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La lepra es una enfermedad con mucha historia, incluso es mencionada en la Biblia.
Conocida también como la enfermedad de Hansen, se trata de una afección crónica y transmisible causada por los bacilos (bacterias) Mycobacterium leprae y Mycobacterium lepromatosis que se multiplican lentamente, lo que lleva a síntomas que pueden tardar hasta 20 años en aparecer.
Estos bacilos hacen su primera estación en la mucosa nasal y luego se desplazan hacia otros órganos, afectando principalmente la piel y los nervios.
Aunque estos bacilos que producen la enfermedad pueden ser inhalados por muchas personas, solo las que tienen susceptibilidad van a desarrollar la lepra.
Sin tratamiento, puede causar daño a los nervios, que se demuestra con debilidad en las manos y los pies y en la presencia de deformidad visible, destacando que la enfermedad puede atacar a cualquier edad y a ambos sexos.
Aunque ha sido catalogada como una enfermedad incurable, en la actualidad Colombia cuenta con medicamentos y la atención integral para personas afectadas por esta enfermedad.
Pero para lograr los mejores resultados es importante que sea diagnosticada oportunamente, pues los retrasos en el tratamiento pueden llevar a una discapacidad permanente.
Cabe destacar que esta enfermedad no es hereditaria. Una persona sana puede enfermar por otra que está enferma y no ha recibido el tratamiento, cuando la persona tose o estornuda sin cubrirse la boca y la nariz.
Valle del Cauca, Norte de Santander, Santander, Cesar, Huila y Bogotá fueron los departamentos con el mayor número de casos reportados.
Signos y síntomas
El inicio de la enfermedad se manifiesta generalmente con una o varias manchas planas o elevadas que aparecen en cualquier parte del cuerpo, pueden ser blanquecinas, rojizas o cobrizas y usualmente no pican ni duelen. Sobre esas manchas no se siente el calor ni el dolor.
Si la persona no es diagnosticada a tiempo para iniciar un tratamiento, las manchas van aumentando en número y tamaño convirtiéndose en placas.
Otros de los síntomas asociados a la enfermedad son: sensación de hormigueo en la cara, obstrucción nasal, pérdida de la fuerza en los párpados, brazos, manos, piernas y pies.
En las formas avanzadas de la enfermedad se presenta engrosamiento de la piel, caída de las cejas y las pestañas y aumento del tamaño de las orejas.
Las personas afectadas por la lepra suelen ser objeto de discriminación y estigmatización. Esta situación tiene efectos negativos en el acceso al diagnóstico, el resultado del tratamiento y los resultados de la atención, por lo que se hace necesario desmitificar varias de las creencias que hay en torno a ella y terminar con el estigma.
Cabe destacar que la lepra no se contagia por un contacto ocasional, como saludarse, jugar o trabajar juntos. Solo se transmite cuando el enfermo no toma su tratamiento y está en contacto estrecho o por largos periodos de tiempo con las demás personas (descargas nasales, tos y estornudos). No necesita aislamiento y casi nunca requiere hospitalización.
La mejor herramienta para combatirla es la detección temprana, por eso si la persona sospecha que tiene la enfermedad, porque convive con un caso confirmado o porque tiene manchas en cualquier parte del cuerpo que no duelen, no pican o ha perdido la sensibilidad en esa zona, lo recomendable es consultar cuanto antes a un médico.
Tomando los medicamentos y siguiendo las recomendaciones médicas, un paciente puede curarse entre los 6 y los 12 meses, evitando complicaciones y la transmisión a otras personas.
A estas personas puede causarles más daño las falsas creencias, la ignorancia sobre el tema, el temor y el rechazo de las personas que los rodean, por ello, el objetivo a nivel mundial es erradicar el estigma y la discriminación.
Claudia Milena Cuéllar, subdirectora de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social, manifestó que existen factores de riesgo como la desnutrición, el hacinamiento y la susceptibilidad inmunológica individual para que se presente esta enfermedad en el país, que actualmente afecta alrededor de 300 colombianos cada año.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los casos de lepra han disminuido en un 30% en los últimos 20 años en la región de las Américas.
En el caso de Colombia, el país ha presentado una variación en el número de casos durante los últimos años: en 2017 se reportaron 362 casos, en el 2018 el reporte fue de 324 casos, para 2019 fueron 339 casos, y en la vigencia 2020, en el marco de la emergencia sanitaria por COVID-19, el reporte correspondió a 219, presentándose una disminución significativa con respecto a los años inmediatamente anteriores.
Frente a este reto, la subdirectora aclaró que no se puede bajar la guardia y explicó que durante el 2021, con corte a semana epidemiológica 50, se reportaron 299 casos.
Asimismo, de acuerdo con cifras de la Nueva EPS, en Colombia hay más hombres con lepra que mujeres.
La doctora Sandra Rozo de la Nueva EPS, indicó que, la lepra se puede prevenir realizando una revisión periódica de la piel, buscando manchas o adormecimientos.
La especialista explica que de presentarse algún tipo de lesión que esté asociada a un adormecimiento, es prudente comunicarle al médico de manera inmediata “más si se ha presentado contacto prologando con un paciente que tenga la enfermedad. En el caso de que convivan con una persona que tenga lepra, es fundamental asistir anualmente a un control con el fin de prevenir el posible contagio”.
En su esfuerzo por erradicar la lepra, el Ministerio de Salud y Protección Social incorporó este 2022 una cartilla web educativa, para brindar educación acertada a los pacientes con esta enfermedad y para la comunidad en general. La cartilla puede ser consultada en la página web del Ministerio o a través del siguiente enlace: https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/cartilla-informativa-lepra.pdf .
Situación en Norte de Santander
De acuerdo con el Instituto Departamental de Salud (IDS), en el 2021 se registraron 25 casos de lepra en la región, 19 (hombres), 6 (mujeres).
Dos casos fueron registrados en personas, entre los 25 y 29 años; 6 casos, entre personas de 30 y 39; un caso en una persona, entre los 40 y 44; 3 casos, entre los 45 a 49; un caso en una persona, entre los 50 y 54, y 12 casos en personas, entre 55 y 69 años.
De estas personas, 19 pertenecían al régimen subsidiado de salud, 4 al contribuido y 2 que no contaban con ningún seguro.
Con respecto a los municipios con mayor número de casos registrados se encuentran Cúcuta (13), Puerto Santander (3) y Villa del Rosario (3). A nivel departamental, de uno solo caso, los municipios de Ocaña, San Calixto, La Playa, El Tarra, Cucutilla y La Esperanza.
Tratamiento
Los medicamentos curan la enfermedad, siempre y cuando el paciente los tome diariamente y cumpla con los controles médicos.
El tratamiento en Colombia es gratuito. Lo que se recomienda es que el paciente se alimente saludablemente y evite la ingesta de alcohol. De igual forma, que el hogar se ventile adecuadamente y en la medida de lo posible permitir la iluminación natural.
No es necesario aislar al paciente de su familia, ni separar sus utensilios, su ropa o elementos personales. Se recomienda usar tapabocas durante las primeras semanas de tratamiento.