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A los nortesantandereanos “les falta” cultura de prevención
Esta fue una de las conclusiones del II Foro Departamental ‘Tejiendo redes para gestionar el riesgo’.
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Leonardo Favio Oliveros Medina
Leonardo Favio Oliveros
Miércoles, 11 de Mayo de 2016

Con la finalidad de abordar la Ley 1523 de 2012, fortalecer el trabajo institucional de los que hacen parte del sistema de gestión del riesgo de desastres y generar estrategias que contribuyan a mejorar la capacidad de atención y repuesta ante las emergencias, se desarrolló en Cúcuta el II Foro Departamental ‘Tejiendo redes para gestionar el riesgo’.

La actividad organizada por el Consejo Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres (CDGRD) y la Cruz Roja Colombiana, en la Torre del Reloj, contó con la participación de varios expertos en el tema.

Panorama de emergencias en Norte de Santander

Anelfi Balaguera, coordinador del CDGRD, durante un balance presentado a los asistentes al foro sobre las afectaciones reportadas en Norte de Santander desde 2008 por eventos naturales, recordó que por causas de las lluvias 28 mil familias han resultado damnificadas y 10 mil viviendas afectadas, al igual que el 80% de las vías.

“Zonas incomunicadas, 37 sistemas de acueducto dañados, siete centro de salud averiados, 11 bibliotecas y 252 instituciones educativas afectadas en sus infraestructuras y procesos de remoción en masa en 18 municipios de los 40, hacen parte de las cifras".

Balaguera resaltó que otra situación de gran magnitud es la destrucción de Gramalote por una falla geológica.

Detalló que como secuencia de la fuerte sequía de la que está saliendo el país hubo incendios forestales en toda la región; jurisdicciones como Tibú, Cúcuta, Pamplona, El Tarra, La Esperanza, Chinácota y Pamplonita tuvieron afectaciones en sus fuentes hídricas y de abastecimiento y 11 municipios quedaron bajo el racionamiento de agua, a los cuales les dieron ayuda mediante cisternas, suministrando más de 7 millones de litros del vital líquido.

El funcionario enfatizó que “todos hacemos parte del sistema de gestión del riesgo y es tarea de todos reducir la vulnerabilidad”,  por ello con el segundo foro, al que convocaron a los cuerpos de socorro y funcionarios de las alcaldías, se quiere que los encargados de esta labor se apropien de herramientas para hacer una intervención más efectiva y se fortalezcan los lazos institucionales.

Patricia Prada, presidenta de la Cruz Roja Colombiana, seccional Norte de Santander,  manifestó que una de la misiones de este organismo  es prevenir y aliviar el sufrimiento humano, por eso es trascendental hacer presencia en las comunidades y planteles para tejer redes que coadyuven a reducir los efectos de los desastres y la vulnerabilidad.

A los nortesantandereanos les falta cultura de prevención, pero en la medida que las instituciones nos unamos, hagamos eventos como este y nos vayamos a la comunidad para capacitarla, dándole herramientas, estaremos tejiendo esas redes”, concluyó Prada.

Subdirector de la UNGRD invitó a la prevención

Diego Fernando Peña, subdirector de Conocimiento del Riesgo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) destacó que la razón de este sistema preventivo va más allá de brindar atención durante las catástrofes, se trata de manejar las situaciones de peligro con el fin de reducirlas y disminuir la vulnerabilidad ante estos hechos y el impacto que generalmente puedan tener.

Agregó que implica “que nuestros municipios no vean impedido su proceso de desarrollo tras la ocurrencia de una emergencia, sino que puedan tener una mayor capacidad de resiliencia y seguir adelante en el mejoramiento de la calidad de de vida”.

El representante de la UNGRD expresó que la Ley 1523 habla de la necesidad de que se constituyan los consejos municipales y departamentales de gestión del riesgo y que haya una institucionalidad que permita implementar este tipo de políticas, pero de nada servirán esas instancias y acciones si no se avanza en la elaboración y seguimiento de los instrumentos  de planificación como los planes de gestión del riesgo de desastres.

Añadió que estos planes buscan dar lineamientos sobre cómo las diferentes instituciones van a apoyar esos consejos municipales. “Si no entendemos que la gestión del riesgo debe ser un proceso planificado, que no obedezca solo a actuar en el momento del desastre, el salto no estaría dado. Si no pesamos que la gestión del riesgo es un proceso que si vincula al desarrollo de los municipios creo que la tarea no está hecha”.

Diego Fernando Peña recalcó que no solo las entidades son actores en la gestión del riesgo, pues la empresa privada y la comunidad también juegan un rol importante, plasmado en la norma, en la disminución de las condiciones de vulnerabilidad, por eso hay que darles más participación en esta dinámica.

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