Sin desconocer que la pandemia provocada por la COVID-19 generó innumerables cambios para el mundo, especialmente para nuestro país y región, las ganas de continuar trabajando por y para las comunidades, el gremio de conductores y los municipios que forman parte del Área Metropolitana de Cúcuta (AMC) se mantienen intactas y más fortalecidas que nunca.

La Opinión tuvo la oportunidad de dialogar con el arquitecto Miguel Peñaranda, director del AMC, quien dio a conocer los grandes proyectos que desde la entidad y en articulación con las alcaldías de Cúcuta, Los Patios, El Zulia, Villa del Rosario, Puerto Santander y San Cayetano viene liderando.

Proyectos que se podrán adelantar, gracias a la creación del Centro de Pensamiento Urbano del AMC, un laboratorio de ideas conformado por un equipo interdisciplinario de profesionales, cuyo fin es desarrollar proyectos urbanos, ambientales y territoriales en los actuales y futuros asentamientos de la ciudad, en articulación con las entidades públicas, privadas y la comunidad en general.

Su enfoque es plantear soluciones que articulen los planes de desarrollo municipal con las directrices del Plan Estratégico Metropolitano y el Plan de Ordenamiento Territorial, de forma que se logre una adecuada planificación a largo plazo, con el propósito de generar escenarios de encuentro social, cultural y desarrollo económico.

“Es una oficina dedicada a gestionar y hacer realidad los proyectos que tengan las seis alcaldías vinculadas al Área Metropolitana y en la cual estamos trabajando proyectos importantísimos para toda la ciudad”, señaló Peñaranda.

Corazones de barrio

Esta iniciativa que viene adelantando la Alcaldía de Cúcuta es absolutamente comunitaria, pensado desde, por y para la comunidad, la cual tiene como meta principal llegar a las 10 comunas de la ciudad durante el cuatrienio del alcalde Jairo Yáñez y reactivar la vida comunitaria para fortalecer los lazos comunales.

Peñaranda explicó que en estos proyectos de corazones de barrio se van a hacer diferentes actividades, iniciando por la construcción de grandes salones comunales para prestarle a la comunidad, ya sea para fiestas, piñatas, reuniones o cualquier otro evento de integración que vincule a todos los habitantes de un barrio o comuna.

De igual forma, se habilitarán espacios de guardería para que las madres que trabajan puedan dejar a sus hijos tranquilamente al cuidado de profesionales. Para aquellas mujeres cabeza de hogar se ofrecerán talleres de capacitación y artísticos, con el propósito de que aprendan nuevos oficios como panadería, costura, calzado, entre otros, los cuales ayuden a mejorar su productividad.

Otra de las intervenciones será la construcción de zonas Vive Digital en dónde los niños, jóvenes y adultos aprenderán todo lo relacionado con la tecnología, además de construir bibliotecas, centros deportivos y oficinas de atención a la comunidad.

“Vamos a tener oficinas del Sisbén, del Banco del Progreso, de la Secretaría de Bienestar Social, puntos de pago de la alcaldía para impuestos, el predial, los servicios públicos, cajeros automáticos”, explicó el director del AMC.

La iniciativa busca construir grandes cubiertas para llevar a cabo jornadas de mercados campesinos diferentes a los que ya están establecidos en varios puntos de la ciudad, pero en esta ocasión, fortaleciendo la estrategia de acercar el campo a la ciudad sin intermediarios.

“La idea es brindarles la oportunidad a los campesinos de nuestra región que no dependan de otros, sino decirles que aquí pueden vender sus mejores cosechas y productos a buenos precios y de forma estable”, manifestó Peñaranda.

Actualmente, se encuentran trabajando en varios sectores de la ciudad, en Comuneros, Niña Ceci, La Libertad y sobre la avenida Kennedy, al lado del teatro Atalaya, que está abandonado y será rescatado por la administración municipal.

“Este será un proyecto gigante porque lo vamos a hacer otra vez para que se convierta nuevamente en teatro, y en donde se van a adecuar todas las zonas aledañas del parque; la iglesia, el polideportivo y la pista de atletismo”, añadió el arquitecto.

Un proyecto urbanístico en el que se integrarán varios espacios, rescatando el área deportiva para adecuarla con zonas de enfermería, calentamiento, baños, vestieres para los deportistas, etc. En el teatro se ofrecerán talleres artísticos de danza, pintura y música.

Transporte integral

Dentro de las estrategias planteadas está la reorganización del sistema actual de transporte público, la implementación de paraderos como cultura ciudadana, la estructuración de las ciclorrutas articuladoras y un proyecto de acupuntura para la movilidad.

Uno de los proyectos más ambiciosos que tiene la administración municipal es consolidar un sistema de transporte integral metropolitano en una sola empresa. “El tema de los buses es una locura, al igual que los piratas o colectivos y eso va a dejar de pasar”, afirmó Peñaranda.

Un servicio confiable, eficiente, cómodo y seguro, que le permita a los usuarios desplazarse por cualquier parte de la ciudad, con altos estándares de calidad y acceso, garantizando un desplazamiento en menor tiempo y con tarifas estables, es el principal objetivo.

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“Los cucuteños vamos a tener una tarjeta con la cual entramos al sistema y así nos toque hacer dos o tres transbordos, solo vamos a pagar una tarifa y ya no habrá necesidad de pagar varias busetas o recorrer varios kilómetros para llegar a nuestro lugar de destino”, explicó el arquitecto.

Otros municipios

 El Coliseo de Los Patios fue inaugurado en diciembre de 2019, pero se están terminando los estudios, con el fin de convertirlo en un espacio multipropósito.

Para el municipio de Los Patios se tiene proyectado la creación de un centro de innovación, emprendimiento y tecnología casa de la mujer, donde se brindarán espacios de asesoramiento y capacitación para los emprendimientos de las mujeres patienses.

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De igual forma, un centro de rehabilitación integral para personas en condición de discapacidad, una adecuación a las instalaciones de la Estación de Bomberos para aumentar la prestación de servicios en calidad de emergencia y reducir la vulnerabilidad frente a los riesgos de desastres y al cambio climático

Un proceso de renovación urbana para mejorar las condiciones del espacio público, el intercambiador vial del sector Pinar del Río y adecuaciones a la plazoleta de San Pablo y el Coliseo Recreo-deportivo Metropolitano del Kilómetro 8, también están en la lista.

Recuperar La Hamaca de San Cayetano es otra de las apuestas que tiene el AMC, donde se planea construir un malecón turístico para rescatar la vida que tenía este lugar.

En Villa del Rosario se creará una granja integral para el adulto mayor en el sector de Juan Frío, además de un gran centro comunal y una iglesia en el municipio.

Quedan por definir las propuestas de El Zulia y Puerto Santander, ya que, debido a la pandemia, algunas visitas técnicas debieron suspenderse.

Irregularidades controladas

 Miguel Enrique Peñaranda Canal, director del Área Metropolitana de Cúcuta

El director del Área Metropolitana de Cúcuta se refirió a la situación presentada semanas atrás con el paro de taxistas y las exigencias que habían presentado, aclarando que todo se está reorganizando, ya que su principal intención es devolverles la capacidad económica a los conductores, pues es a ellos a quien se debe.

“Nos encontramos con muchas situaciones delicadas, la primera tenía que ver con el número de taxis y de vehículos que están trabajando en la ciudad, porque si bien tenemos unos números, este censo es mentiroso”, indicó Miguel Peñaranda.

Aseguró que este número de vehículos es incierto, pues se encontraron varias irregularidades como, por ejemplo, que en un mismo número de censos hay dos o tres carros matriculados, una situación que afortunadamente lograron controlar y que se encuentra en investigación por parte de las autoridades para dar con los responsables.

“La ciudad no debería tener pico y placa porque no tiene sentido. Una ciudad bien administrada no necesita eso, por lo que debemos tener los empleados y vehículos que necesitamos y así la gente va a tener la posibilidad de trabajar”, añadió Peñaranda.

El arquitecto aclaró el valor real de las tarjetas de operación, ya que muchas personas no conocen estos costos y la mayoría prefiere pagar a un tramitador para poder obtenerla, sin darse cuenta de que los estafan y luego terminan acusando a la entidad.

Así, el costo de la tarjeta de operación para el transporte público colectivo tiene un valor de $248.700 y debe ser renovada cada dos años, mientras que la tarjeta para el taxi individual se encuentra en $190.200 y su renovación es anual.  La recomendación es solicitarla dos meses antes de su vencimiento, ya que el proceso puede demorar varias semanas.

Deicy Sifontes 
deicy.sifontes@laopinion.com.co