invernal de la época, ellos tenían dos salones grandes y al frente un comedor infantil y una cancha de básquet. Hoy solo permanecen los restos de la vieja escuela.

Los vecinos aseguran que hubiese sido mejor restaurar la vieja escuela que esperar una que no ha llegado.

Durante los primeros años, los pequeños asistieron a clases en los patios de las fincas vecinas. Intentaron de todo para no tener que alejarse mucho de sus viviendas para estudiar, sin embargo, las condiciones comenzaron a desintegrar esa ilusión. 

Con el paso de los años y el cambio de sitios, los papás decidieron enviar a  sus hijos a escuelas de Puerto Santander y el corregimiento Banco de Arena, dos horas más lejos (ver gráfico).

Sin embargo, hoy aún permanecen 14 niños de la vereda estudiando juntos, lo hacen en el salón del kiosco Vive Digital de la zona;, lo otros 35 ya están en otras instituciones. 

Osmer Arévalo, quien cursa tercero de primaria, asegura que además de los salones que deben construir, ellos necesitan una bonita cancha. “La verdad es que siempre que pasamos por la construcción que hay a medias, uno quisiera que ahí fuera (la escuela) pues es más cerquita, pero eso está como lejos…” asegura. 

¿Qué pasó con las promesas?

Este es el lote donde quedaría la escuela nueva. Solo está el comedor y el resto es maleza.

En 2015, la secretaría de Infraestructura de Cúcuta explicó que en ese momento existían dos convenios en curso para devolver la escuela a la vereda. El primero con el Fondo Adaptación por $230 millones para construir dos aulas, una batería sanitaria y la cocina; y el segundo con Ecopetrol por $270 millones para el encerramiento y la construcción del comedor infantil.

En 2016 Ecopetrol cumplió con su parte. Hoy el lote destinado para la nueva escuela está encerrado y en medio de la maleza que hoy lo rodea está un salón destinado para el comedor infantil; pero el resto no ha llegado.

María José Villamil, estudiante de cuarto de primaria, cuenta que si se da lo de la escuela, esto le reduciría mucho el tiempo que pasa caminando bajo el inclemente sol. Solo tendría que andar 10 minutos para llegar de la casa a la escuela y se expondría menos. 

La mayoría de estos estudiantes van a pie hasta la escuela, otros piden la popular ‘colita’ en carros o motos del sector, mientras que unos más hacen el recorrido con sus padres.

Yonny Pascual Contreras, actual secretario de Infraestructura de Cúcuta, dijo que las demoras se han presentado por procedimientos que se debían haber hecho en administraciones anteriores y no se hicieron.

Aseguró que lo que le correspondía al Municipio era expedir el permiso para la construcción, y ya está listo. Pero que lo que sigue es la contratación de la interventoría por parte del Fondo Adaptación. El funcionario no se animó a dar una fecha para el inicio de la obra, pero aseguró que antes de finalizar el año se deben ver los avances de esta obra que está en proceso desde 2013. 

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