El 3 de mayo, a las 8 a.m., quedó fijada la nueva diligencia para concretar el cierre preventivo de la planta de Terpel en Villa del Rosario, en cumplimiento de una sanción impuesta por la Corporación Autónoma Regional para la Frontera Nororiental (Corponor), por violación de permisos de vertimiento.
El primer intento, programado el pasado 6 de abril, resultó fallido por la protesta de los trabajadores al servicio de la Cooperativa Multiactiva de Pimpineros de Norte de Santander, Coomulpinort, socia de la compañía sancionada.
Tras este impedimento, la Procuraduría Regional requirió al inspector del corregimiento de La Parada, José Acevedo, sobre quien recayó la misión de cumplir la orden de cierre, para que de nuevo programara la diligencia, con la advertencia de que debe ir acompañado de fuerza pública para garantizar el cumplimiento de la medida de cierre.
En diálogo con La Opinión, Acevedo manifestó que además de policías se hará acompañar de delegados de Defensoría del Pueblo, Procuraduría y Personería e, incluso, del hospital Jorge Cristo Sahium, a fin de que sirvan de testigos en la diligencia.
El anuncio del nuevo cierre se produjo en momentos en que el gobernador William Villamizar, le solicitó al ministro de Minas, Germán Arce Zapata, su intervención para que se solucione el problema que se generó en Cúcuta y Norte de Santander por la violación de permisos de vertimiento.
Villamizar recalcó a Arce que es claro que Terpel solo tiene autorización y permisos para almacenar 485 mil galones de combustible.
Sin embargo, “ha violado estas autorizaciones y ha construido unos tanques de almacenamiento por más de un millón y medio de galones, es decir, está almacenando de manera ilegal todo el combustible que pase de los 485 mil galones, motivo de la sanción preventiva de Corponor ”.
La solución que se espera del ministerio de Minas evitaría inconvenientes como el aumento del contrabando, o el desabastecimiento, dijo Villamizar.
Por ello, planteó dar continuidad a la operación de Terpel con el cupo autorizado (485 mil galones), “y lo que hoy almacena por fuera de ese cupo se maneje en la Planta de Agualinda, que en su momento era la que almacenaba el combustible importado”.
La Opinión solicitó a la directora de comunicaciones de Terpel, Natalia Vargas, una posición de la compañía sobre la segunda diligencia de cierre de la planta en Villa del Rosario, así como del plan de contingencia para garantizar el suministro de combustible en la región, pero no se produjo respuesta.
‘Terpel no da opciones’
El director de la Corporación Autónoma Regional para la Frontera Nororiental (Corponor), Gregorio Angarita, le dijo a La Opinión que se avanza en el estudio y análisis de dos solicitudes administrativas presentadas por Terpel, consistentes en una solicitud de revocatoria y otra de cesación del proceso por su violación a normas legales.
Sin embargo, “a la fecha no hemos sido notificados ni invitados a reunión alguna para buscar una solución a un tema neurálgico, como este”, comentó.
Dijo que aquí lo que se han generado son comentarios en los que se amenaza con desabastecimiento, subida de precios y contrabando, tratando de imputarle a Corponor lo que no le corresponde.
Angarita enfatizó que Corponor está dando cumplimiento a la ley ambiental y que son otras las entidades las que deben garantizar el abastecimiento y el precio.
Finalizó señalando que lo que sí llama poderosamente la atención es que no hay una alternativa (de solución al problema) por parte de la empresa Terpel.
